El euro ha tocado mínimos de hace 20 años. La divisa de la zona europea no ha logrado resistir la presión de la inflación y ha caído hasta niveles de diciembre de 2002. Así, el euro se acerca de forma imparable a la paridad con el dólar, en un momento en el que la divisa americana se ha visto más fortalecida por las medidas llevadas a cabo por la FED, además de la problemática que acompaña al euro por los problemas geopolíticos.
La inflación se postula como mayor problema de la economía global. El último dato es que la inflación escaló el pasado mes de junio hasta el 10,2%, lo que lo ubica como el nivel más alto alcanzado en los últimos 37 años. Pese a que es un problema que lleva sacudiendo al entorno financiero desde inicios de año, el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania ha avivado un incendio que ya había quemado gran parte del mercado.
EL BANCO CENTRAL EUROPEO HA ESTADO MÁS PASIVO
Y es que, aunque los principales bancos nacionales ya están tomando cartas en el asunto, el Banco Central Europeo se ha mostrado más pasivo. La zona euro se ha visto envuelta de una manta de problemas que han llevado al euro ha depreciarse contra el dólar cerca de un 10% en el conjunto del año. De esta forma, el euro se acerca a la paridad con la divisa norteamericana, la cual se ha visto fortalecida.
EL EURO SE HA DEPRECAIDO MÁS DE UN 8% FRENTE AL DÓLAR DESDE QUE ESTALLARA LA GUERRA ENTRE RUSIA Y UCRANIA
Los problemas geopolíticos de la zona euro han supuesto un punto de inflexión en lo que a los precios de la energía y de las materias primas se refiere. Además, el estadillo del conflicto armado entre Ucrania y Rusia instauró la incertidumbre en el entorno financiero, algo que ha llevado al BCE a tener una actitud más pasiva con respecto a la inflación. Y es que los precios de la energía y de las materias primas se han desbocado a medida que el conflicto armado avanzaba. De hecho, el euro se ha depreciado más de un 8% frente al dólar desde el 24 de febrero, fecha en la que Rusia invadía algunas zonas de Ucrania. Y es que los aire de recesión económica son otro de los factores que han llevado al euro a rozar la paridad con el dólar.
AL BCE LE TOCA ACTUAR
Pese a ello, y atendiendo a que el euro se ha ubicado en niveles similares a los de diciembre de 2002, llega la hora del Banco Central Europeo. Aunque el propio organismo ya dejó claro que tomarían cartas en el asunto, la realidad es que viendo como avanza la inflación y la forma en la que se está depreciando el euro, el BCE va a tener que ser más agresivo de lo que en un inicio querían.
JEROME POWELL LLEVÓ A CABO LA SUBIDA DE TIPOS MÁS ALTA DESDE 1994
Hace dos días, el vicepresidente del BCE, Luis De Guindos apuntó que el organismo europeo subirá los tipos de interés de la eurozona un cuarto de punto en julio. A su vez, y en función de cómo avance la inflación, el Banco Central Europeo volverá a hacer una segunda subida en septiembre. Así, el BCE prevé regular la inflación desbocada que está sacudiendo a todos los mercados de valores europeos.
EL DÓLAR, AMPLIAMENTE REFORZADO CON RESPECTO AL EURO
Basándonos en la teoría, la subida de tipos reforzaría el valor de la divisa. El mejor ejemplo está en el dólar, que, además de beneficiarse de la delicada situación del euro, se ha visto aupado por una subida de tipos récord de la FED. Jerome Powell llevó a cabo el alza de tipos más elevado desde 1994.
EL DÓLAR SE HA REVALORIZADO POR ENCIMA DE UN 10% CON RESPECTO AL EURO DESDE COMIENZOS DE AÑO
Además de ello, el dólar no se ha salido de la senda alcista desde inicios de año. De esta forma, la divisa estadounidense se ha revalorizado por encima de un 10% con respecto al euro. Dos polos opuestos que evidencian el castigo al que la inflación, la guerra, además de la inmovilidad del BCE, ha sometido al euro.
Es el turno de la entidad presidida por Christine Lagarde. Hace un mes, el propio Consejo de Gobierno del BCE dejó claro que en julio llevarían a cabo una subida de tipos de 25 puntos básicos. Pese a que distan de los 75 puntos básicos que subió la FED, el organismo europeo debe actuar para frenar el que ya es el principal problema económico global. Está por ver si las medidas del BCE refuerzan el posicionamiento del euro frente al dólar y, a su vez, logran cesar mínimamente la elevada inflación que sigue haciendo mella en la economía de la eurozona.