Cuarenta años con la COPE, la radio con más estrellas que identidad 

En la librería mediática de 2023 brilla con luz propia el muy recomendable ‘COPE: la radio de las estrellas’ que acaba de publicar Elsa González con la Editorial Almuzara. La periodista leonesa convierte su tesis doctoral en una tupida obra de 250 páginas que contribuye a poner luz sobre la radio privada en las últimas cuatro décadas en España.

UNA RADIO CON VOCACIÓN DE LIDERAZGO

González no se detiene demasiado en el pacato papel de aquel manojo deslavazado de emisoras parroquiales que en los sesenta y setenta de la década pasada rezaban el rosario ‘a oscuras’, sin medios técnicos ni prosperidad económica.

El padre dominico José Luis Gago se erige entonces como una figura clave para Radio Popular, más tarde COPE, convirtiéndose en el verdadero creador de la cadena al acordar el fichaje de una primera espada de la radio a finales de 1982. 

Unos días después del triunfo absolutísimo de Felipe González se ven en la cena de la entrega de los Ondas tres personas clave en el crecimiento del proyecto: el propio Gago, José María Ballvé (propietario de Radio Miramar, que tenía interés de unirse a COPE para que esta rebotase a nivel estatal a su estrella nocturna, Encarna Sánchez) y Luis del Olmo, inventor de las mañanas radiofónicas que hoy conocemos con ‘Protagonistas’.

Del Olmo quería desprenderse del corsé público para hacer fortuna en un ecosistema en el que dos de las tres principales emisoras eran del Estado, ‘su’ RNE y Radiocadena (que competían en oyentes con la SER, dueña y señora de la radio privada frente a las pequeñas Radio España, Radio Inter o Rueda Rato).

Aquella matriz de COPE iba a crecer o morir, e hizo lo primero a partir de 1983 gracias al brutal éxito matinal de Del Olmo, que encontró réplica vespertina con la combativa y polémica Encarna Sánchez (y en menor medida de Alejo García, que fracasó por las tardes antes de triunfar con ‘La Espuela’, de cuyo espíritu tanto se nutrió ‘Protagonistas’ para aparcar unas simpáticas tertulias de periodistas y actores).

COPE, en cuyas manos estuvo Eugenio Galdón antes de marcharse a la SER, creció en los ochenta al ritmo de ‘Protagonistas’ y ‘Directamente Encarna’, lideradas por unos popes cada vez más ricos e influyentes que en muchas ocasiones no respetaban ni la línea editorial de la casa (ni mucho menos los horarios).

La emisora, cuenta Elsa González, se convierte en vanguardia radiofónica con aquellos magazines combinados con desconexiones comerciales locales, programas grabados en el exterior y medios técnicos de primera categoría. 

La marcha de Del Olmo a Onda Cero en 1991, y el patinazo de un González Ferrari que admitía carecer de la desenvoltura para llevar el tramo del magazine con el salero de la información, llevó a pérdidas a la casa antes de que la compra de Antena 3 de Radio por parte del Grupo Prisa deje sin asidero a un grupo de comunicadores que, tras fracasar su negociación con la ONCE, se sumó a COPE.

De la competencia llegaron José María García y Antonio Herrero, que llevaron a un efímero liderazgo a la casa en 1994 mientras se disparaba la influencia y beneficios de COPE, a la que el brillo no le duró demasiado por la muerte de Antonio y Encarna (y la salida de García) entre 1996 y 2000. 

De la reconstrucción de una cadena que chapoteaba en la lona se intentó encargar Luis Herrero, que acabó saltando al Europarlamento tras intentar negociar su propia sustitución por Carlos Herrera. El ‘no’ del almeriense provocó la promoción de Federico Jiménez Losantos, que levantó las mañanas con una combinación de ironía, insultos y polarización.

Losantos intentó tomar los trastos de la derecha mediática y política tras la caída del asfixiante aznarismo. El locutor saltó a la mañana con una teoría de la conspiración sobre el 11M, el zancadilleo del matrimonio igualitario y la negociación entre el Estado y ETA.

La Iglesia promocionó rencor, sensacionalismo e involución social mientras la SER, y en menor medida RNE, consolidaban sus marcas informativas por encima de los comunicadores que las liderasen. A la salida de Losantos, que promocionó Libertad Digital en los micrófonos de la casa como si fuese un diario de la Iglesia, se sucedieron los patinazos matinales de Nacho Villa, Ernesto Sáenz de Buruaga y Ángel Expósito. 

Fernando Giménez Barriocanal, gracias a la potente y opaca caja eclesial, levantó la casa con la compra de Punto Radio, los Deportes de la SER y las mañanas de Onda Cero, ni más ni menos. Y la apuesta, a la larga, le está saliendo genial: COPE pelea por el liderazgo con Herrera en máximos, Cadena 100 y Rock FM están disparadas y los beneficios radiofónicos han conseguido disimular la ruina de Trece, ‘telePP’ que hace unos años engullía más recursos económicos que Cáritas.

Elsa González subraya el coste de crear la radio de las estrellas, que en muchas ocasiones han dejado sin identidad a una casa que hasta 2025 tiene atados a Carlos Herrera, Paco González, Manolo Lama y Juanma Castaño. Esta tesis, posiblemente, explique que los máximos responsables de COPE, tan deseosos de panegíricos, no hayan facilitado una mayor promoción a este saludable trabajo.

SINOPSIS DE ALMUZARA

Luis del Olmo inicia en COPE la renovación de la radio en España y nace, así, un nuevo modelo radiofónico que asumirán todas las cadenas. El impulso de un dominico osado, José Luis Gago, transformará unas emisoras sin medios, ni futuro, en una cadena competitiva. Este libro desvela la intrahistoria de las estrellas radiofónicas. Su contratación, sus exigencias o su poder; el beneficio y los peajes para la empresa.

¿Cuál fue la clave del impacto social de Luis del Olmo, la facultad de comunicación de Encarna Sánchez, la potencia de José María García, el poder de influencia de Carlos Herrera, la personalidad de Antonio Herrero o de Federico Jiménez Losantos y la fuerza narrativa de Paco González, Manolo Lama o Pepe Domingo Castaño?

Estas figuras radiofónicas marcaron la historia reciente de nuestra sociedad a través de una cadena que ayudó a consolidar las libertades y la democracia. Una voz libre de la Iglesia, con sus luces y sus sombras. Estas páginas relatan ese exitoso, y a la vez tortuoso, camino de COPE a través de anécdotas, datos desconocidos y la versión de los protagonistas.

Nada volvió a ser igual desde que la cadena de la Conferencia Episcopal irrumpió en la radio comercial, hasta renovar la radiodifusión. Rodearse de las mejores estrellas de las ondas dio el vuelco definitivo a la sociedad de la información.

ELSA GONZÁLEZ

Elsa González Díaz de Ponga es doctora en Periodismo. Miembro del consejo de administración de Telemadrid, del Consejo Editorial de la revista Vida Nueva y de la directiva de la Federación de Mujeres Directivas y Profesionales (FEDEPE). Ha sido presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y de la Fundación de la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo (2010-2018).

Trabajó durante más de tres décadas en la cadena COPE y previamente en la SER y Pueblo. Miembro del jurado de los Premios Princesa de Asturias. Colaboradora en programas de opinión en TVE, Telecinco y Trece. Ha recibido el premio ¡Bravo! Especial que otorga la Conferencia Episcopal, Talento Comunicativo de Periodismo de la UCAM y el del Club Internacional de Prensa a la mejor labor radiofónica.