Godó apuesta por la transversalidad tras hacer caja con las radios de Prisa

El Auditorio MGS fue el escenario escogido ayer por el Grupo Godó para organizar una nueva edición de los Foros La Vanguardia, que tuvo como protagonista al presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella.

El arzobispo de Barcelona habló de los valores de la Iglesia católica compartiendo escenario con tres de las estrellas mediáticas del grupo privado catalán mas influyente, Ramón Rovira (adjunto a la presidencia de Godó), Enric Juliana (director adjunto de La Vanguardia) y Jordi Basté (conductor del espacio radiofónico ‘El mon a RAC1’). 

En el mismo auditorio, y también con Godó haciendo caja, habló hace unos días el presidente andaluz Juanma Moreno, que explicó que su llamamiento a empresas de otras autonomías tras rebajar impuestos fue «un toque irónico» que no tenía por ánimo «ni dañar a Cataluña ni a los catalanes».

Sea como fuere, os perfiles ‘unionistas’ de ambos invitados, Omella y Moreno, hacen percibir el clima que se percibe en el Grupo Godó, que tiene por objetivo hacer olvidar el procés que tanto promocionó desde las páginas de La Vanguardia y las ondas de RAC1.

El Grupo Godó, tras haber recibido más de 35 millones de euros de publicidad institucional y subvenciones en la última década por parte de la Generalitat de Catalunya, continúa la dinámica transversal que comenzó en 2013, año en el que su presidente Javier de Godó relevó como director de La Vanguardia al independentista José Antich por el monárquico Màrius Carol, que finalmente cayó en 2020 en favor de un periodista con perfil ‘unionista’ y digital: Jordi Juan.

LA VANGUARDIA FEMINIZA SU CÚPULA

Para esta nueva etapa ideológica La Vanguardia acaba de remodelar su cúpula tras el nombramiento de Delia Rodríguez y Lucia González como subdirectoras del diario. Además, Amaya Verde se incorpora como redactora jefe y Eva Niñerola como nueva responsable de su área audiovisual. 

El director del diario, Jordi Juan, asegura que «la transformación digital es constante y nuestra misión es mejorar cada día un poco más y sacar el máximo partido a los contenidos de alta calidad que realiza nuestra redacción».

«El periodismo no se puede limitar a explicar una buena historia en nuestra edición de papel, sino que se requiere utilizar todos los mecanismos que la digitalización pone a nuestro alcance para hacer llegar a más gente y en formatos diferentes todo lo que queremos explicar», añade.

DESINVERSIONES DEL GRUPO GODÓ

El Grupo Godó perdió 11 millones de euros en el pandémico 2020 por el efecto negativo que le produjo el 20% que poseía en Prisa Radio (Cadena SER, Los 40 Principales, Cadena Dial, Los 40 Classics o Los 40 Urban).

Esta sangría invitó a Javier de Godó desinvertir para centrarse en sus tres joyas de la corona: la todopoderosa La Vanguardia, que ha superado los 120.000 suscriptores; RAC1, que lidera el mercado radiofónico catalán con 933.000 oyentes diarios, según el último EGM; y Mundo Deportivo. 

En 2019 Godó vendió sus acciones en la productora televisiva Nova Veranda (proveedora de TV3), en 2020 se desprendía de su compañía de clasificados Yaencontré; el pasado año se deshacía por 10 millones de euros de Emissions Digitals de Catalunya, que cuenta con un multiplex con cuatro diales autonómicos entre los que se encuentra 8TV; y este año ha vendido a Prisa su paquete radiofónico por 45 millones de euros.

A cambio, Godó se ha hecho en 2022 con la agencia publicitaria Digital Group y ha entrado en el accionariado de la incubadora Nuclio (Housfy), cuyas creaciones empresariales reciben generosa promoción en las páginas de La Vanguardia. 

EL GRUPO SE QUEDA SIN TELEVISIÓN

Las señales que poseía Godó en el multiplex Emissions Digitals de Catalunya pasaron a manos de OC 2022, controlada por el polémico empresario italiano Nicola Pedrazzoli (fundador del extinto Canal Catalá y exaccionista de Trece).

Godó, que gracias a esta operación rozó los 3 millones de euros de beneficios en 2021, explicaba entonces que «el contexto del mercado de las telecomunicaciones y el sector televisivo han sufrido todo tipo de cambios y modificaciones que hacen que poco o nada tengan a ver con la situación actual».

La editora aseguraba que en televisión había «llegado casi a un punto neutro en cuanto a los resultados. Esta circunstancia ha llevado al Grupo Godó a considerar que ha llegado el momento de ceder el testigo a un nuevo operador que podrá aprovechar el trabajo realizado hasta el momento en beneficio de la televisión en Cataluña y su audiencia, con una producción diferente, más basada en la proximidad».

Lo cierto es que Pedrazzoli intentó reflotar a 8TV, pero el mayúsculo fracaso de audiencias de esta televisión que decía querer resurgir para competir contra TV3 ha obligado al italiano a rebajar la producción propia.