¿Conoces los seguros de impago del alquiler?

Desde la crisis de 2008, el mercado del alquiler ha tenido un auge sostenido en el tiempo, pero lo cierto es que con la llegada de la pandemia se dispararon los casos de impago, algo contra lo que los arrendadores están muy desprotegidos.

Por eso ha surgido el seguro de impago de alquilerdestinado a que los propietarios puedan seguir cobrando la renta aunque su inquilino no pague, además de obtener ayuda para el proceso judicial si se da el caso.

Un seguro económico que se repercute en la cuota mensual

La cuantía del seguro va en función de la renta anual y del perfil del inquilino, además del número de cuotas que queremos que nos paguen, pero para hacernos una idea la cuantía anual va desde el 2,80 al 3,60 % de lo que ingresamos todos los años.

De esta manera, si el inquilino paga 1000 euros al mes y queremos que el seguro se haga cargo de las cuotas de un año, debemos aportar unos 441, los cuales podemos repercutir al inquilino.

Además, también hay disponible un seguro que se encarga de la defensa jurídica y de su coste (en este caso no nos pagarían las mensualidades) que cuesta un 1,80 % del importe anual del alquiler y que tiene la enorme ventaja de que no hay que pedir ninguna documentación al inquilino.

¿Cómo funcionan estos seguros si se produce un impago?

En el caso de que se produzca un impago, cosa que por desgracia va a ser habitual en los próximos meses, hay que poner la demanda de desahucio cuanto antes y esperar a que haya una serie de pagos insatisfechos, cuya cantidad se suele fijar en tres meses.

Aquí se pone en marcha el mecanismo para que el seguro pague las mensualidades al propietario mientras sigue su curso el proceso judicial, y además hay una cantidad de dinero que puede llegar hasta los 7000 euros, por si hay desperfectos.

Es común que el inquilino no se tome nada bien la demanda y responda destrozando la vivienda, o al menos causando desperfectos que son caros de arreglar, y de ahí que el seguro de impago destine estas cantidades.

No hay que olvidar que, en bastantes casos, tampoco se pagan los suministros, los cuales muchas veces siguen a nombre del dueño, así que los seguros suelen tener estas coberturas que se activan al mismo tiempo que se deja de pagar la renta.

También incluyen la limpieza y el cambio de la cerradura, dos actuaciones fundamentales antes de poner en alquiler la vivienda otra vez, pues hay que dejarla presentable y segura de cara a un nuevo inquilino, que tal y como está el mercado de la vivienda no tardaremos en tener.

Alquilar una casa o un piso es un buen negocio ahora mismo, pero siempre es mejor ser cauto y contratar seguros de impago del alquiler, ya que en nuestro país el propietario tiene una gran desprotección ante los inquilinos que dejan de pagar de repente la renta, los suministros, y además causan desperfectos en el inmueble.