La fragilidad del euro asienta al dólar como el mejor refugio ante la inflación

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La actual vorágine financiera ha arrastrado a todos los activos hacia la tendencia bajista. A todos con la excepción del dólar. Habiendo finalizado el primer semestre de año, el cual ha estado marcado por el azote de la creciente inflación, se puede decir que la divisa estadounidense es la superviviente de un torbellino financiero que ha sacudió a mercados de valores, divisas y materias primas por igual. Pese a que el resto de los activos de inversión han sucumbido a la presión inflacionaria que, a su vez, ha inyectado el miedo y la incertidumbre en los mercados, el dólar ha proseguido en su escalada alcista. 

Y es que, pese a que los mercados globales y las economías nacionales se están acercando a una recesión que parece irreversible, la divisa estadounidense se ha visto favorecida en un momento marcado por la inestabilidad económica. El dólar ha crecido más de un 11% con respecto al euro en lo que va de año. Es por ello por lo que la moneda del país americano se sitúa en su precio más elevado del último lustro. En la misma línea, el dólar se ha instalado en niveles similares a lo que tenía a finales de 2002, momento en el que la divisa comenzó a devaluarse, pero EE. UU. era la economía más potente del mundo. 

EL EURO, LA OTRA CARA DE LA MONEDA 

Pese a que el resto de los activos bien se han ido devaluando o están a las puertas de un deterioro inminente, la moneda estadounidense ha seguido creciendo. Y es que su homóloga europea se ha visto condicionada por la guerra entre Rusia y Estados Unidos. Aunque la inflación ha sido y sigue siendo el principal escollo de las economías globales, esta se ha visto alentada, sobre todo en la zona euro, por el conflicto armado entre los países europeos. Así, el BCE ha tenido una actitud más pasiva a la hora de frenar la cabalgante inflación.

«La vulnerabilidad energética de Europa sigue pesando sobre la moneda única y el acuerdo sobre la huelga de Noruega (relacionada con las exportaciones de gas), no ha tenido un impacto positivo en el euro»

Bloomberg

El alto coste de las materias primas, los elevados precios de la energía, y el miedo a una recesión económica ha llevado al euro ha devaluarse más de un 8% en los últimos cinco meses. Así, la moneda de la eurozona está marcando mínimos de los últimos 20 años. De la fragilidad del euro se ha visto reforzado el dólar, que, al contrario de la divisa europea, se ha fortalecido y ha ganado enteros para ser uno de los principales valores refugio de este año. 

Bloomberg señala que «la vulnerabilidad energética de Europa sigue pesando sobre la moneda única y el acuerdo sobre la huelga de Noruega (relacionada con las exportaciones de gas), no ha tenido un impacto positivo en el euro». 

LA FED AUPA AL DÓLAR 

La agresiva subida de tipos llevada a cabo por la FED se antoja como uno de los puntos cardinales que explican la fortaleza del dólar frente al euro. La Reserva Federal aumentó los tipos de interés en 75 puntos básicos para frenar la inflación, la cual es la más elevado de los últimos 40 años. Como no puede ser de otra forma, el alza de los tipos ha favorecido al dólar en lo que a valoración se refiere. Deutsche Bank determina que «debido a la volatilidad de los mercados, las primeras subidas de tipos de la FED y la incertidumbre geopolítica, el USD sigue gozando de una buena demanda de los inversores como activo refugio«. 

El alza de tipos de interés es uno de los fortificadores de las divisas. Pese a que el consumo puede verse reducido, la divisa gana fortaleza y vale más. Este es el principal motivo que explica el auge del dólar frente al euro o, dicho de otro modo, el deterioro de la divisa europea con respecto a la moneda estadounidense. El BCE ya avisó de que habría un alza de tipos de interés (previsiblemente de 25 puntos básicos) para finales de julio. Así, el euro puede verse más reforzado. Y es que la moneda europea se ha visto lastrada por una cadena de factores que han llevado a que su valor vuelva a niveles similares a los de 2002.

LA FED AUMENTÓ LOS TIPOS DE INTERÉS EN 75 PUNTOS BÁSICOS

La guerra entre Rusia y Ucrania avivó a una inflación que ya estaba desbocada. Esto a su vez infló los precios de las materias primas y de los costes energéticos. Es por ello por lo que el BCE ha tenido una actitud más comedida con respecto a la subida de tipos. Por el contrario, la FED no dudó en hacer un alza de tipos más rápida y agresivo hasta los 75 puntos básicos. El dólar ha crecido en detrimento de un euro condicionado por la situación macroeconómica. A esto, hay que sumarle que los expertos dudan de si el BCE logrará endurecer la política monetaria lo suficiente para frenar una inflación que ya está en niveles récord.  

EL DÓLAR ADELANTA AL PETRÓLEO O AL ORO

Lejos de divisas, las caídas generalizadas de otros activos de inversión que hace no mucho tenían el cartel de refugio ante la inflación ha favorecido al dólar. Por ejemplo, el oro, para el que muchos es el principal refugio en crisis económicas, ha tocado mínimos de los últimos 4 meses. Hoy por hoy, el metal precioso vale 1.711 euros. A su vez, los expertos auguran un futuro incierto al petróleo.

Pese a que el precio del esquisto he estado por encima de los 100 dólares durante gran parte del año, el valor ha ido cayendo poco a poco por temor a la recesión económica. Así, el petróleo está tanteando la zona de los 100 dólares, aunque el ‘oro negro’ ha llegado a estar por debajo de los tres dígitos.

DEUTSCHE BANK CONSIDERA QUE A CORTO PLAZO LA DEMANDA DE USD VA A SEGUIR ESTABLE

El resto de los activos se han contagiado de la actual situación macroeconómica. Una circunstancia de la cual se ha aprovechado el dólar para reforzarse. Pese a que los analistas de Deutsche Bank consideran que a corto plazo la demanda va a seguir estable, «es posible que el USD pueda depreciarse a medio plazo dado a la trayectoria de la política monetaria de Estados Unidos». Ningún activo está exento de las variaciones del mercado, y menos en un momento como el actual. Pese a ello, el dólar sigue con el piloto en verde encendido mientras que el resto de los activos de inversión están de capa caída.