“Carnicería climática”, provisiones bancarias y tipos al 7% en EE. UU.

Comienza la semana con la fumata blanca de la COP27, la Conferencia de la ONU sobre el cambio climático que se celebra desde el año 2005 con la excusa de promover políticas que permitan reducir los gases de efecto invernadero. En realidad se trata de una de las múltiples herramientas que emplean los ingenieros sociales para evitar el desarrollo de los países pobres, a los cuales se les promete dinero público a cambio de que renuncien a tener energía abundante y barata, condenándolos a una permanente desindustrialización.

COP27: DINERO SIN ECOLOGÍA

Comprendo que este enfoque es políticamente incorrecto, porque la conclusión final de la COP27 que destacan todos los grandes medios de comunicación es que los países ricos se comprometen a crear un fondo destinado a financiar los daños climáticos que ya sufren los países más vulnerables a los efectos del calentamiento global. Una decisión calificada de “histórica” por el pensamiento único global y que según el secretario general de la ONU se hace para evitar una “carnicería climática”

Basta con leer a verdaderos ecologistas como Michael Shellenberger o Bjorn Lomborg para darse cuenta de cómo se utiliza la teoría antropocéntrica del cambio climático para respaldar intereses espúreos que tienen más que ver con cuestiones geopolíticas y económicas que con la protección de la naturaleza. Más importante que limitar las emisiones de CO2 es acabar con los vertidos de sustancias tóxicas a los ríos o la contaminación de plásticos a los océanos. Pero de estos retos se habla poco –o nada– en este tipo de cumbres globalistas.

MIENTRAS GOBIERNOS Y EMPRESAS SE CENTRAN EN LAS EMISIONES DE CO2 CADA AÑO SE VIERTEN OCHO TONELADAS DE PLÁSTICOS AL MAR: UN CAMIÓN POR MINUTO

Cada año se vierten ocho toneladas de plástico de media a los océanos, lo que equivale a vaciar un camión de basura lleno de plásticos cada minuto. Tal como señala la Fundación Ecología y Desarrollo, si no cambiamos de tendencia, en 2025 nuestros océanos tendrán una tonelada de plástico por cada tres de pescado, y en 2050 habrá más plásticos que peces. Sirva como ejemplo que Coca–Cola, una de las mayores culpables de estos vertidos, es una de las grandes patrocinadoras del COP27. Greenwashing en oceanos de plástico.

COP27

Y mientras los políticos y directivos de multinacionales disfrazan sus pescados pintándolos de color verde los hogares se preparan para pagar la factura. Porque el dinero de este fondo de ayuda climática sale del bolsillo del contribuyente, bien mediante impuestos presentes o mediante la fiscalidad aplazada, es decir, con endeudamiento público. 

LA VERDADERA CARNICERÍA

Los bancos centrales piden a los gobiernos que no apliquen políticas fiscales expansivas para no seguir alimentando al monstruo de la inflación pero no les importa destinar ingentes cantidades de dólares a comprar a políticos de países del tercer mundo. Todo ello mientras se levantan muros arancelarios para que los productores locales de estos estados no puedan vender sus productos a los consumidores de los países desarrollados.

Como relata la autora africana Dambisa Moyo, es “la ayuda que mata”.  Es decir, que los culpables de la “carnicería” son, precisamente, los mismos que nos dicen que actúan para intentar evitarla. Los que acaban de reunirse en la COP27.

Y otra carnicería es la que se está produciendo en las cuentas corrientes de las familias, que siguen sufriendo la pérdida de poder adquisitivo mientras ven cómo los grandes gestores de inversión celebran que la inflación «haya tocado techo» (al menos es lo que dicen).

EL PACTO ENTRE CALVIÑO Y LA BANCA

Una vez más se constata la existencia de una brecha entre la economía financiera y la real, porque en el mundo de los activos financieros se aplaude la esperada relajación de las subidas de tipos de interés impulsando alzas bursátiles, al mismo tiempo que el Gobierno negocia con la banca algún alivio hipotecario para que las familias puedan seguir pagando sus cuotas. 

En los próximos días conoceremos los detalles del pacto entre la vicepresidenta económica Nadia Calviño y los directivos de la gran banca española, que contemplan ayudas para las familias cuyas rentas anuales sean inferiores a los 25.200 euros. Según el Banco de España la escalada del euribor está provocando que el 20% de los hogares superen la línea roja de endeudamiento, destinando al pago del préstamo para la compra de vivienda más de un tercio de sus ingresos. 

al gobierno le preocupa más la caída del consumo que los impagos de las hipotecas por su efecto en el PIB

La gran preocupación del Gobierno no es tanto que se incremente la morosidad de las hipotecas como que se resienta el consumo. En España las familias lo último que dejan de pagar es el préstamo hipotecario, aunque tengan que renunciar a gasto en alimentación o a poner la calefacción en invierno. Y cuando se reduce el consumo esto implica una caída de la demanda interna, que es el principal componente que se utiliza para calcular el PIB. Y aquí es donde está la clave, porque mientras este indicador no caiga de forma sistemática no se puede hablar oficialmente de recesión.

NO HAY RECESIÓN TÉCNICA

De hecho, Calviño ha salvado los muebles en el tercer trimestre evitando por los pelos esa reducción del PIB, gracias a que los datos del INE (ahora ya no le molesta este organismo “independiente”) certificaron que la economía española creció dos décimas entre los pasados meses de junio y septiembre.

Para el cierre del año la AiRef estima un repunte del PIB de siete décimas, dato que hay que poner en cuarentena porque se ha realizado a falta de muchas semanas para que concluya el año. Si se cumple entonces el Gobierno podrá emular a los músicos del Titanic y seguir tocando sus instrumentos mientras el barco se hunde.

SANTANDER Y BBVA: 17.500 MILLONES EN PROVISIONES

Y no es que en esta columna semanal seamos especialmente negativos, es que el propio Banco de España ha trasladado ya a las entidades financieras que se preparen para un entorno recesivo en 2023 y, por ello, les ha pedido que eleven sus provisiones.

Aunque se esté diciendo públicamente que los bancos españoles están saneados y preparados para ala crisis, lo cierto es que el departamento de análisis de Bloomberg considera que dos de los gigantes del sector nacional, Banco Santander y BBVA, necesitarían unas provisiones frente a impagos de unos 17.500 millones de euros debido a su exposición a mercados emergentes.

CRIPTOINVIERNO: BINANCE EN LA DIANA

Y en en plano internacional, junto a la conclusión de la COP27 y a las apuestas sobre los próximos movimientos de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo (BCE) el tema estrella es, sin duda, la crisis de las criptodivisas desatada tras la caída del gigante FTX.

La desconfianza en todas las empresas del sector es de tal magnitud que incluso Binance, la mayor plataforma de intercambio (exchange) cripto del mundo, está en la diana. El fundador y CEO de la compañía Changpeng Zhao teme que la ola de podredumbre y corrupción le acabe salpicando.  Y por ello se pone de rodillas ante los reguladores pidiendo más control.

Por su parte, en Estados Unidos (EE. UU.) sigue el debate sobre el tipo de interés terminal al que llegará la FED. Se ha llegado a poner sobre la mesa la cifra del 7%, una tasa que en caso de alcanzarse supondría la destrucción de millones de empleos y la entrada abrupta en una recesión profunda. Una vez más el encargado de sembrar el pánico ha sido James Bullard, Presidente de la Reserva Federal de San Luis.

JP MORGAN: «HURACÁN DE CATEGORÍA 1»

Sin embargo, Raphael Bostic, su homólogo en la de la FED de Atlanta considera que en ningún caso los tipos deberían superar el 4%. Antes esta disparidad de criterio varios bancos de inversión, con JP Morgan a la cabeza, creen que la Reserva Federal subirá los tasas de referencia hasta el 5% de aquí a marzo, para tomarse después un respiro. Lo cual, a su juicio, creará un «huracán económico de categoría 1».

Esta semana conoceremos más detalles de este debate interno en el seno del banco central de EEUU ya que el miércoles se publican las actas de la última reunión de política monetaria de la institución. Una cita clave para el mercado que prácticamente se solapará con las celebraciones del Día de Acción de Gracias y con el aluvión de datos macro de la primera economía del mundo: PMI, peticiones de desempleo, ventas de viviendas y pedidos de bienes duraderos.

En cuanto al resto de la agenda, el jueves conoceremos la encuesta IFO de noviembre en Alemania, que nos permitirá calibrar el grado de deterioro de la economía del país tras su desconexión energética con Rusia. Y el viernes cerraremos con el dato final de PIB germano y el índice de precios de producción de octubre en España. En principio será una semana tranquila pero no se fíen, no es bueno infravalorar la capacidad de los burócratas y empresaurios para meternos en un nuevo lío. Por ello les sigo recomendando que se abrochen los cinturones.