La mano de Enric Hernández comienza a notarse en el Grupo Prisa

El sanchismo sigue tomando posiciones en Prisa con la anuencia de su máximo accionista y presidente, Joseph Oughourlian, que ha reclutado a Miguel Barroso, José Miguel Contreras, Rosauro Varo, Fran Llorente y, este verano, a Enric Hernández. 
El periodista catalán afín al PSOE ejerció de corresponsal de El Periódico de Catalunya en Madrid durante el zapaterismo y dirigió el mismo medio cercano al PSC cuando lanzaba proyectiles informativos durante el procés, desde informes que auguraban la quiebra de una Cataluña independentista a un dudoso scoop contra los Mossos d’Esquadra por no haber hecho caso a una supuesta sugerencia de la CIA que advertía de atentado de riesgo islamista antes del de las Ramblas.
Prensa Ibérica compró el diario y lo echó como director en la primavera de 2019. Pero pocos meses después el PSOE ya le había encontrado acomodo como director de Actualidad de RTVE con un sueldo anual superior a 150.000 euros. 
La intención era que Iván Redondo controlase la Corporación pública con un comisario político que acabó sacrificado el pasado año por el PSOE, que volvió a recolocarle. Primero lo intentaron como director de los medios de la Diputación de Barcelona, la Xarxa en la que Marcela Topor, mujer de Carles Puigdemon, se embolsa 6.000 euros mensuales por hacer entrevistas.
Pero al PSC se le revolvió su exótico socio en la diputación provincial, Junts per Catalunya, y los de Salvador Illa lo colocaron como asesor técnico, más de 80.000 anuales, poco antes de ser rescatado por Prisa para encomendarle tareas de mayor enjundia (y destensionar la Diputación de Barcelona).
Hernández ejerce desde el pasado mes como adjunto al presidente de Prisa Media, Carlos Núñez, y su mano ya se ha empezado a notar ya que Nicola Pedrazzoli le acusa de haber imposibilitado que la SER le vendiese siete postes radiofónicos catalanes a su mass media que edita 8TV y prepara una radio que compita con RAC1.

ENRIC HERNÁNDEZ EN TVE

La temprana carbonización en RTVE de Rosa María Mateo, que prometió regeneración y acabó ofreciendo servilismo hacia el PSOE, obligó a Iván Redondo a cambiar de estrategia en pleno paréntesis veraniego entre las dos elecciones generales de 2019.

El spin doctor colocó en la radiotelevisión pública a Enric Hernández. Pero la plantilla de RTVE recibió a Hernández con sopapo: en su consulta no vinculante solo participaron el 20% de los trabajadores y el resultado fue bochornoso para él (95 votos a favor, 131 abstenciones y 419 votos en contra). 

Este revés no le impidió impulsar varios espacios proclives a La Moncloa, ‘Las cosas claras’, ‘La hora de La 1’ o ‘La primera pregunta’. Y las críticas no cesaron contra el director de Actualidad, cargo de nueva creación que le supuso recibir un obsceno sueldo anual de 156.433,38 euros en 2020.

El pacto entre PSOE y PP para desencallar la renovación del Consejo de Administración de RTVE le dejó sin cargo en junio de 2021. Y dos meses después era despedido con una indemnización de casi 13.000 euros

PROBLEMAS PARA PRISA

Prisa vuelve a dar síntomas de haber tomado las riendas económicas tras haber sufrido unas pérdidas de ‘solo’ 14 millones, cifra muy distante a los números rojos por valor de 56,2 millones del mismo periodo del ejercicio anterior.

Pero al mismo tiempo ha regresado a la compañía el viejo fantasma de la deuda que tanto había reducido Joseph Oughourlian, cariacontecido tras dispararla desde los 756 millones del pasado mes de diciembre hasta los 904 por la compra del 20% de Prisa Radio que pertenecía a Godó, la refinanciación y las indemnizaciones tras los despidos en la SER y El País.

Al menos son esperanzadoras son las cuentas en  Prisa Media, que elevó ingresos un 6,3% hasta los 186,2 millones y hubiese logrado un ebitda positivo de 14,3 millones de euros si se excluyeran indemnizaciones.