El Grupo Prisa necesita dinero (una vez más)

El desasosegante crecimiento de los tipos de interés amenaza con ahogar al Grupo Prisa, que se ha lanzado a la búsqueda de nuevos inversores para cocinar la que sería su tercera ampliación de capital en apenas cuatro años. 

El presidente Joseph Oughourlian sabe que si quiere acudir a esta nueva oxigenación de la compañía necesita que sus socios se acompasen a sus intereses para no tener que opar al grupo. Podría abstenerse en esta operación su socio más cercano, Vivendi, muy dolido tras el bloqueo de La Moncloa a su operación ampliar su posición dentro de Prisa.

En Prisa han rebajado los tambores de ampliación al remitir una aclaratoria a la CNMV: «En relación con las noticias aparecidas en diversos medios de comunicación, la sociedad informa de que está actualmente analizando distintas alternativas estratégicas con la finalidad de reducir la deuda financiera del grupo PRISA y los costes financieros asociados con la misma, sin que hasta la fecha se haya adoptado ninguna decisión». 

MONTAÑA RUSA DEL CAPITAL PARA AHUYENTAR LA QUIEBRA

Alardeaba Prisa por haber domado su deuda, pero esta se volvió a elevar en 2021 y va camino de volver a hacerlo en el presente ejercicio. El grupo editor de la Cadena SER y El País todavía sufre los efectos de la dura resaca de 2006.

El multimedia decidió aquel año lanzar una OPA sobre Sogecable con la que disparó una deuda que parecía asumible (751 millones en 2005) hasta convertirla en peligrosa (2.710 en 2006). La crisis de las hipotecas subprime le estalló en la cara a Juan Luis Cebrián, que vio como el grupo mediático más influyente de España en los últimos cuarenta años se asomaba a la causa de disolución al tener unas deudas contraídas superiores a los 5.000 millones.

Por suerte, para ellos, Prisa no despachaba latas de tomate sino estabilidad al Estado. Es por ello que la banca les dio cuerda y les acabó cambiando créditos a cambio de unas acciones que solo tenían el valor de influir en el grupo que más influye. 

Prisa se fue derechizando, dejando huérfano mediáticamente a la mitad del país, mientras su deuda se encauzaba gracias a la presión de inversores como Joseph Oughourlian, que descabalgó a Juan Luis Cebrián y reconcilió a dos de los grandes poderes fácticos: Prisa y el PSOE de Pedro Sánchez, hoy tanto monta, monta tanto.

Ampliaciones de capital, una reducción de casi 600 millones en 2020 para salir e la causa de disolución porque su patrimonio neto era inferior a las dos terceras partes de la cifra del capital social, y la venta de activos como Cuatro, Digital+ o Santillana (por más de 2.000 millones), han mantenido con vida al conglomerado mediático.

Eso sí, la depreciación del mismo es de aúpa: la acción de Prisa cayó un 99,6% entre 2000 y 2017 y este 2021 supera el 30%.

LA DEUDA ETERNA DEL GRUPO PRISA

La deuda de Prisa cayó en 2021 hasta los 834 millones, cifra que ha repuntado hasta los 904 a fecha 30 de junio de 2022 tras la compra del 20% de su división de Audio (Cadena SER y musicales) al Grupo Godó.

Al menos, Oughourlian ha atado una mayoría estable gracias a su fondo Amber Capital, la luxemburguesa Oviedo Holdings, sus amigos franceses de Vivendi (acusados de ‘lepenistas’ por el tándem Miguel Barroso-José Miguel Contreras) y la socialista Global Alconaba que lidera Andrés Varela Entrecanales (dueño de una de las productoras encargadas de realizar la docuserie sobre Sánchez). 

Menos confianza tiene el inversor de origen armenio en los cuartos accionistas (Rucandio de la familia Polanco, que están sostenidos por el crédito del Santander) y del conglomerado de accionistas hipersensibles a los vientos políticos (entre los que destacan el ‘cebrianita’ Carlos Slim, Telefónica o el banco liderado por  Ana Patricia Botín, muy afectada por la caída de Javier Monzón al frente de Prisa).

Oughourlian se siente seguro al frente de Prisa (el 99,9% de los accionistas aprobó la gestión del Consejo de Administración en la última Junta General), pero advierte con pesar los nubarrones económicos tan solo ocho meses después de haber conseguido refinanciar la deuda del grupo (noticia que le sirvió para tapar las nuevas pérdidas de la compañía, 90,5 millones de euros en 2021).

Más sosegados son los números de los nueve primeros meses de 2022. Prisa perdió 28 millones hasta septiembre, lo que supone una notable caída respecto a los 82 que cedió en el mismo periodo del pandémico año pasado. 

En Prisa se aferran al dato de EBITDA menos indemnizaciones, que alcanzó los 22 millones tras mejorar casi un 50% respecto a 2021, y la mejora del 6% de su área mediática (gracias al crecimiento publicitario en países como Colombia).

MAQUILLAJE

Los inversores más despistados olerán las sardinas de Prisa, que vende interlocución privilegiada con el presidente del Gobierno con menos deudas hacia el establishment y unos números de El País que contienen varias capas de maquillaje.

La compañía presidida por Oughourlian explica que entre julio y septiembre el número de suscriptores de El País ha crecido en más de 24.000 altas netas, cifra récord en un trimestre desde su lanzamiento en mayo de 2020. El periódico, con fecha 30 de septiembre de 2022, ha alcanzado ya los 243.490 suscriptores (+50% de crecimiento interanual), de los cuales 204.046 son exclusivamente digitales (+68% respecto a un año antes).

Lo cierto es que El País, al igual que otros, ha pasado de ofertar suscripciones digitales por precios anuales que oscilaban entre los 48 y los 96 euros anuales (e incluían la edición del periódico impreso en PDF) a lanzar un bazar de baratijas a 1 euro mensual. ¿Para educar al lector a pagar por navegar por la web del diario sin restricciones? En realidad, para vender números tan inflados como los que le dispensaba Comscore en el capítulo de tráfico.

El paywall no está siendo suficiente, por ahora, para sostener un mastodonte como El País. Al igual que los ingresos por audio no pagarán a corto plazo las nóminas de la SER. Eso sí, en ambos parámetros Prisa ha dado varios pasos adelante bajo la tutela de Miguel Barroso.

INDICADORES POSITIVOS

Joseph Oughourlian aseguró en la última Junta General que Prisa «está consiguiendo una mejora significativa en todos los indicadores clave, tanto operativos como financieros. Esta evolución muestra que estamos en el buen camino y esperamos poder cerrar el año cumpliendo con los objetivos fijados, siendo conscientes de la escasa visibilidad que tenemos para los próximos meses, con un entorno macroeconómico altamente complejo». 

La nueva directora financiera del Grupo, Pilar Gil, aseguró que «con un holding optimizado y eficiente» vía Plan Director de Sostenibilidad 2022-2025, pondrán en marcha medidas que pongan «mucho foco en el circulante, en el control de las inversiones que apoyen el desarrollo digital, monitorizaremos los tipos de cambio y los tipos de interés y buscaremos maximizar la eficiencia fiscal, analizando toda opción que nos permita mejorar el perfil de generación de caja de la compañía y lo haga sostenible en el tiempo». Tiempo al tiempo.