Jaume Roures compareció la pasada semana en la comisión de control de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) en el Parlament de Catalunya con el objetivo de contextualizar la relación de Mediapro con la televisión autonómica catalana.
El socio gestor de la mayor productora televisiva del Estado asegura que Mediapro factura alrededor de 3,5 millones de euros anuales a TV3, lo que supone una gota de agua entre los ingresos anuales de la compañía que dirige en los últimos años (que se han movido entre los 1.300 y los 1.800 millones de euros).
Es público y notorio que Roures esperaba mejores contratos en TV3, que le ha cancelado su espacio político estrella (‘FAQS’) y no lo tiene como su productor favorito. Algo parecido le ocurre en TVE, donde ya no ejerce de proveedor privilegiado, tal y como ocurría bajo los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero.
TIEMPO DE ESTRECHECES
Mediapro no pasa por sus mejores momentos después de que Orient Hontai se hiciera con el control absoluto del holding a cambio de 620 millones de euros. El fondo de inversión de origen chino controla ya el 85% de las acciones de la productora catalana y ahora ha conseguido financiar la deuda de la misma gracias al gigante norteamericano Pimco, que le ha otorgado 500 millones de euros de créditos.
La deuda de Mediapro ha caído por debajo de los 400 millones, lo cual encauza la situación de una compañía que sufrió en carne propia el pandémico 2020. En el citado ejercicio sumó unas pérdidas 523 millones de euros debido a la situación sanitaria y a los conflictos que ha sufrido en la compra de los derechos de las ligas de fútbol de Francia, a la que renunció, e Italia, que todavía explota.
SIN ÉLITES NO HAY PARAÍSO
La moción de censura que venció Pedro Sánchez en 2018 no disparó la facturación de Mediapro en RTVE, tal y como se preveía. La productora catalana durante estos últimos cuatro años ha vendido varias series (‘Malaka’) o eventos deportivos (la Copa del Mundo de Qatar) a la pública, pero ya no ha contado con la confianza de La Moncloa para realizar espacios de actualidad, tal y como ocurría en la anterior etapa del socialismo en el poder.
En ese mismo 2018 las tensiones políticas entre Roures y Planeta le pasaron factura a Mediapro, que perdió la mitad del contrato anual que tenía en La Sexta. La productora perdió el área editorial, y tan solo mantuvo contratos técnicos y de espacios de entretenimiento (‘El Intermedio’ o ‘Zapeando’).
Roures, muy dolido porque Antonio García Ferreras rechazó emitir en La Sexta el documental ‘Las cloacas de Interior’, cargó contra la estrella de ‘Al rojo vivo’ por su papel en el procés: «Me parece muy poco periodístico y muy demagógico. Ha tomado partido y entonces la realidad le importa muy poco».
El productor realizó un severo análisis sobre Atresmedia: «Ellos lo que hacen es compensar una cadena de derecha-derecha, como es Antena 3, con una cadena donde la información y algunas referencias a eso que se podría llamar ‘la izquierda’ se hacen de cuando en cuando, pero Ferreras es el prototipo de este tipo de discurso; de este discurso engañoso, de hacer ver que estamos defendiendo las libertades cuando lo que estás es buscando excusas para favorecer la represión».
El director de La Sexta le contestó en público: «Hay algo curioso. A Cayetana Álvarez de Toledo (entonces portavoz del PP en el Congreso) y al empresario (Jaume) Roures hay algo que les une: a ninguno de los dos les gusta La Sexta. Eso significa que estamos en el camino correcto».
Posteriormente, Roures siguió perdiendo peso entre el establishment patrio, quizá por el apoyo del magnate a los dos movimientos ciudadanos que más han inquietado a las élites en los últimos cuarenta años: el 15M (del cual surgió Podemos) y el 11S catalán (matriz del procés).
En 2019 el todopoderoso Real Madrid Club de Fútbol le arrebataba la gestión de su canal televisivo. Roures insinuó entonces que había sido víctima de una actuación durante la subasta para obtener el contrato que navegaría contra los intereses de los socios blancos: «Se ha hecho un concurso y sé que hemos hecho la mejor oferta».
También asegura Roures que hizo la mejor oferta para hacerse con el Grupo Zeta, que pasó a manos de un grupo más dócil políticamente: Prensa Ibérica. Javier de Moll logró una quita de deuda que rondó el 50% por parte de los bancos y el dueño de Público lamentó las «interferencias» que le impidieron hacerse con El Periódico de Catalunya o Sport.
«Creo que nuestra oferta no solo es la mejor, sino que es la más beneficiosa para la gente que trabaja ahí. Entrar en otra dinámica laboral como la que ha vivido la redacción los últimos años no es lo más recomendable. Nosotros somos una productora, un grupo fuerte, que es lo que puede dar más continuidad a ese negocio, pero las fuerzas oscuras actúan», denunció.
Al menos, Mediapro se mantiene fuerte en varias autonómicas, Movistar Plus+ (de la cual es la principal proveedora de espacios deportivos) y LaLiga, con la que tiene vínculos empresariales hasta la temporada 2023-24.