¿Cómo ganan dinero las casas de apuestas?

#APUESTAS | Contenido para mayores de 18 años

Las casas de apuestas resultan muy atractivas para los amantes del deporte, y para aquellos apasionados del juego. Permiten conseguir ganancias de manera segura y si somos capaces de poner en marcha las estrategias adecuadas, los beneficios pueden llegar a resultar elevados. El funcionamiento de las casas de apuestas en España resulta muy sencillo. Siguen un procedimiento bastante simple.

Reciben un dinero cada vez que un cliente realiza una apuesta y abonan una determinada cantidad cada vez que uno de los apostantes gana. Como en todo negocio, el objetivo fundamental reside en obtener más dinero del que se pagan. Los responsables de las casas de apuestas no pueden controlar los resultados de una competición deportiva, pero sí que tienen la suficiente capacidad para gestionar sus ganancias o pérdidas ante un determinado resultado. Trabajan con una serie de estadísticas y probabilidades que les garantiza de alguna manera una serie de beneficios.

¿Cómo obtienen beneficios las casas de apuestas?

Las casas de apuestan obtienen sus ingresos a partir de las pérdidas de algunos usuarios. Pero el sistema, sin embargo, está pensado para que con cada apuesta se recoja una pequeña comisión que le reportará un pequeño margen de ganancia a la casa. Es lo que se conoce como payout.

En el caso de un evento con dos cuotas al 50%, por ejemplo, el reparto de las mismas nunca quedaría establecido en 2.00 y 2.00, sino que sería de 1.89 -1.89 o 1.86 -1.86. Estos céntimos hasta alcanzar los 2 euros serían la comisión que se llevaría la casa de apuestas.

Por lo tanto, pase lo que pase, nunca se irían de un vacío con las jugadas de los usuarios. Es una cantidad muy pequeña que se reservan para ellos.

¿Qué condiciona la fijación de las cuotas?

La fijación de las cuotas en las apuestas deportivas dependerá de una serie de factores. Lo que se pretende, en primer lugar, es que las probabilidades muestren con precisión la posibilidad de que un resultado concreto pueda darse. Todo ello mientras se aseguran que existe un margen de beneficio añadido.

La decisión de fijar unas determinadas probabilidades en cuanto a los resultados se basa sobre todo en las estadísticas, pero también entra en escena el conocimiento deportivo. Por lo tanto, los encargados de establecer las cuotas deben estar muy bien informados sobre dicha disciplinas, además de poseer cierta competencia en matemáticas y estadística.

En un encuentro entre dos tenistas, por ejemplo, deberían tener en consideración una serie de detalles que resultan trascendentales. Entre otras cosas valorarían el estado de forma de los deportistas, la habilidad de cada uno de ellos sobre dicha superficie de juego y los resultados en los últimos enfrentamientos. A partir de ahí llegarían a una serie de conclusiones para determinar las probabilidades de victoria.

En el caso de que las casas de apuestas se decanten por conseguir un margen de ganancia superior, como puede ser del 5%, solo tendrían que rebajar las posibilidades de ese jugador un 5%.

Como ya sabrán los usuarios de las apuestas deportivas, a lo largo de un evento deportivo las cuotas van fluctuando en función del desarrollo del partido. Los encargados de fijar las probabilidades deben tratar de conseguir en todo momento que haya un equilibrio en la gestión.  En un partido de tenis, por ejemplo, pueden incrementar las opciones de Rafa Nadal con el ánimo de multiplicar más apuestas o disminuir las de su rival para desalentar con su triunfo, o incluso abordar las dos situaciones.

El usuario suele fallar más de lo que acierta

En cualquier caso, las casas de apuestas manejan una serie de parámetros que les permiten disponer de una serie de ventajas matemáticas respecto al usuario. En realidad le acaban sacando rendimiento sobre todo a los errores del apostante, que suele fallar más de lo que acierta.

Al contrario de lo que muchos se pueden pensar, una apuesta interesante no pasa por meter dinero en el resultado que crees que va a darse. En realidad se trata de tener la habilidad de identificar las apuestas que impliquen un valor añadido y nos ayuden a conseguir más beneficios.