Los criterios de concesión de préstamos y las condiciones generales aplicadas a los nuevos créditos se habrían endurecido en el segundo trimestre del año de forma generalizada en nuestro país, según se recoge en la encuesta sobre préstamos bancarios correspondiente al segundo trimestre y publicada hoy por el Banco de España.
El supervisor explica que esta «evolución contractiva» de la oferta crediticia se produce en el contexto de aumento de los riesgos percibidos ante las tensiones inflacionistas y el impacto económico del conflicto en Ucrania, así como por la normalización de la política monetaria.
En cuanto a la demanda, el Banco de España indica que se habría endurecido en España tanto la financiación a empresas como para el consumo de familias, si bien el crédito hipotecario a hogares habría continuado aumentando, aunque a menor ritmo que en trimestres previos.
En el segmento de financiación a empresas, la encuesta recoge que las entidades españolas endurecieron los criterios de concesión de préstamos tanto a pymes como a grandes compañías, de forma que aumentó el porcentaje de solicitudes de fondos denegadas.
Las condiciones generales de las nuevas operaciones también se habrían endurecido entre abril y junio, lo que se tradujo en un aumento de los tipos de interés aplicados a estos créditos, según lo reportado por las entidades de crédito, en un contexto de incremento de los costes de financiación de las entidades.
El Banco de España indica que también se habría producido un «cierto aumento» de los márgenes (tanto los de los préstamos ordinarios como los de mayor riesgo) y de las garantías requeridas, algo que el supervisor explica por «los mayores riesgos percibidos y por la menor tolerancia al riesgo por parte de algunas entidades financieras».
Por el lado de la demanda por parte de las empresas, se habría reducido por «varios efectos contrapuestos«. Por una parte, el supervisor explica que habría aumentado la solicitud de préstamos ante las mayores necesidades para financiar existencias y capital circulante, en un contexto de aumento de los costes de materias primas, el incremento de las operaciones de reorganización empresarial y de refinanciación de deuda, así como el descenso de las emisiones de renta fija entre las grandes empresas (por el aumento de costes asociados a este tipo de financiación).
Por otra parte, el incremento en el nivel general de los tipos de interés, el descenso de las necesidades para financiar inversiones en activos fijos y una mayor utilización de la financiación interna «habrían propiciado una disminución de las solicitudes».
Para el tercer trimestre, las entidades financieras españolas esperan una prolongación de la contracción de la oferta de crédito y un descenso moderado de las solicitudes de préstamos en todos los segmentos.
En cuanto al endurecimiento en los criterios para conceder créditos a hogares, ya sea para adquisición de vivienda o para consumo y otros fines, el Banco de España señala que esta evolución sería consecuencia, «fundamentalmente«, de un aumento de los riesgos percibidos (vinculados principalmente al deterioro de las perspectivas económicas generales y al empeoramiento en la solvencia de los prestatarios) y también, aunque en menor medida, de una menor tolerancia al riesgo por parte de las entidades financieras y de los mayores costes de financiación soportados por los bancos.
La demanda de crédito por parte de las familias para consumo y otros fines se «habría reducido ligeramente» en el segundo trimestre, sobre todo por «un descenso en la confianza de los consumidores» y, en menor medida, por el «mayor uso de ahorros» para financiar esas compras.
En cuanto a las solicitudes para préstamos hipotecarios, habrían mostrado una tendencia creciente entre abril y junio, si bien de forma «más moderada» que en los trimestres previos. Esta evolución se derivaría de la «positiva» situación del mercado de la vivienda y del «impacto favorable» asociado al «bajo» nivel de los tipos de interés que «en algunos casos aún no habrían recogido el incremento de los tipos de referencia de estos créditos».
EMPEORAMIENTO DEL ACCESO A LA FINANCIACIÓN MINORISTA Y MAYORISTA
Respecto a las preguntas ‘ad hoc‘ incluidas en la encuesta, los bancos españoles han señalado al Banco de España que, durante el segundo trimestre de 2022, observaron un empeoramiento de las condiciones de acceso a los mercados minoristas. En el caso de los mercados mayoristas, la banca española percibió «un deterioro» en todos los casos, en un contexto de aumento de los tipos de interés en los mercados monetarios y de capitales, como consecuencia de la normalización de la política monetaria.
Para el tercer trimestre del año, las entidades financieras anticipan un «nuevo endurecimiento generalizado» de las condiciones de acceso a los mercados de financiación.
Por otro lado, la evolución «observada y prevista» de la ratio de morosidad «no habría tenido en España ninguna influencia sobre la política crediticia» de los bancos durante el primer semestre del año. Para los próximos seis meses, las entidades financieras considera que la ratio podría propiciar «un cierto endurecimiento de los criterios de concesión de préstamos y de las condiciones aplicadas, en todos los segmentos.