«Dolor» en Jackson Hole, «fin de la abundancia» en la UE y golpe a los autónomos españoles

Termina el mes de agosto trayendo de la mano una caída en las Bolsas mundiales, provocada en buena medida por el discurso de Jerome Powell en el aquelarre de banqueros centrales celebrada en Jackson Hole. El presidente de la Reserva Federal lanzó su mensaje en las Montañas Rocosas aludiendo al «dolor» que van a sufrir familias y empresas debido a la subida de los tipos de interés. Parece que esta vez le han tomado en serio, al menos en Wall Street donde volaron más de un billón de dólares (trillions USA) tras su intervención.

PISAR EL ACELERADOR ANTES DE MIDTERM

Los inversores ya no piensan que Powell vaya de farol y creen que efectivamente el banco central de EEUU seguirá elevando los costes de financiación del sector privado para detener (o al menos mitigar) la espiral inflacionaria. Esa que hasta que Putin entró en escena nos decían que era una cuestión coyuntural que se arreglaría por sí sola. En la próxima reunión de la FED veremos un incremento de los tipos de interés de un 0,75% (podría llegar a los cien puntos básicos) y la gran duda es si la institución monetaria levantará el pie del acelerador antes de las elecciones de midterm o mantendrá la velocidad actual.

Ahora nadie duda de que la recesión es un hecho, aunque la Casa Blanca se agarre al clavo ardiendo del desempleo controlado. Las últimas previsiones del Tesoro descartan una crisis laboral aunque el PIB continúe en su tendencia bajista y eso da alas a la Reserva Federal para seguir normalizando su política monetaria.

Precisamente hace unos días conocimos que la economía de EEUU cayó un 0,6% en el segundo trimestre (en comparación con el anterior), una cifra tres décimas inferior a la estimada inicialmente pero que confirma la recesión al registrar dos trimestres consecutivos de reducción del PIB (en el primero la caída fue del 1,6%).

POWELL, UN HALCÓN AMAESTRADO

En este contexto es en el que Powell volvió a vestirse de halcón (amaestrado) para hablar de «dolor», descartando que se produzca ese aterrizaje suave del que nos hablaba hace pocas semanas. Como consecuencia de ello el euro volvió a sufrir, al constatarse que la Reserva Federal irá más rápido que el BCE en esa normalización de tipos de interés, aunque el organismo que dirige Christine Lagarde quiera ahora dar la apariencia de que se toma en serio la escalada de la inflación.

Las actas de la última reunión muestran bien la disyuntiva que hay en el seno de la institución: endurecer las condiciones de financiación provocará una crisis de deuda en la eurozona. Al yonqui no se le puede quitar la droga de la noche a la mañana.

Y mientras con una mano el BCE subirá también tipos (algunos miembros del consejo de gobierno del organismo apuntan a un 0,75%) se ultiman los detalles del plan de rescate de países con las finanzas públicas hechas unos zorros. Italia es la que más preocupa ahora, –aunque España está en el segundo lugar de la lista negra– con unas prima de riesgo que sube como la espuma a la espera de conocer quiÉn ganará las elecciones que se celebrarán dentro de un mes.

RESCATE DE ITALIA (Y ESPAÑA)

El formato escogido será similar al del programa OMT, diseñado por Mario Draghi cuando estaba al frente del BCE y que implica la compra de deuda de países en apuros siempre que sus gobiernos soliciten el rescate de forma expresa y se comprometan, a cambio, a realizar ajustes presupuestarios al ritmo que marque la institución monetaria.

El problema de esta estrategia, como ya hemos comentado en anteriores artículos, es que no se puede sorber y soplar al mismo tiempo. Es decir, que no es posible controlar la inflación subiendo tipos de interés manteniendo un programa de asistencia financiera que fomente la irresponsabilidad fiscal.

no es posible controlar la inflación subiendo tipos de interés manteniendo un programa de asistencia financiera que fomente la irresponsabilidad fiscal

Lo que suceda con Italia servirá a España para atisbar su futuro, porque la única forma de que el plan del BCE funcione es aplicando la austeridad con puño de hierro, algo que no ha hecho hasta ahora y es que es una de las causas de que el euro siga perdiendo posiciones respecto al dólar (un 12% en lo que va de año).

GASTO PÚBLICO PARA PAGAR LA ENERGÍA

En cuanto a la crisis energética que vive Europa, la última idea de los ministros del ramo es usar el gasto público para reducir la factura eléctrica de hogares y empresas, usando para ello como ejemplo el mecanismo español conocido como «el tope de gas», pero en lugar de cobrar la diferencia entre precio intervenido y de mercado en la factura (como sucede en nuestro país) la idea es usar el Presupuesto para que se note menos.

Sería una medida propia de trileros pero que es más vieja que Matusalén: engañar a los ciudadanos para que crean que pagan menos por un bien que sus gobiernos no poseen y que tienen que comprar al exterior. Y para que no se note trasladan la factura al futuro vendiendo bonos a 10, 20, 30 o 100 años.

En Reino Unido no han tenido que esperar mucho para conocer el duro invierno que les espera. El regulador energético del país acaba de comunicar a los británicos que pagarán un 80% más por la luz y el gas a partir de octubre. Algunos analistas apuntan a que el país puede tener una inflación del 18% el próximo enero, una cifra completamente inasumible para cualquier economía del primer mundo. El Gobierno prepara una batería de recortes fiscales y subvenciones para evitar el desastre.

MACRON DECRETA «EL FIN DE LA ABUNDANCIA»

Y no pensemos que se trata sólo de un problema de los británicos. El presidente francés ya advirtió hace unos días de que llega «el fin de la abundancia», al menos para los pobres mortales, porque el chico de los Rothschild seguirá viviendo a todo tren (deberíamos decir a todo barco) mientras nos mira desde las alturas reclamándonos «esfuerzos y sacrificios».

Esa es la agenda que van a seguir nuestros gobernantes usando a Putin como excusa y, como siempre, dependerá de nosotros bailarles el agua o mandarlos a freír espárragos, aunque tengamos que comerlos de lata.

En España también el Gobierno ultima otro plan de ahorro energético (el recientemente aprobado es un señuelo que ha servido para que las eléctricas ingresen 1.300 millones de euros como compensación por la intervención de precios). Teresa Ribera se ha reunido con el consejero delegado de Enagás para comenzar a prepararlo y tenemos pocos detalles sobre la letra pequeña. Lo único que dice la ministra es que «no habrá racionamientos» el próximo invierno.

ribera: «las cartillas de racionamiento pueden ser una realidad en alemania o austria el próximo invierno. no es nuestro caso»

«Las cartillas de racionamiento (energético), desgraciadamente, pueden llegar a ser una realidad en países tan importantes como son Alemania o Austria en este próximo invierno. No en nuestro caso. Hemos facilitado medidas para reducir consumos redundantes. No necesitamos iluminar un escaparate por la noche o tener el termostato por encima o por debajo de la temperatura de confort«, indica Ribera. Unas declaraciones que parecen ser extraídas de un guión de los Monty Python pero que son reales como la vida misma.

EL GASODUCTO ESPAÑA-ITALIA ¿OTRA QUIMERA?

Y mientras, nos marean con el gasoducto a Francia que el país galo se niega a respaldar y con el que se podría construir bajo el lecho marino para llegar a las costas italianas, un proyecto de tal magnitud que es inviable para solucionar los problemas de suministro energético a corto plazo. Tendría un coste de al menos 3.000 millones de euros y no estaría terminado hasta el año 2028. La buena noticia para España es que podría ser pagado con dinero de Bruselas.

La idea es llevar por el nuevo tubo que conectaría Barcelona con Livorno el gas que llega a España desde Argelia, para que sea tratado en las plantas regasificadoras que tiene el país transalpino y desde allí sea enviado al centro de Europa. Al Ejecutivo alemán le gusta la idea (acaba de salvarse de la recesión por los pelos) y el canciller se reunirá con Pedro Sánchez para hablar del tema, lo cual permitirá al presidente español hacerse otra foto y usarla para potenciar su imagen exterior con la vista puesta en las elecciones generales de 2023.

los autónomos españoles ya conocen con detalle el alcance del hachazo que sufrirán el próximo enero

Unos comicios en los que el PSOE puede sufrir la ira de los autónomos, que ya conocen con detalle el alcance del hachazo que les va a propinar el ministro de Seguridad Social con el nuevo sistema de cotización que entrará en vigor el próximo enero. España es ya un infierno para los trabajadores por cuenta propia pero lo será aún más en la próxima década, cuando se vaya ejecutando el plan gubernamental de subida de las cuotas mensuales que deben abonar por trabajar.

Con la promesa de mejorar sus prestaciones sociales (excusa barata que nadie en su sano juicio cree, excepto los que dirigen las asociaciones de autónomos) se va a proceder a un incremento de las cotizaciones para la inmensa mayoría de profesionales. Los defensores de esta subida señalan que de esta forma se aseguran las pensiones futuras pero esto es otra falacia. Lo que se hace es garantizar las actuales, esas que van a subir con el IPC, a través del mecanismo de estafa Ponzi en el que se basa el sistema español.

Y terminamos ya nuestro vuelo semanal por la economía apuntando las principales citas de esta semana, en la que arranca septiembre. Las dos claves fundamentales serán el dato de inflación de la eurozona de agosto (primera estimación) y el informe de empleo de EEUU, que permitirán conocer más en detalle la velocidad del proceso de normalización monetaria del que hemos hablado al principio del artículo. Terminan las vacaciones y comienza la nueva temporada, no desabrochen sus cinturones y procuren mantener sus asientos en posición vertical, las turbulencias otoñales ya están aquí.