Amazon se ha adentrado en los pagos a plazos para facilitar las compras de los consumidores. Para ello, ha alcanzado un acuerdo con Cofidis, condenada en numerosas ocasiones por el Tribunal Supremo y otras instancias judiciales menores por usura y cláusulas abusivas. La operativa no entraña riesgos financieros para Amazon, al no prestar dinero en ningún caso, sino para Cofidis por ofrecer estos préstamos, generalmente a cuatro meses, con intereses abusivos en caso de impago y altas comisiones; pero también para los compradores, especialmente quienes tienen problemas en los pagos.