sábado, 14 diciembre 2024

La herencia de Tornero en RTVE: mala planificación y olor a enchufismo

José Manuel Pérez Tornero accedió a la presidencia de RTVE en marzo 2021 por el interés del Gobierno de España de despolitizar la Corporación pública como prenda concedida al Partido Popular para que Pablo Casado, a cambio, desencallase la renovación del Consejo General del Poder Judicial.

La Moncloa daba carpetazo a la discreta etapa de la administradora única Rosa María Mateo y otorgaba su plácet a que Pérez Tornero, «el pacificador», trocease y repartiese el organigrama de RTVE entre personas afines a PSOE y PP. 

Los ‘populares’ mareaban la perdiz con la renovación del organismo judicial mientras se bebían la sangre de Jesús Cintora o disfrutaban las presiones de Pérez Tornero a los ‘Telediarios’ para que no hablasen de las eléctricas, de los escándalos de la monarquía española o del enchufismo que disfrutó un familiar directo de Teodoro García Egea en las listas de espera de la Sanidad murciana gracias a la intermediación del presidente autonómico Fernando López Miras. 

Unidas Podemos, a priori, bendijo la llegada de Pérez Tornero a la presidencia a cambio de dos puestos en el Consejo de Administración. Pero al poco tiempo de la renovación advirtieron los peligros de ya expresidente de RTVE, al que no le perdonan la cancelación de ‘Las cosas claras’. 

OLOR A ENCHUFISMO

Pérez Tornero, «ni una mala palabra ni una buena acción» según algunos sindicatos, ha dejado un regalo envenenado en forma de concurso para subdirigir los Informativos de TVE. El puesto ha recaído en Jon Ariztimuño, que dirigió los ‘Telenoticias’ de Telemadrid en los tiempos en los que la dirección general de la autonómica recaía en José Pablo López, hoy director de Contenidos generales de RTVE.

Esta resolución del concurso fue avanzada por El Cierre Digital… hace casi tres meses. No es el que el periódico dirigido por Juan Luis Galiacho tenga una bola de cristal, sino que los concursos bajo la dirección de Pérez Tornero han tenido resoluciones previsibles.

Cabe recordar que su amiga Mireia Pi se convirtió en subdirectora del área de Proyectos y Desarrollo y su excompañero Lluís Pastor en subdirector de Estudios y Transferencia del conocimiento de Radio Televisión Española. 

CCOO afirmó que «los perfiles profesionales que se exigían para las dos subdirecciones (una para proyectos y otra para estudios y transferencia del conocimiento) encajaban, como un guante en una mano, con personas conocidas por el presidente de la Corporación. ¿Quiénes resultaron elegidos? Una empleada de la empresa familiar de Tornero y un profesor de periodismo de una universidad de Cataluña».

NADA EN LA NEVERA CON PÉREZ TORNERO

En 18 meses en el cargo Pérez Tornero llevó a La 1 y los ‘Telediarios’ a sus mínimos históricos de audiencia  antes de dar paso a Elena Sánchez Caballero, afín a Ferraz y mujer de Pedro Pablo Mansilla (que ocupó altos cargos bajo los gobiernos de Felipe González y fue socio empresarial de Miguel Barroso, consejero de Prisa y el hombre que, junto a José Miguel Contreras, reparte el bacalao en la trinchera gubernamental: RTVE y la editora de El País y la Cadena SER, principalmente).

Sánchez Caballero no quiere descolarse el cartel de interina a pesar de que el Consejo de Ministros le ha otorgado poderes ejecutivos sin pasar por el Congreso de los Diputados. La presidenta de RTVE asegura que no admitirá injerencias políticas (posiblemente no le hagan falta) y criticó que la despensa que le deja en herencia su antecesor: «No tenemos nevera. En enero nos íbamos a negro». 

La periodista desenfundó este argumento para contrarrestar las lógicas criticas recibidas al Consejo de Administración de RTVE por haber dado luz verde a un espacio producido por LaCoproductora (del Grupo Prisa) a cambio de 5,5 millones de euros más IVA que conducirá Julia Otero.

El sindicato USO asegura que los socialistas «vienen a por la pasta y, concretamente, a por los 30 millones de euros que hay en juego para repartir a productoras amigas».

LOS ERRORES DE LA DERECHA DAN FUERZA  A SÁNCHEZ

Pedro Sánchez encara con fuerza un curso político que algunos preveían que iba a ser un Vía Crucis para él. El presidente del Gobierno más resiliente, una vez más, tenía todo en contra. Pero le otorgan crédito los obscenos errores de Alberto Núñez Feijóo (del CGPJ al ‘1984’ de Orwell), el amago de ruptura de la extrema derecha con Macarena Olona como aliada, su perfil internacional y las elecciones autonómicas, en las que el PSOE podría ganar más autonomías que el PP gracias a los barones más centristas.

El área socialista del Gobierno está volcada en su estrategia mediática (control de RTVE a cambio de ceder espacios en La 1 a Unidas Podemos, reforzamiento de Prisa y docuserie sobre Sánchez). Pero sus opciones pueden saltar por los aires por sus socios, que caminan hacia la ruptura por la ‘llamarización’ de una estrella domesticada que podría ser fugaz. 


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