La semana del euro está siendo positiva, dentro de que aún sigue sumido en la tendencia bajista con respecto al dólar. La moneda europea parece haber cobrado algo de fuerza no tanto por argumentos propios, sino por la marcha atrás en la rebaja de impuestos propuesta por Liz Truss en Reino Unido y por la ligera corrección que está experimentando el dólar. La moneda europea, pese a seguir en su nivel más bajo de los últimos cinco años, parece haber cogido algo de aire en los últimos días. De hecho, a raíz de los problemas monetarios en el Reino Unido y ligera corrección del dólar, la divisa de la eurozona ha ganado un 0,40% con respecto al billete verde.
Sea como fuere, los vientos siguen soplando a favor de la tendencia bajista para el euro. La moneda única está sujeta a las variaciones de la eurozona, que actualmente nada en un mar de problemas económicos, políticos y sociales. Dentro de que la guerra entre Rusia y Ucrania sigue siendo el problema mayor del Viejo Continente, el conflicto bélico se ha convertido en una fuente de problemas para las naciones europeas. La inflación, pese a que venía siendo un problema que estaba llamando a la puerta de varios países, se ha acelerado desde que Rusia invadiese Ucrania el pasado 24 de febrero. Desde esa fecha, el precio de las materias primas y los costes energéticos se han disparado.
EL EURO, SIN IMPULSO ALCISTA
Con un IPC disparado (con previsiones en septiembre de superar el 9,5%), el BCE ha sacado el martillo pilón para intentar cesar la escalada de los precios en la eurozona. Por el momento, la institución liderada por Lagarde ha elevado los tipos en un 1,25% en dos golpes. La última subida, que se llevó a cabo el pasado 8 de septiembre, fue la más elevada de la historia del BCE. Ahora, a las puertas de una nueva reunión de tipos en la eurozona (27 de octubre), el mercado empieza a descontar una nueva subida que, casi con seguridad, será de 75 puntos básicos.
Así, con unas perspectivas macro nada halagüeñas para la economía del continente, el euro seguirá sumido en la tendencia bajista frente al dólar hasta finales de año. Francesco Pesole, analista de ING, cree que «el EUR/USD se ha beneficiado en gran medida de la mejora del sentimiento de riesgo global, de la corrección del dólar y de algunos efectos positivos del giro fiscal de Reino Unido, pero el euro sigue sin mostrar ningún impulso alcista idiosincrásico sustancial«.
«LAS PERSPECTIVAS DE LA EUROZONA SIGUEN SIENDO COMPLICADAS«
Pese a que la divisa europea se ha visto ligeramente aupada, la realidad es que las circunstancias económicas de Europa tumban cualquier posibilidad de rebote de la moneda única. «Las perspectivas de la eurozona siguen siendo muy complicadas y la incertidumbre sobre la crisis energética es elevada de cara a los meses fríos«, agrega el analista de ING. La moneda única cuenta con más inconvenientes que alicientes. La guerra de Ucrania sigue siendo un problema mayúsculo, sobre todo porque limita las maniobras del BCE.
El organismo presidido por Lagarde fue uno de los que actuó más tarde con respecto a sus pares debido al conflicto armado. Con unos precios disparados, realizar subidas de tipos abruptas podría abrir las puertas a la estanflación en el Viejo Continente. Pese a ello, el Banco Central Europeo cambió su política monetaria, elevando los tipos y cambiando su discurso. Lagarde dejó claro que harían todo lo posible para cesar el impacto de la inflación. Las subidas de tipos parecen ser el único camino para cumplir con tal cometido. Y esto, pese a que teóricamente refuerza al euro, no está teniendo un efecto vitalizador sobre la moneda europea.
LA RECUPERACIÓN DEL EURO PARECE «BASTANTE FRÁGIL«
El negativismo copa el mercado. Así, ING cree que «la recuperación del EUR/USD parece bastante frágil, lo que significa que cualquier recuperación del dólar podría desencadenar en una corrección más amplia del par«. Es decir, una dinámica positiva del euro depende de la proyección del dólar. Cabe destacar que la divisa europea ha retrocedido más de un 13% con respecto a la divisa norteamericana en lo que va de año. Hoy por hoy, un euro equivale a 0,98 dólares. Francesco Pesole, analista de ING, cree que el euro va a volver a 0,95 en las próximas semanas, lo que significaría retroceder hasta su mínimo anual.
El euro no cuenta con indicadores de mejora. Los analistas atisban una prorrogación de la caída de la moneda europea frente al dólar. El escenario macroeconómico del Viejo Continente no hace presagiar lo mejor para el euro. La crisis energética y de las materias primas, nuevas subidas de tipos, inestabilidad político-económica en algunos países como Italia o Alemania…son algunos de los factores podrían hacer que el euro no se levantase de aquí hasta finales de año. Los expertos dan por hecho que la divisa europea no crecerá en el último trimestre del ejercicio. De hecho, no se descarta que el euro dilate su caída con respecto al dólar.