The Power Business School, la escuela de negocios online que está y estuvo en todas partes

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Hace unos años para plantearse hacer un máster en administración de empresas (MBA), con el fin de seguir prosperando en tu carrera profesional, iniciar un negocio o abrirse a nuevas oportunidades, había que tener una elevada cantidad de dinero ahorrada o una vía de financiación para su realización.

Pero entonces llegó The Power MBA, una escuela de negocio online que ofrecía formaciones por solo 500 euros, con un estilo de microvídeos que se podían ver en cualquier momento y con profesores de referencia en el ecosistema emprendedor español. Actualmente ofrecen distintos programas y han cambiado su nombre a The Power Business School, contando hasta la fecha con una comunidad de 100.00 alumnos de todo el mundo.

ENTONCES LLEGÓ UNA escuela de negocio online que ofrecía formaciones por solo 500 euros, con un estilo de microvídeos

The Power MBA nació para tratar de democratizar este tipo de cononocimientos y acabar con ese enfoque de exclusividad. Su clave fue deshacerse de gastos como las instalaciones físicas para dar clase y tener un contenido bastante actualizado.

«La compañía la fundamos cuatro amigos, unidos por razones diversas. Hugo (Arévalo) y yo habíamos sido compañeros de clase en la universidad, Borja (Adanero) y yo habíamos coincidido como compañeros de trabajo y Kike (Corral) y yo somos primos», explica para Merca2 el co-fundador y CEO de The Power Business School, Rafael Gozalo.

La startup surge «a partir de una inquietud muy grande por emprender». Hugo ya era «un referente» en el ecosistema digital, mientras el resto procedían de consultoría. «En nuestro trabajo como consultores habíamos identificado que la gente que sabía de negocio tenía muchas más posibilidades de que les fuera bien, con independencia de cuál fuera su formación de base», cuenta. «Saber de negocio, de gestión y de liderazgo de personas hoy en día es algo muy transversal», destaca.

Gozalo señala como detectaron que las formaciones en gestión eran muy caras, «en términos de tiempo y de dinero». Encontraron que hay gente dispuesta a pagar cantidades ingentes por un MBA y pensaron que su propuesta tenía que ir dirigida, precisamente, para «los no clientes» de esas formaciones, para «las personas que no estaban pensando hacer un master».

«Así, no entramos a competir por los clientes existentes, que no tienen problema en pagar 30.000 o 40.000 o 60.000 por un máster, sino que entramos en un mercado diferente, orientándonos a todas esas personas que no se habían planteado hacer un máster de negocio porque no estaba en su plan».

LA COMPETENCIA

El CEO de The Power Business School cree que no tienen una competencia directa que ofrezca una propuesta de valor equivalente a la suya ni por el valor ni por el pecio, pero identifica como rivales ‘sustitutivos’ un sinfín de propuestas, como escuelas de negocio tradicionales, otras plataformas edtech, comprar cursos online de algo muy específico, los libros de gestión, etc.

No obstante, no duda de que «en el plano de consumo nuestro principal competidor es querir seguir viviendo en la ignorancia. Hay muchas personas que no perciben al aprendizaje en temas de negocio y liderazgo como algo relevante», apostilla Rafa.

La startup tiene una doble orientación: la B2C y la de B2B

La startup tiene una doble orientación: la B2C (focalizada en consumidor final) y la de B2B (para el entorno coporativo). En esta segunda pata ponen a disposición de las organizaciones unas figuras conocidas como Learning Solutions Architects, las cuales les ayudan a «que conecten bien las necesidades de cada uno de sus universos o poblaciones con nuestros programas. Estas personas les permiten maximizar el impacto y el rendimiento de los servicios que nos contratan», resume.

Su orientación B2B hace unos años solo suponía un 15%, pero ahora «está creciendo de manera signifitiva». Esto se debe a que están reforzando su presencia comercial en muchos territorios y están expandiendo su portfolio. También están notando como en aquellas cuentas donde habían metido cabeza a través de un programa piloto hace 1 o 2 años vuelven a contratarlos.

LOS NÚMEROS

The Power Business School cuenta con oficinas físicas únicamente en Madrid, pero gran parte de su equipo está deslocalizado en muchas ciudades europeas. Actualmente tiene una plantilla que se mueve en torno a las 150 personas. Hasta ahora han trabajado con más de 600 colaboradores y solo en el MBA global que ofrecen «hay 250 personas».

Actualmente la escuela de negocios online ofrece seis grandes programas (MBA, marketing, exponential leadership (por salir), transformación digital, power skills) a los que se suman certificaciones, que serían «programas más cortitos», en Instagram Ads, Google Ads, SEO, Data Science, Data Analytics, etc. Así, su portfolio alcanzarían los 15 programas más o menos. En muchos casos los alumnos combinan estas distintas propuestas.

la escuela de negocios online ofrece seis grandes programas

La institución vende sus formaciones en unos 96 países y sus alumnos proceden principalmente de España, Alemania, Inglaterra y EE.UU, además de Latinoamérica.

La persona que paga por una formación en esta escuela de negocios online -según revela Gozalo- suele responder al siguiente perfil: tiene de 35 a 40 años y está «expuesta a su primera crisis existencial. Es gente que está buscando un cambio. Un cambio de sector, de empresa, de jefe, de departamento o alguien que quiere montar su propia empresa». También habría mucha gente que busca un ‘refresh’, es decir, que quiere actualizar sus conocimientos.

Entre estos usuarios cada vez hay más representación femenina. Cuando empezaron la cifra de mujeres podría rondar el 25 o 30 por ciento, pero ahora sería de un 45%.

Con más de 100.000 alumnos esparcidos en tantos territorios cuentan que una de las cosas que más les pasan en distintas ciudades es que alguien les reconozca y les pare por la calle, sobre todo a Borja (que imparte un gran porcentaje de las clases en vídeo).

LA PANDEMIA

A la entonces todavía The Power MBA la llegada de la COVID-19 le resultó bastante positiva a corto plazo. «Los que ya eran alumnos y estaban encerrados en casa se pusieron las pilas». Además, Rafa cuenta como notaron un ingente aumento de usuarios porque «la gente estaba confinada y buscaba cosas para hacer».

Lo ventajoso fue que muchos profesionales le dieron una oportunidad a la formación online, dándose cuenta de que «pueden enseñar a su gente de una manera muy eficiente y eficaz y eso está bien, porque habría amplificado el tamaño de la oportunidad».

Sin embargo, en el medio y largo plazo las cosas fueron algo más negativas. «Muchas compañías se habrían visto obligadas a tirarse al online de cabeza sin discriminar demasiado», se lamenta Gozalo.

EL REBRANDING

Hace unos meses la startup abandonó su clásica denominación The Power MBA para pasar a llamarse ‘The Power Business School’. «Esto es como cambiarle el nombre a tu hijo a los 4 años. Le llamas Jorge y de repente lo llamas Rafa», bromea el CEO de la compañía.

The Power MBA ha pasado a llamarse ‘The Power Business School’

Gozalo asegura que el rebranding se llevó a cabo por «una cuestión de elasticidad de la marca. Nos generaba complicaciones exponer bajo el nombre de The Power MBA programas de todo tipo: de liderazgo, de softskills, de ventas, de marketing, etc»,revela. Fue cuando decidieron que «el marco de The Power Business School» era más apropiado para la propuesta que tenían en la cabeza.

Este nuevo nombre vino motivado por una nueva orientación internacional de la compañía, con una nueva oferta de su programa en inglés y profesores procedentes de gigantes tecnológicos, como Tesla, YouTube o Waze.

«A todos ellos les motivó que estábaos queriendo hacer algo razonablemente bueno y que tenía un sentido para la gente. Muchas de estas figuras no habían ido a una business school, ni recibido formación de nadie. Han sufrido mucho en el proceso de aprender by doing. Se unieron porque sintieron un compromiso hacia nuestro propósito», afirma el mandamás de la compañía.

EL CAMINO HACIA SER UNICORNIO

A diferencia de las otras startups españolas que son unicornios o están cerca de serlo, en el caso de The Power Business School el Cap Table (o porcentajes de propiedad de la empresa) no se habría visto muy alterado de una manera muy representativa desde que se fundó la compañía. En su mayoría el capital pertenece a los cuatro socios fundadores y luego hay inversores, tanto institucionales como business angels.

A Gozalo no le preocupa especialmente la posibilidad de superar la valoración de los 1.000 millones de dólares. «Lo importante es crear valor de verdad y eso se hace de muchas formas», comenta.

«Nosotros tenemos claro que queremos ser una compañía referente a nivel mundial. El que sea unicornio o no al final será consecuencia del valor que seamos capaces de crear y de cómo de sistemático y sostenible lo hagamos», añade. «Si somos una compañía global en el ámbito de la educación ejecutiva deberíamos multiplicar las cifras, pero de una manera natural».

Gozalo, no obstante, sí que reconoce que el hecho de que te consideren como un futurible unicornio sí que hace que los clientes, los usuarios, el mercado y la sociedad te perciban como una «compañía de potencial éxito».

LA GRAN POLÉMICA

Hace un par de años la startup fue bastante criticada, no solo por su ubicuidad en distintos anuncios, sino por no dejar demasiado claras las condiciones del acuerdo con sus profesores. Algunos medios hicieron sangre incluso con el estilo de vestir que los cuatro socios llevaban en los susodichos banners: unas sudaderas con el logo de The Power MBA.

«La polémica surgió por una mala respuesta de nuestro lado tras una recriminación en redes sociales. Eso incendió todo. Pero lo que dejó ver y subyacer es que habíamos sido muy intensos y habíamos generado mucho hartazgo con los anuncios», cuenta el CEO de The Power Business School.

«Probamos infinidad de creatividades en distintas combinaciones y los CTRS que mejor funcionaban eran aquellos donde salíamos nosotros… desgraciadamente», justifica Rafael en relación a por qué los anuncios que más se veían eran aquellos donde se mostraba a los co-fundadores.

El emprendedor también explica que ocurrió «una cosa increíble, que un gran porcentaje de los anunciantes quitaron la inversión. Como era un sistema de pujas lo que pasó es que con la misma inversión nosotros multiplicábamos los impactos. No es que fuera una estrategia, es que simplemente los costes bajaron y aparecíamos mucho más»

Gozalo lo define como «una auténtica tormenta perfecta, que degeneró en que éramos la compañia que más brand awardness hizo en España. Eso a la gente le mosqueó».

En cualquier caso, el CEO de la escuela de negocios comenta que «todo lo que hemos hecho siempre lo hemos hecho con la mejor de las intenciones». Aquella polémica, sin duda, les sirvió para ser más cautelosos y definir mejor los contratos con los profesores.

«Reconozco que no habíamos trabajado en la procedimentación de los formalismos con cada una de las personas y no les gestionamos a todos de la manera más adecuada. Sí que teníamos más cuidado con las personas que tenían más reconocimiento social (que no validez), pero con otros colaboradores hablamos de una manera más informal. Eso a partir de aquello lo mejoramos de una manera drástica», concluye.