El oro pierde su atractivo refugio en detrimento de un dólar impulsado por la Fed

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El oro, considerado activo refugio por excelencia en épocas de crisis, encamina la quinta semana consecutiva perdiendo valor. Se trata de la racha más larga de caídas en casi cuatro años, provocadas por los anuncios de subidas de tipos de la Fed (Resera Federal de Estados Unidos). La política económica del organismo norteamericano está favoreciendo al dólar que, ante la presión bajista a la que está sometido el metal precioso, gana posiciones entre los inversores que buscan refugio en un contexto volátil para los mercados y, especialmente, para la renta variable.

El oro se dirige a su quinta pérdida semanal, situación que no se producía desde desde el año 2018. Además, de darse los niveles actuales de cotización, el cierre semanal podría ser el más bajo desde mayo de 2020. Las incertidumbres del mercado esta vez no están favoreciendo al activo, que ve como sus credenciales de refugio se ven marginadas por los inversores. La preferencia por el dólar hace de la divisa estadounidense le gane terreno al metal precioso en las últimas semanas.

Esta situación podría continuar durante las próximas semanas, dado que la perspectiva negativa podría se alargará hasta que la Fed o el mercado perciban que el principal problema ha dejado de ser la inflación para centrarse en el crecimiento. Es decir, hasta que no relajen la política monetaria actual marcada por las subidas de tipos de interés, el oro puede seguir perdiendo su atractivo de los inversores.

LAS SUBIDAS DE TIPOS PUEDEN MÁS QUE LA INFLACIÓN

Desde el pico de marzo en la zona de 2070 dólares, el oro ha perdido casi el 18% de su valor¡, arrastrando también a otros metales que han experimentado grandes retrocesos, incluyendo la plata que retrocedió un 31% desde que alcanzara sus máximos anuales. Y, es que, los lingotes de oro han estado bajo una gran presión en el último mes a medida que los inversores se pasaban al dólar ante las agresivas subidas de tipo de la Fed.

A pesar de la elevada inflación que sacude a las economías mundiales, factor que suele dotarle de mayor atractivo por el temor a la pérdida de poder adquisitivo, el metal cayó por debajo de los 1.700 dólares la onza el pasado jueves por primera vez en casi un año. Por su parte, el indicador del dólar de Bloomberg subió a niveles récord.

Si bien la alta inflación y las amenazas al crecimiento generalmente ayudan al oro, el metal precioso se está debilitando a medida que los inversores sopesan la posibilidad de aumentos más grandes o de manera más frecuente de las tasas de interés para frenar el alza de precios. Por otra parte, el oro no paga intereses y, del mismo modo que ocurre con otras materias primas denominadas en dólares, sufre cuando el dólar sube.

LAS EXPECTATIVAS DE RECESIÓN ECONÓMICA DEBERÍAN BENEFICIAR AL ORO

El activo tiene las de perder en este contexto económico actual. No obstante, los expertos consideran que la situación económica de Estados Unidos, a las puertas de una recesión, debería ser positiva para la cotización del metal. Así lo ven los analistas de la firma Commerzbank AG, que prevén alzas en el precio del oro en un futuro próximo.

«Esta es una de las razones por las que anticipamos precios más altos en los próximos meses y trimestres», destacan los expertos en una nota recogida por Bloomberg. «Para que esto suceda, las salidas de ETFs aún fuertes tendrían que terminar y los intereses de compra tendrían que volver al mercado«, añaden.

Por ahora, las caídas del precio del oro continúan agrandando el declive de este 2022 para el metal, que llegó a dispararse tras la invasión de Rusia a Ucrania, situándose por encima de los 2.000 dólares la onza. Desde entonces, el comportamiento registrado ha estado marcado por una directriz bajista, en consonancia con las medias adoptadas por la Fed y la fortaleza que ha ido generando el dólar en el mismo escenario.