La cara oculta de la subida de precios de Amazon

Amazon subirá los precios de las subscripciones Prime el próximo 15 de septiembre. Una decisión que la firma justificó de la siguiente manera: “Las razones de este cambio son debidas al incremento general y material en los niveles de gasto a causa del aumento de la inflación que afecta a los costes específicos del servicio Prime en España y se deben a circunstancias externas que no dependen de Amazon”. Pero para encontrar la verdadera razón conviene pasear por sus extensas e interminables finanzas que permiten resumir esa compleja frase en: ‘No podemos seguir tirando dinero’.

Ese brusco incremento en las tarifas deja entrever, por primera vez, que el gigante entre los gigantes hace aguas. Incluso, pone en duda algunas de sus faraónicas ambiciones de expansión logística, propiciadas por la pandemia. Al fin y al cabo, aunque los precios en España, y Europa, están creciendo de forma histórica, no se acercan ni de lejos a ese 40% de subida que ha propuesto Amazon. De hecho, multiplica varias veces los aumentos que otras muchas empresas, desde la alimentación a la telefonía o al textil, están aplicando a sus productos.

AMAZON PROYECTA UNA SOBRECAPACIDAD DE 8.000 M€

Entonces, ¿dónde está el problema real? El epicentro del terremoto en las cuentas de Amazon está en su área de logística por un problema evidente de sobrecapacidad. Aunque es todavía peor. Al fin y al cabo, cuando se habla de la firma fundada por Jeff Bezos todo se magnifica hasta niveles que se escapan de toda lógica. Empiece por la capacidad que ha ido incorporando la compañía a su balance en forma de almacenes. Y es que la empresa con sede en Seattle ha construido tantos metros cuadrados en dos años como Walmart, el histórico gigante de los supermercados en Estados Unidos, en medio siglo.

Ahora pasemos a la fuerza laboral que da vida a esa masa ingente de almacenes. Así, de nuevo, el caso de Amazon vuelve a ser especial por la magnitud de las cifras. En concreto, el número de trabajadores en la compañía prácticamente se ha duplicado en esos años, lo que supone contar en la actualidad con 1,6 millones de empleados. Al final, la suma de ambos factores implica multiplicar varias veces el apalancamiento operativo ya no solo de dicho segmento de negocio, sino del propio grupo. De hecho, solo en el primer trimestre agregó más de 2.000 millones en forma de costes.

El número de trabajadores en la compañía prácticamente se ha duplicado en esos años

Ese escenario en plena expansión, con la economía creciendo con fuerza, es una bendición. Principalmente, porque una vez que se superan los gastos fijos el resto va directo a beneficios. Pero cuando la economía se contrae, empieza a ser un problema hasta para un gigante que vale más de un billón de euros. Y en estas circunstancias se encuentra Amazon. De ahí, que hace unos meses decidiese aumentar los precios en Estados Unidos y ahora hacerlo en otros países como Europa. Aun así difícilmente logrará solventar sus dificultades solo con esa subida de precios.

MALGASTAR RECURSOS FUERA DE NORTEAMÉRICA

Al menos fuera de Estados Unidos. Y es que en su país de origen, y las zonas limítrofes como Canadá, las perspectivas no son buenas, pero no tampoco parecen apocalípticas. De hecho, durante el primer trimestre del año las ventas en Norteamérica crecieron un 8% interanual, lo que le ha ayudado a tener cierto margen. Pero también es una realidad que la economía estadounidense ha empezado a deteriorarse, como puso de relieve recientemente Walmart, uno de sus grandes competidores. Incluso, la posibilidad de que se vea próximamente una recesión ya es muy alta.

Pero ni con ese panorama tan difícil se puede llegar a comparar con el desastre que tiene montado lejos de las fronteras estadounidenses. Y eso ya es decir mucho. Para empezar si en el primer trimestre en Estados Unidos las ventas aumentaron ese 8%, en el resto del mundo se contrajeron un 6%. Ese hecho, por sí solo, ya es un mazazo importante para una compañía con un apalancamiento operativo tan alto. Pero es todavía peor cuando se profundiza en ello. Al fin y al cabo, las cantidades que percibe por usuario y país agravan todavía más el problema.

Los estadounidenses son los grandes clientes de Amazon. También son los más rentables. De hecho, la compañía vende productos y servicios por valor de 881 dólares al año a cada ciudadano de Estados Unidos. Una cifra a la que no solo no se acerca ningún otro país, sino que en algunos casos puede llegar hasta ser entre un 90 y 95% menos. Por ejemplo, en el caso de Gran Bretaña la cifra es de 436 dólares, pero en Italia no alcanza los 90 euros y en México apenas llega a los 13 dólares.

¿SERÁ SUFICIENTE CON SUBIR LOS PRECIOS?

Pese a ello, Amazon no ha cesado en su empeño de seguir expandiéndose internacionalmente. Aunque eso haya supuesto durante muchos años tirar grandes cantidades de dinero. En primer lugar, porque en países como en España o Italia no termina de salir a cuenta, en función del gasto, las inversiones realizadas. En segundo lugar, porque en otras regiones menos desarrolladas, como América Latina o La India la infraestructura de la compañía es de mala calidad (también por las condiciones de cada país) y la competencia local es intensa

LA SOLUCIÓN

La solución para un problema tan peliagudo es empezar a ajustar el retorno de las inversiones. De ahí, la subida de precios en España y otros tantos países. La idea de la compañía es incrementar los ingresos, como ha ido haciendo Netflix por ejemplo, aun a riesgo de perder algunos clientes por el camino. Aunque obviamente Amazon cuenta con una ventaja, y es que tiene un mayor poder de fijación de precios (al no tener tanta competencia) con lo que puede lograr una menos fuga de usuarios.

el gigante mundial del comercio electrónico se está resintiendo de la resaca pandémica de las compras online

Aún así está todo por ver. De hecho, no hace mucho que el director del área de logística de Amazon, Dave Clark, abandonó voluntariamente la compañía. Una salida que se suma a la del propio Jezz Bezos hace al menos de un año. En definitiva, el gigante mundial del comercio electrónico se está resintiendo de la resaca pandémica de las compras online. La solución pasa por recortar capacidad, al arrendar parte de su superficie, y plantilla, el mayor corte puede venir pasadas las navidades, y subir los precios. Pero aun con todo ello es difícil que sea suficiente.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2