Una de las grandes campañas de las VTC para justificar su existencia frente al Taxi es que se conocen los precios. Es una campaña que han repetido Cabify, Uber y Bolt, refiriéndose a lo poco predecibles que pueden ser los taxímetros para calcular el precio final de un viaje. Sin embargo si el usuario requiere de emergencia un Uber en la hora de salida del trabajo o el día de un gran espectáculo se puede conseguir con una sorpresa parecida.
El aumento de los precios de los vehículos por conductor en las horas de mayor demanda ha sido uno de los puntos fuertes de los taxistas en su campaña para defenderse. Es que si bien los taxis dependen de su taxímetro, esté mantiene el mismo número todo el tiempo. En cambio la «tarifa dinámica» de la VTC hace que la demanda del momento pueda cambiar los planes.
Esta llamada «Tarifa Dinamica», un multiplicador aplicado al precio base de alquilar un viaje, puede disparar el precio del viaje promedio hasta 10 euros más de lo usual. Es un duro golpe a la billetera del usuario, y uno del que pueden no enterarse hasta el momento en que están por pedir el vehículo. Es una sorpresa desagradable, pero cada vez más normal para estas aplicaciones.
VARIABLES DESCONOCIDAS
Si bien estas horas de alta demanda suelen coincidir con las horas puntas en las ciudades hay otras variables que pueden cambiar el precio. Días de elecciones, protestas, paros de transporte público o de grandes festivales pueden aumentar la demanda. Si bien las empresas aseguran que el aumento no suele durar demasiado es complicado predecir cuántos minutos de más tendría que esperar un usuario para ahorrarse algunos euros.
es complicado predecir cuántos minutos de más tendría que esperar un usuario para ahorrarse algunos euros.
Días como los del MadCool suelen tener un aumento marcado de precio durante todo el evento. Al mismo tiempo las zonas de salida de un concierto suelen pasar por estás subidas, que deben enfrentar todos los usuarios. Son situaciones que complican la vida del usuario, y que los taxistas han usado para criticar a estas empresas.
Esto suma factores que no pueden esperar los usuarios. En caso de vivir cerca de zonas de eventos, o simplemente tener que salir de emergencia de alguno, el aumento del precio inesperado es considerablemente mayor que la sorpresa que nos podemos encontrar en un taxímetro.
BUENAS HORAS PARA USAR EL TAXI
Estos momentos de alta demanda suelen presentar una buena oportunidad para los taxistas. Un viaje en taxi durante las horas de alta demanda puede resultar hasta unos 10 euros por debajo del uso de una VTC durante ese tiempo. Por ejemplo un viaje de 30 minutos en un taxi a la velocidad promedio de Madrid puede costar cerca de 16 Euros, el mismo recorrido en Uber en horas de alta demanda puede llegar a costar unos 20.
Son diferencias de más del 20% en el precio, que bien pueden empujar a los usuarios a buscar otras opciones. Es también una prueba de la preponderancia de precios ocultos en este tipo de empresas donde pareciera imposible hacer un presupuesto honesto. Además las nuevas complicaciones en buena parte de España para poder usar los servicios de VTC tras el vencimiento del «Decreto Abalos».
Eso puede ser llamativo a la hora de calcular el precio de los taxis fuera de Madrid, valdría la pena revisar entonces en los próximos meses cómo evolucionan los precios de los taxis. Pero de momento, en las ciudades donde hay competencia parece mejor idea levantar la mano en la hora pico.
EL FUTURO DE LAS VTC EN ESPAÑA
La verdad es que las diferencias en sus precios bien puede ser el menor de los problemas de las VTC en España. El final de la legislación impuesta por el anterior ministro de transporte, movilidad y agenda urbana, José Luis Ábalos, debía coincidir con una nueva regulación por parte de las comunidades autónomas pero sólo tres han cumplido con el plazo: Madrid, Cataluña y Andalucía, pero dos de ellas no fueron especialmente positivas para las nuevas ofertas de movilidad.
A pesar de ello las VTC están haciendo lo posible para poder seguir operando el país. Los parachoques de Bolt en Cataluña, las publicidades tan directas de Cabify o los intentos de Uber de colar publicidades en zonas protegidas dedicadas a los taxis. Son medidas que pueden ser controversiales desde afuera pero que parecen necesarias para atravesar está crisis.
Lo cierto es que como usuarios nuestra principal preocupación suele ser cómo realizar nuestro viaje de forma más rápida y barata, por lo que estar atentos a las variaciones en los precios puede ser clave para el bolsillo del viajero.
