La confirmación de que los descuentos en los abonos de transporte público madrileño no seguirán durante 2023 puede haber caído como un balde de agua fría a muchos. Lo cierto es que tampoco es una rareza en la Comunidad de Madrid también la primera en recoger las medidas de control pandémico, pero más allá de eso abre una conversación clave sobre como funcionara las medidas paliativas que se han aplicado al transporte por la crisis inflacionaria.
Tampoco es que lo de Madrid sea un caso único. Ya se empieza a ver como el Gobierno o las diferentes comunidades autónomas buscan qué medidas mantener, y cuáles no, de cara a un primer trimestre de 2023 que promete ser todavía bastante complicado. De momento, la reacción ha variado, mientras que en algunas comunidades no han hecho nuevos anuncios otros han empujado para mantener los descuentos actuales al menos unos meses.
BALEARES Y PAÍS VASCO NO HAN DADO SEÑALES DE CAMBIAR SUS DESCUENTOS
Por ahora, una buena parte del país no ha dado señales de hacer cambios con el principio del año. Comunidades como Baleares, País vasco y Canarias no han hecho cambios a sus medidas y todo apunta a que mantendrán sus descuentos de entre 50% y 70% en los abonos. Esto, al menos, mientras el Gobierno no dé señales de terminar con su subsidio a las comunidades que lo pidan.
Otras, como el caso de Cataluña, mantendrán el descuento que tienen en la mayoría de los abonos: mensual, joven, metropolitano, familias monoparentales, familias numerosas y personas en situación de desempleo, así como un descuento de 30% para los abonos de 10 viajes, pero no hacen descuentos para los viajes individuales. Son diferentes aproximaciones y, aunque todas dependen de los subsidios, también podrían ayudar a surfear un invierno, y un año, que se ven complicados.
RENFE SEGUIRÁ CON SUS ABONOS GRATUITOS
Mientras tanto, el Gobierno ha anunciado que los abonos de Renfe seguirán siendo gratuitos, para los servicios de Cercanías y Larga Distancia durante todo 2023. Esta es una medida que permite un respiro importante para los ciudadanos que viven en zonas aledañas a las grandes ciudades, y que se ven en la obligación de transportarse entre las ciudades y las zonas aledañas.
Eso lo hace una iniciativa clave en este momento, quitándole a los ciudadanos uno de los principales gastos mensuales que deben enfrentar. Si bien, ha habido algunas críticas a esta medida, en especial en cuanto a que cortan parte del presupuesto de la empresa estatal para mantenimiento. Además, uno de los motivos de la huelga convocada, y después cancelada, de los sindicatos de Renfe hace unas semanas era que no se daban abasto para cubrir la demanda generada por estas medidas.
Asimismo, se ha señalado que han causado algunas dificultades inesperadas. Las más famosas fueron los casos de usuarios que reservaban varios viajes posibles en distintos horarios para estar más seguros y terminaban dejando que los trenes viajaran vacíos. Estos trenes fantasmas fueron una denuncia común casi todo el año, aunque parecen haber tomado finalmente medidas para que no se repita.
A pesar de estos problemas, los últimos informes acercaban a los usuarios del abono gratuito a los 2 millones. Son datos bastante positivos que han ayudado a la recuperación de viajeros de la empresa, que sigue esperando que las entradas por recuperar sus ingresos prepandémicos durante 2023. Lo cierto es que dado las limitaciones que se han adelantado para los descuentos de los combustibles fósiles es evidente que desde el Gobierno se espera usar la crisis para impulsar el uso del transporte público.
MADRID ES LA EXCEPCIÓN
Esto convierte a Madrid en una excepción dentro del panorama general. El Gobierno Regional ya ha anunciado que el 31 de diciembre se terminará el descuento en sus abonos de transporte, dejando solo un mes de funcionamiento a la medida. Es una decisión que fue anunciada por el consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Javier Fernández-Lasquetty, quien recordó que todas estas medidas se anunciaron en un principio como temporales y que no son sostenibles a largo plazo.
«Era una medida temporal hasta el 31 de diciembre y acabará el 31 de diciembre», insistió Fernández-Lasquetty, que, sin embargo, recuerdo que había sido importante para enfrentar un período complicado. A pesar de todo, asegura que la subvención del Gobierno que preside Ayuso solo cubría un 10% de los gastos generados por el descuento, y que el 60% salía de la propia Comunidad de Madrid.
Toca esperar que pasa con algunas medidas como las bonificaciones del 30% dada a los servicios de transporte público. De ser aprobada para 2023, quizás permitiría un descuento de menor envergadura para el próximo año, aunque aún se mantiene la espera de saber si se mantendrán los precios de siempre.