¿Qué puede llegar a cubrir un seguro del hogar?

Los seguros de hogar están formulados para ofrecer protección frente a contingencias de toda índole que pueden padecerse en una vivienda, si bien el tipo de siniestros y situaciones contempladas variarán siempre en función de las coberturas incluidas en cada póliza.

Un primer aspecto a destacar del seguro de hogar es su importancia dentro del esquema de aseguramiento en España, ya que pese a su no obligatoriedad, el 74% de las primeras y segundas residencias estarían protegidas con una póliza, de acuerdo a un estudio de febrero de 2021 de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa).

Estos altos porcentajes pueden sorprender si valoramos que los seguros del hogar a diferencia de los de los vehículos no resultan obligatorios (salvo cuando hablamos de inmuebles hipotecados o algunos alquileres), pero no ha de ser tan llamativo teniendo en cuenta el bien que protegen: la vivienda, la propiedad que en buena lógica suele ser nuestra posesión más preciada, y que por su naturaleza está sujeta a padecer una amplísima gama de siniestros y percances.

¿Qué tipos de coberturas hay en los seguros del hogar?

Las coberturas de los seguros de la vivienda se pueden dividir en tres modalidades, las que protegen el continente, el contenido y la responsabilidad civil; esto es, los daños a terceros derivados de un siniestro ocurrido en nuestro inmueble.

Así, por protección del continente se entiende la cobertura de daños en los elementos estructurales de la construcción: techos, paredes, suelos… Mientras que en el contenido entrarían bienes muebles como el mobiliario, electrodomésticos, dispositivos, objetos, etc.

Y ya por último, en lo relativo a la responsabilidad civil, tendríamos la cobertura de incidentes tan comunes como la rotura de tuberías que originan la aparición de humedades a un vecino, pero también daños como por ejemplo los desperfectos ocasionados en otra vivienda al hacer una obra en casa.

Coberturas fijas y opcionales

Con todo, los supuestos contemplados, el grado de protección que se obtiene y la indemnización que se percibirían dependerá de la modalidad de póliza que se contrate y de las coberturas que incluya.

A este respecto, cabe distinguir entre coberturas fijas y opcionales, ya que las distintas aseguradoras ofrecen la posibilidad de añadir a la protección básica la previsión de un amplio espectro de siniestros, que a lo postre permiten obtener una seguridad plena de que todas las reparaciones que se puedan precisar quedarán cubiertas, o bien la percepción de la indemnización correspondiente en el supuesto de que los daños producidos resulten irreparables.

De este modo, vemos que el hecho de que hablemos de coberturas adicionales no significa ni mucho menos que sean accesorias, al incluir la protección en caso de incendio, robo, percances eléctricos, fenómenos meteorológicos, fugas, daños accidentales y un amplísimo etcétera, que puede abarcar también la asistencia en el hogar.

Con las coberturas adicionales, tenemos una percepción clara de lo que puede llegar a cubrir un seguro del hogar, que es toda la amplia gama de siniestros que resultan susceptibles de padecerse en una vivienda.