Iberdrola, GSK, Mapfre y Esade han afirmado este lunes que en España existen oportunidades para la innovación y para mejorar las capacidades tecnológicas de las empresas, que para ello deben potenciar la colaboración con terceros y el talento.
Así lo han indicado los representantes de estas empresas en un evento celebrado en Madrid y presidido por la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, en el marco de Generación de Oportunidades, un proyecto de Europa Press en colaboración con la consultora McKinsey & Company.
«Estamos en un momento incierto y la innovación nos va a ayudar a salir mejor posicionados«, ha asegurado el director de Innovación de Mapfre, Juan Cumbrado, durante su participación en la mesa redonda titulada ‘Liderar la Innovación con responsabilidad: los retos y oportunidades de España’.
A su juicio, la sociedad y las empresas tienen clara esta idea y saben también que, en un contexto de crisis y de inestabilidad, «la innovación va a ser el factor diferencial» que determinará quiénes saldrán más fuertes una vez superadas las dificultades.
En el mismo sentido, el director del centro de I+D de Salud Global de GSK España, David Barros, ha declarado que cuando la cuenta de resultados de una compañía no va bien, no hay que pensar que «lo primero que debe sufrir es el apartado de innovación. Al contrario, «quizás es el último que debe tocarse», ha agregado.
PONERSE AL DÍA CON LA TECNOLOGÍA
Gloria Macías-Lizaso, socia de McKinsey y moderadora del debate, ha señalado que «la inversión en innovación es clave para poder generar crecimiento y productividad empresarial», y así lo refleja el informe ‘Garantizar la competitividad de Europa. Abordar su brecha tecnológica’, de McKinsey Global Institute.
Citando este estudio, el socio director de McKinsey & Company, Alejandro Beltrán, ha apuntado que las economías y las empresas de Europa y de España crecen más lentamente e invierten menos recursos económicos en I+D en relación con sus ingresos en comparación con Estados Unidos. Si Europa no se pone al día con la tecnología, estará en riesgo un valor agregado corporativo de entre dos y cuatro billones de euros anuales hasta 2040, según ha advertido.
Para Esteve Almirall, profesor titular del Departamento de Operaciones, Innovación y Data Sciences de Esade, hay dos velocidades: mientras unas compañías tienen una productividad muy alta, otras «se han quedado estancadas».
También ha diferenciado entre las que innovan en el ‘core’ o la parte esencial de su negocio y las que innovan en la periferia del mismo, en los nuevos productos y servicios, y ha añadido que, para alcanzar altos niveles de productividad, las empresas deben elegir el primer camino.
En España «tenemos la tecnología y los profesionales, no tenemos un déficit de capacidades», pero «hay que reorientar», ha comentado Almirall, que también ha abogado por medir la innovación teniendo en cuenta no tanto las capacidades como la habilidad para «movilizar esas capacidades», así como los resultados que obtienen las empresas.
COLABORAR CON TERCEROS
En Mapfre creen que «no va a haber un freno» en la inversión en innovación próximamente, sino que las empresas se van a inclinar por la innovación abierta, por colaborar con otros actores, un método que, según Cumbrado, es «mucho más efectivo».
«Nos apoyamos en terceros, en innovadores que son especialistas en una actividad en concreto, para mejorar la productividad, nuestra relación con el cliente o los productos y servicios que estamos ofreciendo», ha explicado, indicando que aquí el predominio de las pymes en el tejido empresarial puede ser «una oportunidad» en vez de una desventaja.
Esta es también la forma de trabajar de GSK. Según Barros, la empresa farmacéutica busca no solo ser más competitiva y tener una «ambición sostenible», sino «formar parte de colaboraciones ventajosas» para seguir avanzando en la innovación.
En el caso de Iberdrola, la responsable global de Innovación, Beatriz Crisóstomo, ha declarado que tienen un modelo abierto, de colaboración dentro de consorcios y alianzas: «Como empresa no hacemos nada solos en innovación, nos apoyamos en todo un ecosistema».
Asimismo, ha hecho hincapié en la «descentralización», pues la innovación «forma parte del ADN de todos los empleados». Pero también cuentan con centros especializados en determinadas tecnologías, como el Global Smart Grids Innovation Hub ubicado en Bilbao, donde trabajan con 80 colaboradores, entre empresas grandes, desarrolladores tecnológicos, ‘startups’, universidades y centros tecnológicos.
«TODAS COMPETIMOS POR LOS MISMOS PROFESIONALES»
En relación con las universidades, Crisóstomo ha resaltado igualmente la colaboración que han establecido con ellas para intentar que sus programas formativos incluyan las capacidades técnicas y ‘soft’ que las empresas están demandando, de forma que se generen los nuevos perfiles profesionales que la compañía requiere.
Con la digitalización, «todas las empresas competimos por los mismos profesionales», ha afirmado, mencionando a científicos, arquitectos, analistas de datos e ingenieros. Un talento que es necesario retener y atraer, según Barros, de GSK, haciendo que la empresa sea «un lugar agradable donde trabajar» y que quienes forman parte de ella sepan que sus ideas tienen cabida y que van a servir para transformar.
El director de Innovación de Mapfre ha señalado que, para el talento interno, en la aseguradora tienen un programa para detectarlo y aplicar ‘upskilling’ y ‘reskilling’ con el fin de «transformarlo y hacerlo crecer y generar nuevas oportunidades». En cuanto al talento externo, tratan de atraerlo orientándose hacia proyectos que puedan resultar interesantes a esos profesionales.