Las nuevas fugas de seguridad tensionan a Google y Apple

Google y Apple lideran la mayor parte de los sistemas operativos que integran los móviles, que muchos cuentan con un programa de ciberseguridad, aunque con ciertas fugas que dan lugar a un grave problema pendiente de solventar. Los dispositivos móviles forman parte de nuestra vida cotidiana y hoy en día no podemos vivir sin ellos, ya sea para uso personal o para el trabajo. En España ya existen más smartphones que habitantes, un dato atosigante.

GOOGLE Y APPLE: LA PROTECCIÓN DE LOS MENORES

Una de las informaciones que se recoge con más frecuencia en las aplicaciones móviles son los correos electrónicos correspondientes a Google (Gmail), aunque «también es posible que se recoja la información que se grabe por el micrófono y, por defecto, la mayor parte de las aplicaciones no tienen permiso para hacerlo», destaca el profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), César Córcoles. «Además, transmitir información de voz es caro y no se suele hacer. En cuanto a la cámara, es aún menos probable que tengan acceso a ella», exclama. También la localización o ubicación es un tema muy importante ya que «puede llegar a ser muy precisa y hay que tener mucha precaución».

«El iPhone no es totalmente seguro, porque también tiene sus agujeros y problemas de privacidad. El hecho de tener un iPhone no indica que tu hijo esté protegido automáticamente al 100%»

César Córcoles, profesor de la UOC

El docente de la UOC señala que, afortunadamente, Google y Apple son dos sistemas preparados para detectar cualquier anomalía que perjudique la seguridad de los menores en sus respectivas aplicaciones dentro de las tiendas virtuales, pero añade que «sigue habiendo vulneraciones importantes y, si eso es un problema para un adulto, aún lo es más para los niños, que deberían tener más protección». Tanto Google con Android como Apple con iOS se han vuelto muy estrictos en lo que respecta a los permisos que se puedan dar en las aplicaciones.

No obstante, Córcoles explica que en el 99% de las veces los datos que se absorben no tienen consecuencias negativas, aunque eso no quita que no haya usos malintencionados de esa información. En el caso de Apple, «el iPhone no es totalmente seguro, porque también tiene sus agujeros y problemas de privacidad, la política de Apple es más respetuosa, en general, con la privacidad. Sin embargo, eso tampoco quiere decir que, por el hecho de tener un iPhone, tu hijo esté protegido automáticamente al 100 %».

EL CONTROL PARENTAL DE GOOGLE Y APPLE

En muchas ocasiones, no somos conscientes de lo que puede acarrear la difusión de nuestros datos por las redes sociales y aplicaciones, y más aún cuando es un menor quien los expande por internet. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), casi siete de cada diez menores tienen en su posesión un smartphone, en una edad comprendida de entre diez y quince años, con la feroz consecuencia de tener acceso a miles de aplicaciones móviles infantiles, la mayoría de ellas sin apenas control parental y sin restricciones.

Asimismo, según el estudio ‘Won’t Somebody Think of the Children?’ Examining COPPA Compliance at Scale, el 57% de las aplicaciones infantiles gratuitas más populares de Estados Unidos vulnera la privacidad de los menores. Por consiguiente, el 19% de las aplicaciones para niños analizadas recopila identificadores u otra información de identificación personal a través de terceros sin ajustarse a los mecanismos de protección exigidos por la normativa.

Tanto Apple como Google son ahora más restrictivos en todo lo relacionado con la publicidad

El profesor Córcoles recomienda activar los controles parentales tanto en los móviles de Apple como de Google para establecer medidas más seguras, pero no sólo eso, «también debemos ir a la configuración móvil del niño y buscar los permisos, con el fin de quitar la localización u otras opciones que no sean necesarias».

LOS EXPERTOS DEBATEN

César Córcoles recalca que en varias circunstancias es el creador de la aplicación quien tiene el poder de almacenar todos los datos de los usuarios mediante una herramienta de desarrollo llamada SDK, pero no todo es oro lo que reluce. Córcoles es precavido y subraya que «no todos los desarrolladores leen la licencia de esta herramienta porque, si la leyeran, sabrían que están recopilando datos de niños, algo que podría ser ilegal».

Por su parte, su compañero de departamento, el profesor colaborador de Derecho del Grado de la Comunicación de la Facultad UOC, Sergio de Juan-Creix, difunde que todos los datos recopilados por las desarrolladoras de aplicaciones no deben ser extraídos a los interesados, a no ser que se ceda el consentimiento de otorgar estos datos por parte de un tutor legal, como los padres.

LOS ANUNCIOS EN GOOGLE Y APPLE

Por último, tanto Apple como Google son ahora más restrictivos en todo lo relacionado con la publicidad, por lo que si en la configuración se busca ‘anuncios’, es posible inhabilitar los identificadores únicos, «de forma que no comuniquen el identificador único a nuestras aplicaciones. Seguramente tendremos anuncios menos útiles, pero estaremos protegiendo más nuestra privacidad y la de los niños», apunta el profesor Córcoles.