El color especial de Sevilla hizo que la selección española fuera en volandas hacia una nueva ilusión en una Copa del Mundo. Esta semana se cumplieron 26 años de un partido histórico disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán, el campo del Sevilla. Fue el España Dinamarca, un choque en el que los españoles se jugaban quedar fuera del Mundial-94, una cita disputada en Estados Unidos (EE. UU.). Durante muchos minutos con un jugador menos, el portero Zubizarreta, la roja, entonces más Furia, que calidad, entre otras cosas por la elección de jugadores del polémico técnico Javier Clemente, logró el pasé al Mundial merced a un tanto de Fernando Hierro. Esa Copa del Mundo tiene una parte oscura, la de la eliminación de España a manos de Italia y una imagen icónica, la del actual seleccionador, Luis Enrique, con la nariz rota por una codazo de Mauro “Tyson” Tassoti. Entonces España. Adidas lucía en la camiseta de la selección y Cepsa y Sanyo estaban en la publicidad estática que se encontraba justo detrás de la portería en la que Hierro marco el gol del triunfo.
MICHAEL LAUDRUP Y ZUBIZARRETA
Hasta llegar al fatídico día en el que Julio Salinas falló el mano a mano de su vida ante Pagliuca, España tuvo un largo camino. El punto álgido de esta Vía Crucis fue el choque con la Dinamarca de Michael Laudrup y Peter Schemeichel, ex arquero del Manchester United, el padre del porter Kasper Schmeichel, que también jugó en los Diablos Rojos.
España llegó al todo o nada sevillano con una afición dividida entre los partidarios del seleccionador Javier Clemente, amante del juego del pelotazo, de los jugadores rudos y, con los hechos en la mano, poco proclive a finos estislistas como Míchel, al que dejó fuera del Mundial pese a su gran temporada.
España llegó al todo o nada sevillano con una afición dividida entre los partidarios del seleccionador Javier Clemente
La selección había tenido un camino irregular y la derrota en Dinamarca, donde Brian Laudrup marcó el gol del triunfo local, complicó el panorama. Luego todo fueron victorias, pero el ambiente que rodeaba al combinado español, el entorno, que decía Johan Cruyff, estaba enrarecido.
AMBIENTE CARGADO
Con un contexto extraño y todo, la afición de Sevilla no falló. Las cosas se pusieron muy rápido feas para España, que jugaba con 5 centrales (sí, como lo leen, Nadal Y Hierro como centrocampistas). En el minuto 10 un gravísimo error de Zubizarreta al golpear con el pie dejó solo a Michael Laudrup. Si salía del regate era gol, así que al meta vasco no le quedó más remedio que derribar al “Gran Danés” ganándose a pulso la expulsión. España debía afrontar 80 minutos con uno menos. El reemplazo de ‘Zubi’ fue Santiago Cañizares, Cañete, entonces joven portero del Celta de Vigo,. que junto conj Hierro fue el héroe de la noche sevillana del 17 de noviembre. grandes paradas del portero, que salvó a la selección.
Cañete tenía que salir por un jugador de campo y el elegido fue Camarasa, un defensa central. El guardameta Cañizares sostuvo al equipo español, que estuvo a merced de los daneses, pero un tanto a la salida de un saque de esquina tumbó a los de Laudrup.
El guardameta Cañizares sostuvo al equipo español, que estuvo a merced de los daneses
El milagro llegó en el 63’. Jon Andoni Goikoetxea sacó desde la esquina, Peter Schmeichel hizo una de las peores salidas de su carrera (él reclamó desesperadamente falta de Jose Mari Bakero) y, Fernando Hierro se elevó por encima de toda la zaga danesa para mandar el balón al fondo de las mallas y llevar al delirio a todo un país.
LA ZOZOBRA Y LA POLÉMICA
Después, España vivió momentos de zozobra ante una Dinamarca que manejaba el partido, con calidad y soltura, frente a la tosquedad del centro del campo de España con Hierro y Nadal, dos centrales en la sala de máquinas de elaboración, si bien, es cierto que Hierro jugaba en esa posición en el Real Madrid. Lo hizo hasta que Jorge Valdano le devolvió a su posición natural: el centro de la defensa. El encargado de dar tranquilidad fue el inesperado Cañizares que aportó tranquilidad desde debajo de los palos merced a sus paradas. Al final, 1-0, sufriendo y con mal fútbol, algo que todavía gusta en países como Italia, pero que nunca ha sido bien recibido por la afición española. La situación llegó a provocar que hubiera muchos anti-Clemente. En el Mundial el ambiente con los medios no palmeros fue irrespirable, en las ruedas de prensa, que se lo pregunten a Jesús Gallego (Cadena SER) o José Ramón de la Morena (entonces al mando de “El Larguero” de la SER) o a los enviados del diario As. Esta es ya harina de otro costal y hablaremos de ella más adelante.