sábado, 14 diciembre 2024

Twitter sentencia a Elon Musk

IG Markets

Elon Musk se ha propuesto hacer profundos cambios en Twitter tras acordar el pago de 44.000 millones de dólares por la compra. El problema del hasta ahora considerado hombre más rico del mundo ha basado la adquisición en deuda. En concreto, el magnate se ha comprometido a aportar 21.000 millones de euros en efectivo y otros 12.500 millones en préstamos respaldados en acciones de Tesla y otra parte de la cuantía en bitcoins.

Musk sólo ha cubierto cerca del 9,55% del capital. Busca financiación para el resto de la compra. Por el momento, los bancos respaldan la adquisición, con Morgan Stanley a la cabeza, para facilitar una línea de 500 millones, otro préstamo sindicado de 6.500 millones y dos emisiones de bonos de 3.000 para un total de 13.000 millones de euros. No obstante, estas condiciones son de abril. El problema se deriva de la fuerte caída de las acciones de Tesla, que llegó a valer más que todas las grandes automovilísticas juntas, y del desplome de las criptomonedas. En concreto, Tesla se derrumba un 50% desde máximos y un 26% en ese medio año.

MUSK FÍA SU FORTUNA Y DEUDA A TESLA

En la propia red social que ahora maneja Musk a su antojo se ha hecho hasta una porra para conocer en cuántos años quebrará personalmente el primero de la lista Forbes. Y es que, a pesar de que Tesla genera ingresos más elevados, los resultados han decepcionado al mercado, más cuando las cuentas se mezclan con las pretensiones que tiene Musk sobre Twitter.

Elon Musk
Elon Musk

De hecho, en la presentación hizo varias referencias a esta compra. Todo sobre la base de levantar un castillo en el aire, especulación pura y dura sumado a los sueños de este empresario al que algunos definen como un visionario. Sobre el papel, realidades.

Sólo en 2021, Twitter perdió cerca de 200 millones de dólares -un montante muy similar al cambio actual en euros-, con unos ingresos de 5.077 millones de dólares. En 2020, los números rojos alcanzaron los 1.000 millones. Musk pretende convertir al pajarito azul en el gran hermano de todas las aplicaciones, el sueño de cualquier empresa. Una aplicación para controlar al resto, una única contraseña y usuario, un gigante. Otros, como Uber, lo intentaron en el pasado y cesaron toda operativa poco tiempo después debido a la infinidad de problemas a resolver.

LOS CASTILLOS EN EL AIRE DE MUSK

Para engrosar los ingresos de Twitter, Musk se ha propuesto cobrar una tarifa de ocho dólares mensuales -96 dólares anuales- a quienes deseen tener el circulito verificado con algunos beneficios. La cifra es un 20% inferior a lo que cobra Netflix por ofrecer miles de películas y series sin publicidad. Numerosos perfiles de famosos se han negado a abonar esta cantidad.

El problema es que Tesla no es que esté sobrevalorada a estos precios actuales, sino que está inflada

Pero Musk basa su fortuna en las acciones de Tesla o las criptomonedas. Si la automovilística continuara su caída, así como las criptomonedas, el magnate tendría un problema con los bancos, y éstos aún más grave al tener que provisionar el agujero dejado por el dueño de Twitter. El problema es que Tesla no es que esté sobrevalorada a estos precios actuales, sino que está inflada. Su valor es de 708.000 millones de dólares, cerca del 70% del PIB de España. Y es que, los vehículos son demasiado caros, a excepción de los nuevos modelos, y apenas había competencia debido a que la industria se mantenía centrada en los vehículos de combustión.

No obstante, todas las automovilísticas han puesto rumbo al vehículo sin emisiones y aún no está claro que el eléctrico sea realmente la gran alternativa. Se estima que serán los vehículos de hidrógeno verde, más baratos, con carga rápida fiable y sin problemas de potencia en las redes. De ser así, Tesla tendría que modificar su modelo de producción por completo.

LOS NUEVOS REQUISITOS DE MUSK NO ENCAJAN CON LOS USUARIOS

Asimismo, los analistas señalan que Twitter tiene un valor muy inferior al que ha pagado Musk. Si los nuevos requisitos no funcionan o los planes no salen, el problema no solo sería para Musk, que aún sin sueldo paga los impuestos con la venta de acciones, y éstas son limitadas. No obstante, aún quedaría una nueva baza, una salida a Bolsa, que se produciría después de que el sector tecnológico haya caído más de un 70% en algunos casos. Desde máximos, la red social se había desplomado un 75% desde máximos y se cerró la compra en 54,2 dólares.

Sea como fuere, Musk tendrá que vender sus acciones de Tesla para hacer frente a la compra. El efectivo es insuficiente y la deuda sobrepasa con creces en este momento a su posición de liquidez, prácticamente nula según afirma. Algunos apostantes de la porra realizada en Twitter señalan que Musk solicitará la quiebra personal en cinco años.

OTROS MILLONARIOS SE ACOGIERON A LA QUIEBRA

En este caso, Musk pasaría a formar parte de los ricos y multimillonarios que han solicitado la quiebra. La mayoría de los casos se producen por la bancarrota de sus empresas o por enormes deudas, como le ocurrió al islandés Björgólfur Gudmundsson, quien hizo su fortuna en la industria cervecera y llegó a ser el dueño del West Ham. En 2009 protagonizó la quiebra personal más elevada de Islandia tras el hundimiento de la banca del país. Su seguro sólo cubría una deuda de casi 680 millones de euros, pero el montante alcanzaba los 2.000 millones. Su patrimonio pasó de los 1.100 millones a cero, aunque su trabajo y labor posterior le han vuelto a situar en lo más alto.

Sean Quinn, por su parte, pasó de tener la gloria con las inversiones en plástico, vidrio y hoteles a la nada durante la crisis de 2008. En concreto, poseía el 25% del Anglo Irish Bank, un banco quebrado y cuyas acciones pasaron a valer cero tras el rescate. El problema para Quinn era que gran parte de su fortuna era deuda. Su patrimonio alcanzaba los 2.500 millones y debía 2.000 millones. Tres años después, sus activos apenas eran de 53.000 euros. Son únicamente dos casos de una larga lista de millonarios que lo tuvieron todo y después pasaron a la quiebra personal. Si es el caso de Musk, solo el tiempo y los resultados de sus empresas lo dirán.


- Publicidad -