La oreja guisada es un plato contundente y tradicional que se convierte en una alternativa estupenda cuando las temperaturas empiezan a bajar, y que sienta fenomenal acompañado de un vaso de vino tinto.
Hoy vamos a contarte cómo puedes elaborar esta receta al más puro estilo clásico y añadirle un toque diferente gracias a un ingrediente que hará que tu plato de oreja no pase desapercibido. ¡Toma buena nota!
4Cocer la oreja

Si la has comprado fresca, lo primero que tienes que hacer es cocer la oreja. Comienza limpiándola bien debajo del grifo y asegúrate de que no quede en ella ningún pelo ni ningún resto que pueda resultar molesto.
Ponla a cocer en una olla con agua, sal y una hoja de laurel. Si utilizas olla a presión la tendrás lista en unos 25 minutos o media hora.