La cercanía de Meloni a Europa rebaja el miedo inversor a la extrema derecha

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Italia está cerca de conocer su futuro inmediato. Con las elecciones para conocer al primer ministro a la vuelta de la esquina, las encuestas ubican a Meloni como la favorita para hacerse con el poder del país transalpino. Pese a que la candidata de Hermanos de Italia cuenta con varias voces discordantes, la realidad es que Giorgia es la que más papeletas posee para hacerse cargo del Consejo de Ministros del país con capital en Roma. Meloni sustituiría a Draghi como primer ministro del país. Un cambio sustancial, sobre todo en materia económica.

La candidata del partido post-fascista ha sido clara durante todo este tiempo de campaña en lo que a materia económica corresponde. El euroescepticismo es una de las cualidades que caracterizan a Meloni. Pese a ello, y ante el recrudecimiento de la situación macroeconómica de Europa y, por supuesto, de Italia, la futura presidenta ha rebajado su discurso antieuropeo con el objetivo de crear puentes con la Unión Europea, como con el resto de organismo del Viejo Continente. Maloni es conocedora de que el BCE no va a dejar a Italia varada. La italiana es una de las economías más endebles de Europa. 

UN MOMENTO DIFÍCIL 

Natalia Aguirre, analista de Renta4, explica que «la inestabilidad política de Italia se suma a una situación ya de por sí complicada, con una elevada exposición al gas ruso, débil crecimiento económico y una elevada deuda. Todo ello convierte al país italiano en el primer candidato en usar el sistema anti-fragmentación del BCE«. La más que probable victoria de Meloni llega en un momento en el que el país acumula una inflación del 8,4% en el mes de agosto. Es decir, el IPC del país ha crecido en tres décimas con respecto al que aglutinaba en julio. «Con TIR en 4,17% y prima de riesgo en 230 pb, Italia se sitúa a las puertas de los niveles de estrés», expresa Aguirre.

«Con TIR en 4,17% y prima de riesgo en 230 pb, Italia se sitúa a las puertas de los niveles de estrés»

La flaqueza económica de Italia se suma a un momento marcado por la inestabilidad financiera, el peligro de que varios países europeos caigan en recesión, además de la crisis energética que nos acompaña desde que comenzase la guerra entre Rusia y Ucrania. Todo ello ha condicionado el discurso de una Meloni que, lejos de buscar más confrontación (como sí venía haciendo) con la Unión Europea, ha tornado por criticar a Putin y acercar posturas con los organismos europeos. Hay expertos que consideran que este cambio de discurso la ha acercado a la presidencia del país. Sea como fuere, el mercado financiero conoce los pensamientos de Meloni, y, como poco, su llegada al poder suscita ciertas dudas a los inversores

LOS HERMANOS DE ITALIA DEBÍAN APARCAR EL EUROESCEPTISCISMO

Antonio Castelo, analista de iBroker.es, explica que «los mercados han venido cotizando en los últimos años con temor a cualquier aproximación de un partido de extrema derecha a los gobiernos». «La dimisión de Draghi elevó de nuevo el temor a una colación de derechas en Italia, los cuales son euroescépticos», agrega Castelo. Pese a que los Hermanos de Italia nunca han escondido su euroescepticismo, estos han moderado su discurso ante la Unión Europea. “El partido de Meloni ha realizado diversas declaraciones a favor de cumplir con las normas europeas, y estas han contribuido a moderar considerablemente el supuesto riesgo”, explica el analista.

«ni el BCE ni la UE pueden ignorar la dimensión de Italia…no hay duda de que seguirán comprando deuda italiana» 

La futura presidenta del país entiende que en un momento como el actual, marcado por la crisis energética, la presión fiscal, la subida de tipos del BCE y el peligro de llevar a Italia a un terreno aún más pantanoso, lo lógico es aceptar las normas europeas para así minimizar los riesgos económicos. Además de ello, la colación de extrema derecha entendía que, rebajando su euroescepticismo, la llegada de los fondos de recuperación de Europa no peligraba. A su vez, el distanciamiento con las instituciones europeas podría ahuyentar las compras de deuda de Italia por parte del BCE. Castelo considera que «ni el BCE ni la UE pueden ignorar la dimensión de Italia…no hay duda de que seguirán comprando deuda italiana». 

LOS PROBLEMAS MACRPECONÓMICOS EMBARRAN A ITALIA 

Visto esto, a Meloni no le ha quedado más alternativa que rebajar su discurso para así no poner en peligro el futuro económico de un país que ya está sumido en la vorágine financiera. Las circunstancias actuales no motivan la confrontación con la que puede ser la salvación del país. Con las próximas subidas de tipos, una inflación que sigue escalando a niveles récord, y la crisis energética en la que Italia está metida de lleno debido a su dependencia del gas ruso, el euroescepticismo no era una alternativa. 

LOS INVERSORES, ATENTOS AL NUEVO JEFE DE FINANZAS DEL PAÍS 

Así, y contra pronóstico, los inversores no han entrado en pánico, por ahora. Según Bloomberg, el mercado está atento al que puede ser el nuevo jefe de finanzas del país italiano. Con la moderación del euroescepticismo, los inversores están pendientes del que vaya a ser la persona encargada de conducir las finanzas de Italia. La agencia estadounidense remarca que el mercado busca una figura fiable para la gestión de la elevada deuda, la cual asciende por encima de los 2.700 millones de euros. Bloomberg determina que la elección de un nuevo responsable económico será uno de los primeros movimientos potencialmente arriesgados de los nuevos dirigentes. 

Giorgia Meloni, la principal aspirante al Gobierno de Italia
Giorgia Meloni, la principal aspirante al Gobierno de Italia

Sea como fuere, el temor inversor que los analistas preveían que hubiera con la llegada de Meloni se ha ido minimizando a medida que la futura presidenta ha moderado su discurso contra Europa. Pese a que el mercado italiano sigue sumido en la tendencia bajista, las caídas responden a los mismos parámetros que los descensos del resto de índices. Bien es cierto que la inestabilidad política ha acrecentado las dudas y la incertidumbre que copa el mercado financiero. Pese a ello, el miedo inversor al discurso de la extrema derecha se ha reducido. Ahora, los inversores están pendientes de los primeros movimientos económicos que haga Meloni.