Las aseguradoras aumentan sus ganancias por la crisis, pero abandonan a los médicos

España está envuelta en demasiadas crisis a la vez. A la crisis energética causada por la guerra en Ucrania, a eso se le suma la inflación galopante y ahora podemos contar también una crisis sanitaria que ha dejado protestas y huelgas en Madrid y Cantabria. Pero, a medida que esto ha avanzado, las aseguradoras han seguido sumando nuevos clientes que desde la pandemia buscan garantías de que serán atendidos frente al colapso aún no resuelto del sistema público.

Si bien, mientras sus ganancias siguen subiendo no han vuelto a negociar sus primas con los médicos del sistema privado. Por ello, hay protestas de varias comunidades, y en particular de los autónomos, por lo poco que están pagando y, mientras, marcas como DKV apuntan a opciones low cost que alargan aún más las filas de espera en el sistema privado. Es un problema que han subrayado figuras como el presidente de la Alianza para la Sanidad Privada de España (ASPE), Carlos Rus.

Lo cierto es que mientras esta discusión se mantenga habrá aún menos opciones para los pacientes que busquen una solución en medio del caos. Mientras la situación de Madrid y Cantabria se mantenga, lo esperado es que los ciudadanos sigan volteando hacia los seguros como una solución, pero si su choque con los hospitales privados se mantiene podría causar un quiebre importante y quizás hasta permanente. 

ACUERDOS CON 30 AÑOS DE ANTIGÜEDAD

Como ya se había reportado anteriormente Merca2, parte del problema es que los seguros no han renegociado sus cuotas con los médicos en más de 30 años. Es un dato que deja a algunos médicos cobrando apenas 7 euros por consulta. Desde ASPE y otras organizaciones han sido críticos con esto, pidiendo aumentos de al menos 10% en estos acuerdos. Según algunos reportes las negociaciones entre ambas partes apenas han presentado la posibilidad de aumentos del 2% entre las aseguradoras.

Pero esos 30 años han tenido un efecto inflacionario importante. Aún ignorando la coyuntura actual, se trata de al menos dos grandes crisis inflacionarias en Europa y un cambio de moneda. No es poco tiempo ni pocos hechos caóticos los que han dado razones para revisar estos números. 

Pero además el choque entre ambas partes se realiza en un momento en que los hospitales y los médicos privados pueden depender más que nunca de los pacientes que lleguen a ellos a través de las aseguradoras. La nueva Ley de Equidad, Universalidad y Cohesión no deja de discutirse y lo normal es que desde el sector privado estén nerviosos y quieran defenderse, pero también es que tienen que pensar en sus opciones en caso de que sea aprobada. Más bien una vez que lo sea.

Lo cierto es que si el cable se tensa aún más no sería demasiado extraño ver al mismo tiempo una huelga del sector privado de la salud. Ya se ha demostrado con el paro de los transportistas que desde las patronales tienen como ejercer presión y propuestas que se han hecho, como pedirle a los pacientes el copago de la parte que no cubre el seguro o directamente algunos médicos se toman el tiempo de explicar la situación durante la consulta.

UNA SITUACIÓN CAMBIANTE

Al mismo tiempo toca ver que pasa con las protestas de la sanidad de Madrid durante los próximos días. De momento, ni los médicos ni la Comunidad parecen interesados en negociar. Ambas partes asegurando tener la razón. Esto seguramente irá impulsando a los pacientes a seguir buscando soluciones, y con algunas marcas ofreciendo seguros de hasta 20 euros para familias estos caerán en la sanidad privada empeorando el problema y alargando las listas de espera.

Sin embargo, y a pesar de las exigencias para formar gobierno que haya hecho en su momento Unidas Podemos, algunas comunidades autónomas han tenido que recurrir a la sanidad privada para enfrentar el problema. Es el caso de Valencia y de las Baleares donde se han visto forzados a buscar soluciones ante unas listas de espera en el sector público que no han dejado de estirarse, con pacientes esperando más de 100 días para una intervención quirúrgica o por la atención primaria.

Es uno de esos conflictos que parecen cambiar todos los días. Lo cierto es que si el sistema de salud privada sigue dependiendo de las aseguradoras para sumar pacientes tendrán que exigirles números diferentes. De cualquier modo entre sueldos reducidos y el caos del sistema público de los últimos meses tienen a los profesionales en una situación crítica, y las dificultades de sumar nuevos doctores dentro del sistema deja todo aún peor.

Pero la crisis del sistema privado no debe ser ignorada. Aunque es normal que la población tome como prioridad la crisis del sistema público, si esta no se resuelve lo ideal es que los acuerdos entre los médicos privados y los seguros sean más justos.

Ernesto Rodriguez
Ernesto Rodriguez
Periodista, entrevistador e investigador de oficio. Amante del cine, la música y Political Junkie. Escribo de empresas de transporte, cultura y sanidad