El déficit público cerró 2021 en el 6,77% del Producto Interior Bruto (PIB), sin incluir la ayuda financiera, lo que supone 3,2 puntos menos que en el ejercicio anterior.
«Es la mayor reducción que contempla la serie histórica y demuestra el compromiso de este Gobierno con la estabilidad presupuestaria», ha defendido la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
El Ministerio de Hacienda y Función Pública ha elevado al Consejo de Ministros el segundo informe sobre el grado de cumplimiento de objetivos de estabilidad presupuestaria. Se trata de un trámite que viene recogido en la ley de estabilidad presupuestaria.
La ministra ha destacado el buen comportamiento del déficit público tras la caída registrada el año pasado y ha recordado que en 2021 la inflación se comportó en el entorno del 3%. Lo digo por aquellos grupos políticos que siempre tienen la tentación de quitar mérito a las administraciones públicas, particularmente a este Gobierno, a la hora de rendir datos respecto al buen funcionamiento de nuestra finanzas públicas», ha reprochado la ministra.
El objetivo del Gobierno durante este ejercicio 2022 y también en 2023 es seguir mejorando el saldo presupuestario, marcándose unos objetivos del 5% para 2022 y del 3,9% para 2023, pese a la suspensión de las reglas fiscales europeas.
La intención, además, es hacer compatible esta reducción del déficit público con las medidas de apoyo a la familia, a los autónomos y a las empresas impulsadas para hacer frente a la escalada de precios y las consecuencias de la guerra en Ucrania por la invasión rusa.
«Si este Gobierno algo ha demostrado a lo largo de la legislatura es justamente que es posible compatibilizar esta responsabilidad presupuestaria con una muy ambiciosa agenda para fortalecer los servicios públicos y también ensanchar a nuestra clase media y trabajadora», ha destacado Montero.