La Agencia EFE se convierte al islam tras plegarse al Gobierno

El terremoto que sacude a RTVE tras la dimisión de José Manuel Pérez Tornero, que ha constatado que ha perdido la confianza de La Moncloa, contrasta con el remanso de paz que reina en la Agencia EFE desde que hace 19 meses Gabriela Cañas se convirtiera en la primera presidenta de un gigante mediático presente en 180 ciudades de 120 países que sirve casi tres millones de noticias al año en casi 2.000 medios de comunicación de los cinco continentes.

Cañas, que según señalan fuentes del Gobierno a MERCA2.es es «más comprensiva respecto a las sugerencias del Gobierno que su antecesor, Fernando Garea», preside sin estridencias la primera agencia del mundo en castellano y la cuarta del mundo gracias a una red de más de un millar de trabajadores que está apuntalada por los más de 50 millones de euros que le aporta cada año el Ejecutivo.

La presidenta de EFE es plenamente consciente que no va a recibir los parabienes que la profesión periodística regaló al oído de Garea, que en apenas 19 meses impulsó un Plan de Igualdad, un Consejo de Redacción y la aplaudida web Efeminista.

LAS TAREAS DE GABRIELA CAÑAS

La ex de El País, en el mismo periodo de tiempo del que dispuso Garea, apenas ha tenido de empezar a ejecutar el Plan Estratégico, impulsar un plan de bajas incentivadas a partir de los 63 años o integrar los departamentos de radio y gráficos en un solo para seguir reduciendo las pérdidas, que en 2021 fueron de 9 millones de euros en vez de los 12 de 2020. 

Otra de las tareas de Cañas ha sido acercarse al mundo islámico. Y para ello acaba de firmar un acuerdo de la agencia que preside con la Casa Árabe que lidera Irene Lozano con la intención de fomentar «las relaciones políticas y económicas entre actores españoles y árabes», señalaron ambos apéndices gubernamentales.

Cabe recordar que Casa Árabe es un consorcio institucional creado en 2006 mediante un convenio de colaboración suscrito entre el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), la Junta de Andalucía, la Comunidad Autónoma de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid y el Ayuntamiento de Córdoba.

EFE asegura que entre las actividades previstas que surgen de este acuerdo se encuentran la organización de desayunos informativos sobre temas de actualidad, la puesta en marcha de un programa de formación de periodistas del mundo árabe, o la realización de talleres en España para explicar a periodistas cuestiones sobre el mundo árabe y el islam con la intención de que se eviten «enfoques islamófobos». 

A este reciente pacto se le suma otro convenio firmado por EFE con la dictadura teocrática y machista de Qatar, deseosa de esconder bajo las alfombras los escándalos que acumula antes de que acoger el polémico Mundial de fútbol masculino.

LA DESGUBERNAMENTALIZACIÓN INCONCLUSA: GAREA

Fernando Garea fue uno de los periodistas que se creyó las promesas de Pedro Sánchez de desgubernamentalizar el control de los medios públicos, manipulados y depauperados bajo los gobiernos de Mariano Rajoy.

El hoy adjunto al director de El Español fue fulminado por orden directa del presidente del Gobierno y se vio obligado a recordar que «una agencia pública no es una agencia del Gobierno» y que, tal y como señala el Estatuto de la Redacción de EFE, la agencia «es propiedad de la sociedad en su conjunto». 

El expresidente de la agencia propiedad de la SEPI recordó que desde que accedió al cargo constató que EFE necesitaba una renovación «porque el mercado de los medios de comunicación ha cambiado en todo el mundo, porque los clientes tienen dificultades económicas crecientes, porque el negocio de las agencias de noticias ha cambiado y está en crisis, porque la competencia es muy dura y, en general, porque la tecnología ha avanzado muy rápido».

«Hay que sortear las penurias económicas de los medios a los que servimos, la fortaleza de competidores, los recortes de patrocinios de empresas y los problemas de mercados internacionales tan problemáticos como el latinomericano, el principal de EFE», añadió.

Garea aseguró que estudiando el ejemplo de las agencias internacionales constató que era preciso «ese cambio radical para intentar ponerse a su altura y abordar el cambio necesario. Y a esa tarea me puse desde el primer día. Con cambios para adaptar la redacción y, sobre todo, con proyectos diferentes que cumplan el objetivo básico de la diversificación de la agencia«.

«En paralelo, puse en marcha cambios en los contenidos, nuevas narrativas multimedia, una comisión de verificación, acuerdos con agencias internacionales, un plan de periodismo automatizado y una mejora y actualización de la marca, entre otras iniciativas. También una renovación del área de gestión y a creación de un departamento de auditoría y el reforzamiento del área jurídica. La tarea tenía alcance a largo plazo y ha quedado obviamente interrumpida recién arrancada», explicó.

Ese mismo camino intenta recorrer Cañas, consciente de que la fragilidad demoscópica del Gobierno está llevando a Pedro Sánchez a apretar febrilmente el acelerador con los medios afines al PSOE, públicos y privados, con la intención de protagonizar su enésimo milagro político en las generales previstas antes de que finalice 2023.