Acciona y Ferrovial se han unido al grupo de empresas que han decidido desprenderse de sus inversiones en transporte sanitario. Es una decisión que han tomado tras poco tiempo prestando los servicios de transporte para los pacientes en la Comunidad Autónoma de Aragón al darse cuenta que el sector tenía un margen de ingreso demasiado pequeño para ser rentable.
El anunció es simplemente un paso más en un patrón para las compañías de construcción, que se han venido quitando el lastre de este tipo de inversiones. Son proyectos que originalmente parecían bastante rentables, pues se trata de licitaciones en un principio de hasta 127 millones de euros, pero que requieren de inversiones demasiado grandes para mantener.
REDUCIDOS MARGENES DE GANANCIA
El gran problema para las empresas en Aragón, y que les ha pasado ya en Cataluña o Murcia, es que el funcionamiento diario del sector salud es demasiado costoso. La cantidad de empleados y vehículos que debían mantener era tan alta que el margen de ganancia se reducía hasta el 2% o 3%. Es un margen que no parece viable mantener en tipo en empresas, que no dependen del mismo.
Pero además, resulta que las deja demasiado expuestas. Casos como el de Ferrovial en Cataluña no solo incluyen el alto costo de la inversión sino las críticas a servicios como el de la gestión a llamadas al 063 o directamente el seguimiento de los casos de la Covid 19, que llevaron su nombre a ser arrastrado públicamente en las redes sociales. De hecho, en el caso del seguimiento del Covid, finalmente tuvieron que ceder de vuelta la tarea a la sanidad de la comunidad.
En el pasado es un problema que tuvieron que afrontar también empresas como Isolux, quienes operaron el transporte sanitario en Madrid, pero que al intentar expandirse a otras comunidades no pudieron conciliar los costes de gestión con la búsqueda de ingresos.
EL CRECIMIENTO DEL SECTOR NO FACILITA SU ENTRADA
Parte de lo que hace tan llamativa la dificultad de estas empresas para operar de forma rentable en el sector es que, de hecho, está creciendo. Según datos del observatorio sectorial DBK el sector facturó unos 1450 millones de euros en los últimos dos años, creciendo un 7% en 2020 y otro 5% en 2021.
A pesar de todo ya se intuía la ralentización del sector en el mismo informe que predecía que estas ganancias podrían disminuir durante los años 2022 y 2023. La nueva crisis causada por la guerra, la inflación y la menor compra de vehículos médicos como ambulancias tras pasar lo peor de la pandemia podrían ser los motivos para está ralentización.
Son puntos que seguirán en la mesa durante los próximos meses y que las empresas probablemente tendrán en cuenta antes de caer de nuevo en licitaciones que desde afuera pueden parecer jugosas.
AMBUIBERICA INSISTE EN LA GESTIÓN PRIVADA
Lo cierto es que mientras algunas empresas han salido despavoridas del sector las compañías más especializadas siguen nadando e insistiendo en la necesidad del sector privado para el funcionamiento de los servicios de transporte de pacientes.
Ambuiberica por ejemplo sigue insistiendo en volver a operar en Cantabria donde la comunidad autónoma ha decidido retirar la licitación y correr con los costes de los servicios de transporte de pacientes. Es un gasto de algo más de 18 millones de euros, que sin embargo aseguran es más rentable antes que depender de una empresa privada.
En el caso de Cataluña fueron algunos ex directivos de la propia Acciona quienes intentaron hacerse con el contrato de gestión del servicio de ambulancias. Bajo el abanico del «Consorci Transport Sanitari de Girona» se presentaron para la nueva licitación aunque finalmente no fueron capaces de conseguirla.
EL PANORAMA DARIAS
Por otro lado, la Ley de Equidad, Universalidad y Cohesión del Sistema Nacional de Salud, mejor conocida como ‘Ley Darias’ otorgaría otra razón a las empresas que han decidido escapar del sector.
Hay que señalar que el Congreso ha dado verde al proyecto de Ley para consolidar la Equidad, Universalidad y Cohesión del Sistema Nacional de Salud (SNS) al ser rechazadas las enmiendas a la totalidad presentadas por los grupos parlamentarios Vox y Ciudadanos por 64 votos a favor de las mismas, 191 en contra y 88 abstenciones, por lo que la normativa continuará su tramitación parlamentaria.
El proyecto de ley pondría aún más trabas a las empresas privadas que quieran gestionar parte del sistema público de salud, lo que incluye el transporte de pacientes y la gestión de llamadas de emergencia.
Las intenciones del Gobierno con esta ley causan controversia no solo entre empresas del sector salud sino incluso dentro de la propia facción del Ejecutivo, pese a lo cual, sobre el papel, se aprobará aprobará. Por tanto, la dificultad para aumentar el margen de ganancias ya no será el principal problema para las compañías interesadas en invertir en está o en otras áreas de la salud.
Es un problema que, según ha explicado el sector privado de la sanidad, podría generar un colapso del sistema público de salud.