La falta de despensa de Mediaset convierte a Telecinco en la cadena triste

La primera quincena del curso televisivo ha provocado un grave dolor de cabeza para Mediaset, que está intentando compensar los decepcionantes números de Telecinco con un frenesí de movimientos improvisados en horario de máxima audiencia. 

El discreto resultado del producto que estaba llamado a resucitar la cadena dirigida por Paolo Vasile, ‘Pesadilla en El Paraíso’, está siendo acompañado por los bajos datos de otros espacios que a priori ofrecían garantías, ‘En el nombre de Rocío’ y uno de los escasos formatos que se salen del abuso rosa de la cadena, ‘Got Talent España’. 

MOTIVOS PARA EL DERROTISMO

La ausencia de Ana Rosa Quintana por enfermedad, las dificultades de ‘Sálvame’ para recobrar aire, la crisis que arrastran los ‘Informativos Telecinco’ sin teloneros como ‘Pasapalabra’, la marcha de Sonsoles Ónega, el goteo de despidos de ‘Deportes Cuatro’ y la racha positiva de Antena 3 con su menú omnívoro han provocado que en los estudios de Fuencarral se haya instalado el derrotismo generalizado. 

Mediaset apenas cuenta con despensa para hacer competitiva a Telecinco, que guarda  como balas de plata a ‘Entrevías’, ‘Supervivientes’, ‘La isla de las tentaciones’ y ‘La que se avecina’… para completar los más de nueve meses que restan de temporada.

Telecinco ha dejado de ser la cadena amiga para convertirse en una cadena triste sin rumbo definido, en parte porque el proyecto paneuropeo de Pier Silvio Berlusconi no acaba de cuajar y a Mitele ni está ni se la espera.

Además, Vasile arrastra desde hace más de un año una preocupante falta de reflejos televisivos que quizá solo sea entendible porque ha decidido bajar los brazos para intentar mantener beneficios a base de recortes y despidos.

La mano del monárquico Borja Prado solo se advierte en unos panegíricos sobre Zarzuela impropios de una cadena que durante años se hizo de oro a base de colmillo, ahora relevado por una insólita complacencia de la que fue la televisión más rentable de Europa. 

¿Y CUATRO?

La crisis de Telecinco a cuenta del desgaste de sus realities y magazines, y a su falta de alternativas, pudiera haber sido compensado por una apuesta por resucitar Cuatro. Pero el segundo canal de Mediaset no alcanza siquiera el 5% de share en el arranque del curso. 

‘En boca de todos’ ronda el 3% a pesar de la fijación de Vasile por intentar convertir en estrella a Diego Losada y ‘Alta tensión’ se mueve en datos idénticos bajo el liderazgo de un presentador que a priori iba a convertirse en uno de los baluartes del grupo, Christian Gálvez.

Cuatro podría estar aprovechando el evidente desgaste que sufren algunos formatos de La Sexta (‘Equipo de investigación’, ‘La Sexta Noche’ o ‘El objetivo’), pero su prioridad actual es no seguir desplomándose.

DESPISTANDO

‘Pesadilla en El Paraíso’ estaba pensado para emitirse en diferido, pero la misma semana del estreno se anunció que los momentos de plató de la gala de los jueves presentada por Carlos Sobera iba a emitirse en directo. El mal funcionamiento del primer programa ha provocado que Mediaset recule y vuelva al plan inicial.

Igual de extraños son los movimientos que ha sufrido el especial sobre el cincuenta cumpleaños de doña Letizia, que se anunció como un formato estrella y finalmente se estrenó en la medianoche de ayer. 

Otro proyecto con aroma a añejo, ‘¿Quién es mi padre?’, iba a ser presentado por Emma García para inquietud de Carlota Corredera, que admitía hace unos días que no sabía nada del formato… poco antes de ser confirmada como presentadora del proyecto. Eso sí, García iba a moderar un debate que iba a acompañar a la docuserie, que finalmente será lo único que se vea con Corredera como mera introductora.

Los despidos en sastrería o el departamento de maquillaje parece haber contribuido a que Telecinco apueste por formatos enlatados en prime time.