El mercado mundial del aluminio para automóviles alcanzará los 43.400 millones de euros para el año 2027, lo que implica una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) del 9,34%, según un informe de ResearchAndMarkets.com. El estudio ‘Mercado de aluminio automotriz: Tendencias de la industria global, participación, tamaño, crecimiento, oportunidad y pronóstico 2022-2027′ apunta que esto se debe, entre otros factores, a propiedades como la alta resistencia y dureza, reciclabilidad o resistencia a la corrosión, combinadas con su conductividad térmica y eléctrica y su circularidad, haciendo posible el reciclado de las piezas al final de la vida útil del vehículo.
Por ello, la Asociación Española del Aluminio y Tratamientos de Superficie (AEA) ha puesto en valor el uso del aluminio en los vehículos y transportes y ha apostado por impulsar una nueva economía eficiente y sostenible. «Entre las características que hacen del aluminio un material óptimo para la fabricación de coches figuran su ligereza, su resistencia a la corrosión, la facilidad para el mecanizado, la fusibilidad o la capacidad de disipación del calor», ha explicado el director general de la asociación, Jon de Olabarria.
Asimismo, la maleabilidad y adaptabilidad del aluminio permitirán cualquier tipo de diseño, y su resistencia a la corrosión lo harán más duradero a pesar del paso del tiempo. Así, la industria del aluminio española quiere ser «socio preferente» de la industria del automóvil en España para impulsar un sector afectado a raíz de la pandemia, en parte debido a la dependencia de países extranjeros para la obtención de piezas. «Por ello, insistimos desde AEA, se debe invertir en mejoras, ampliaciones y actualización de los sistemas de producción de nuestras industrias nacionales dedicadas a la fabricación y reciclaje de este tipo de componentes», ha apuntado el presidente de AEA, Armando Mateos.