Inmobiliaria Colonial entregó resultados del primer semestre del año con un impactante crecimiento del 120% de los beneficios netos alcanzando 355 millones de euros. La compañía inmobiliaria sustenta este resultado en mayor medida, al crecimiento de valor de su cartera, la cual presentó una variación de 315 millones de euros, a la evolución del avance en la cartera de proyectos, así como al programa de renovaciones.
La facturación de Inmobiliaria Colonial por rentas alcanzó 170 millones de euros correspondientes a un incremento del 10% sobre el mismo periodo del año anterior. Por su parte, el resultado bruto de explotación recurrente se incrementó en el mismo 10% logrando 134 millones de euros.
La compañía aduce que este comportamiento se dio gracias al incremento de los precios de alquiler en especial en los centros urbanos. En el primer semestre de 2022, Inmobiliaria Colonial firmó 58 contratos de alquiler los cuales representan 105.000 m² activos, es decir, un 75% superior frente al mismo periodo del año anterior que a su vez. le representan 45 millones de euros en renta anual.
Al mismo tiempo, Inmobiliaria Colonial realizó desinversiones sobre activos no estratégicos en Madrid y en París por 59 millones de euros resaltando en contraparte, algunos proyectos entregados como la sede de Naturgy en Barcelona o las oficinas que entregó a Goldman Sachs en el distrito financiero de París.
ANÁLISIS TÉCNICO
En la entrega de los resultados, Pere Viñolas, su consejero delegado, recalca el resultado de la buena ejecución de su estrategia, la cual le permite crecer a doble dígito y con amplio potencial de seguir creciendo en un futuro. Mientras tanto, las acciones de Inmobiliaria Colonial se agarran de los 6 euros, los cuales, de quebrar a la baja, representarían un desplome de la acción que la podría llevar hasta el único soporte macro que la acompaña en inmediaciones de 4 euros.
En los 6 euros el precio ha encontrado un doble piso registrado en octubre de 2020 en gráfico semanal que, a su vez, confluye con el área regularidad macro de toda la extensión calculada, desde los mínimos históricos registrados en 2012 hasta los máximos de febrero de 2020 previo a la llegada de la pandemia.
Como lo comentábamos en artículos anteriores, si el precio logra respetar los 6 euros y se ubica sobre 6,3 euros, podría confirmar el punto de giro al alza que lo lleve a pagar un primer objetivo en la regularidad del ciclo más cercano creado en enero de 2022 y un segundo objetivo en la regularidad del siguiente ciclo creado a mediados del año pasado arriba de 8,9 euros, lo que representa un potencial de revalorización superior al 40%.