El maquiavélico plan de Lagarde y Powell

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La recesión como solución para combatir la desbocada inflación. Este es el plan de los bancos centrales para reducir la presión inflacionista. El cierre de empresas y el incremento del paro se verán meses después, como consecuencias últimas de las medidas adoptadas por la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) y el Banco Central Europeo (BCE).

Jerome Powell, presidente de la FED, advertía de que sus alzas de tipos de interés y el fin de las ayudas, así como la reducción del balance de la institución, traería «dolor» a familias y empresas. La palabra la pronunció hasta en dos ocasiones para explicar su agresiva política monetaria. Las continuas alzas del precio del dólar apenas se notaron en los precios. De hecho, a la espera de conocer el dato de agosto, que se publica este martes, los precios ascendieron en julio al 9,1% en tasa interanual, su nivel más elevado en los últimos 40 años. Aún así, la FED de Powell insiste en incrementar las tasas, mientras el billete verde pierde fuelle frente al euro en las últimas jornadas y se recuperan niveles, pero por encima de la paridad.

Pero, ¿y si los bancos centrales están equivocados en este combate contra la estanflación? La eficacia de las políticas monetarias están entredicho debido a la situación de estanflación y que esta crisis difiere de otras al tratarse de una escasez de oferta en muchos sectores, desde el automovilístico al logístico por las continúas restricciones de China impuestas para el control de la pandemia.

LA FED Y EL BCE ESPERAN NO SÓLO CONTROLAR LA INFLACIÓN SINO LA PROFUNDIDAD DE LA RECESIÓN

Tanto la FED como el BCE tienen mandatos claros. El primero abandonó el crecimiento para perseguir la estabilidad de precios, mientras que el Banco Central Europeo, dirigido por Christine Lagarde, tiene la misión de mantener los precios en niveles cercanos al 2%, sin importar tanto el crecimiento de la economía.

Como dijo recientemente un conocido economista, Olivier Blanchard, es un poco difícil explicarle a la gente que Rusia invadió Ucrania y por este motivo debes perder tu trabajo

Ambos han incumplido sus propias exigencias desde hace meses. La inflación en la Eurozona, por ejemplo, superó el 5% en diciembre del pasado año, antes de la invasión de Rusia a Ucrania. Sin embargo, Lagarde no movió un dedo y mantuvo los tipos de interés en su sitio. En marzo, tras la invasión, afirmó que no tocaría el precio del euro hasta 2023. Otra promesa incumplida en julio de este año al subir los tipos en un imperceptible 0,25%. Ahora, en septiembre el incremento es del 0,75%, para dejar el precio entre el 1% y 1,25%.

LA FED INCUMPLE EL MANDATO

La misma situación se repite en Estados Unidos. La FED incumple su mandato dual, que además de los precios es el «pleno empleo» en la economía estadounidense. Cuando la inflación se desboca, su principal herramienta es la subida de los intereses, pero esto tiene duras consecuencias. La primera de ellas, que familias y empresas necesitan asumir un mayor coste para acceder al crédito; la segunda, es que los intereses de la deuda y los préstamos concedidos se incrementan.

Por tanto, se ahoga directamente a la economía más endeudada, incrementando el desempleo y lo peor de todo sin conocer los efectos de la medida en los precios. La FED está siguiendo a pies juntillas los mismos pasos dados en la década de los 70, en plena crisis energética, para provocar la parada económica. Por aquel entonces, el nivel del paro alcanzó el 10%, sólo visto después en la crisis de 2008. Miles de familias y empresas quebraron y se quedaron en el camino antes y durante la recuperación. El bien común por encima del individual.