Los fartons son unos dulces típicamente valencianos, concretamente de Alboraya, que tienen una característica forma alargada, con una masa muy esponjosa, tierna y ligera, pensada especialmente para que absorba la horchata cuando se moja en ella. Su origen, de hecho, está ligado a esta bebida. Según cuenta la leyenda que la horchata fue calificada como ‘oro puro’ por Jaime I, por su dulzor y su refrescante sabor. A partir de entonces, los horchateros valencianos comenzaron a buscar el dulce perfecto para acompañar a esta tradicional bebida.
7LO ÚLTIMO, EL GLASEADO

Mientras se enfrían, preparamos el glaseado, que es lo que le da el toque especial a este pequeño bollo. Para ello solamente hay que mezclar el azúcar glas con el agua tibia y revolver muy bien hasta que esté perfectamente disuelta y no quede ningún grumo. A continuación vamos tomando glaseado con una cuchara y decoramos la superficie de cada farton, con tanta cantidad como quieras. Después solo hay que dejar que se seque el glaseado, y quedará como una fina costra crujiente. Ya están listos para disfrutar, con horchata bien fresquita, con un chocolate o cualquier bebida que te guste.