Las posiciones cortas anidan en Bankinter: se profundiza la crisis

IG Markets

Las acciones de Bankinter se ubicaron por debajo de los 6,08 euros activando nuevamente el patrón de reversión bajista que podemos apreciar en gráfico de marco semanal, así como lo confirmamos en el anterior artículo publicado el 21 de octubre denominado, «Bankinter ganó un 21% más, pero la acción mantiene sesgo macro bajista».

Esta estructura se desarrolló desde diciembre de 2021 la cual nos permitió establecer áreas de retroceso desde mediados de 2022 sin haber cumplido el objetivo del patrón el cual inicialmente debería cubrir los 4,2 euros por acción. En agosto, el precio realizó un movimiento alcista parabólico a modo de extra-secuencia que estuvo impulsado por los buenos resultados de Bankinter presentados al mercado que, entre otras cosas, provienen del incremento en los tipos de interés por parte de los bancos centrales.

Bankinter

Este movimiento indicaba que, de lograr realizar la ruptura del máximo anual sobre 6,2 euros, podría confirmar la continuación del movimiento alcista, pero caso contrario, de ubicarse por debajo de los 6,08 euros en confluencia con una ubicación en niveles de sobrecompra del índice de fuerza relativa, confirmaría los retrocesos de la acción de Bankinter que pueden desplomar el título entre un -25 y -35% desde el nivel actual.

BANKINTER, CON UN OJO EN EL BCE Y OTRO EN CITADEL

Las declaraciones de esta semana provenientes del Banco Central Europeo y su vicepresidente, Luis de Guindos, en torno a la preocupante situación que puede vivir el sector bancario en los próximos meses, comienza a ejercer presión en el mercado y mayor preocupación ante la recesión que hasta ahora comienzan a validar pero que ya se come la avaricia del público. 

Ante este contexto generalizado, Citadel, uno de los fondos de mayor bagaje internacional, decidió apostar en contra de Bankinter abriendo posición bajista sobre el 0,51% del capital del banco en la semana pasada, operaciones que no realizaba desde hace cerca de 10 años. Esta posición se suma a otras cuantas que fondos de inversión vienen realizando sobre varios bancos españoles entre otras cosas, por el impuesto que el gobierno de Pedro Sánchez aplicará al sector bancario, generando mayor preocupación al declarar que, aunque el impuesto estaba previsto a una duración de dos años, podría mantenerse de forma permanente.