Deutsche Bank: Los cuatro riesgos para la economía según

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Deutsche Bank prevé que la economía española crezca un 4,5% en 2022 y una recesión técnica en Estados Unidos. En su último informe CIO Insights titulado «Mantenerse firmes. Actualización de las perspectivas económicas y de inversión», la entidad ha destacado los cuatro principales riesgos para la economía en los próximos meses, así como sus previsiones para diferentes clases de activos de inversión. Unas estimaciones que el banco alemán ha realizado teniendo en cuenta que Rusia continuará suministrando gas a Europa.

Según Deutsche Bank, las perspectivas macroeconómicas para 2022 se han deteriorado desde principios de año debido al mayor encarecimiento mundial de los precios de la energía por la guerra entre Rusia y Ucrania. En este sentido, creen que EEUU estará en recesión durante el primer semestre de 2023, mientras que para la zona euro no ven riesgo de recesión a menos que Rusia deje de exportar gas natural.

En cuanto a España, la firma prevé un crecimiento del 4,5% en 2022 y del 2,4% para 2023, según la última la actualización macroeconómica de la entidad para el segundo semestre del año. Asimismo, la entidad considera que las tensiones provocadas por las alzas de precios de la energía deberían de moderarse en el segundo semestre de 2022. De cara a al siguiente ejercicio, prevé que la inflación disminuya considerablemente con respecto a sus elevados niveles actuales.

CUATRO RIESGOS PARA LA ECONOMÍA

“El consumo de los hogares se ha visto afectado tanto por esto como por un incremento de la inflación en general, especialmente de los precios de los alimentos. Al mismo tiempo, las empresas están aplazando sus inversiones a causa de la incertidumbre macroeconómica”, ha explicado Rosa Duce, directora de inversiones de Deutsche Bank España, durante un encuentro con periodistas.

Es por ello que desde Deutsche Bank han reducido también sus previsiones de crecimiento del PIB para 2022 en EEUU, que esperan que se sitúe en el 2%. A pesar de los riesgos de recesión en Europa, no es su escenario base, dado que, según ha comentado Rosa Duce, “la mayor demanda deprimida tras el Covid, un contexto fiscal más favorable gracias al fondo NGEU de la UE, y la fortaleza laboral permitirían compensar en parte los efectos negativos de las subidas de los tipos de interés previstas por parte del BCE”.

En este contexto, el banco ha destacado cuatro riesgos a los que se enfrente a la economía en los próximos meses. En primer lugar, Deutsche Bank señala el conflicto entre Rusia y Ucrania, ante la posibilidad de que haya más sanciones de los países occidentales y represalias, lo que intensificaría aún más las presiones inflacionistas, con el precio del gas como el mayor riesgo. En segundo lugar, la inflación y la posible recesión, que puede contribuir considerablemente a la volatilidad del mercado.

Por otra parte, las elecciones estadounidenses de mediados de legislatura, «dado que a los demócratas les está costando adoptar sus políticas previstas y un revés electoral reduciría aún más el margen de maniobra del gobierno de Biden». Por último, la entidad señala que habrá que vigilar la evolución de la economía china, puesto que la producción económica de gigante asiático es crucial para el crecimiento mundial.

ESTRATEGIA DE INVERSIÓN: COMBINAR ACTIVOS DE RENTA FIJA Y VARIABLE

«En este sentido, una reapertura podría impulsar la demanda de energía y estimular la economía, acelerando así la recuperación económica mundial. No obstante, si el crecimiento chino repunta como se prevé en el segundo semestre, esto podría provocar nuevos aumentos de los precios de la energía», destaca.

Por su parte Álvaro Soldevilla, director de gestión discrecional de Deutsche Bank España, ha destacado que, “la situación en los mercados va a seguir siendo muy compleja, con mucha volatilidad. En los próximos días se empiezan a publicar los resultados empresariales del segundo trimestre con un alto riesgo de revisiones a la baja de cara a final de año, lo que añadirá volatilidad”.

Aún así, la entidad prevé que las bolsas coticen al alza en los próximos meses. Respecto a la estrategia a seguir en inversión, Soldevilla ha destacado la combinación de activos tanto de renta fija, poniendo especial atención a la deuda pública de Estados Unidos, como de renta variable, aunque con mayor moderación y siendo más selectivos.

«En EEUU, la mayor parte de las subidas de las rentabilidades deberían haber quedado atrás. A medida que se vaya enfriando el crecimiento se irá rebajando la presión sobre los bancos centrales, lo que favorecería a los bonos públicos«, asegura el directivo. En cuanto a renta fija corporativa, destaca que «en bonos de mayor riesgo, la posibilidad de que suban las probabilidades de impago puede mantener altas los diferenciales de crédito, por lo que dentro de la renta fija corporativa mejor concentrarse en el segmento de mayor calidad».

Deutsche Bank también destaca la buena demanda del dólar entre los inversores que buscan activos refugio en un entorno actual de volatilidad. Además, explica que las subidas de tipos previstas por la Fed comparadas con las del Banco Central Europeo (BCE) son otro factor favorable.

MERCADOS ALCISTAS EN LOS PRÓXIMOS 12 MESES

En renta variable de mercados desarrollados la firma prevé que, tras las recientes caídas, los múltiplos de valoración de los índices sobre las estimaciones de beneficios de consenso parecen razonables de nuevo en EE.UU., mientras que son baratos en Europa y los mercados emergentes. «Aunque seguimos pensando que los mercados cotizarán al alza durante los próximos 12 meses, esperamos que la volatilidad persista a corto plazo», explica.

Esto es debido principalmente a los riesgos para el crecimiento derivados de la guerra en Ucrania, la elevada inflación y el endurecimiento de las condiciones financieras, que no desaparecerán a corto plazo. Por otra parte, en mercados emergentes ven potencial de recuperación de un dígito a doce meses en el MSCI de China.

La compañía también augura una evolución de los precios inmobiliarios y los alquileres «robusta», dado que los mayores costes de financiación se verán compensados por el alza de los salarios nominales. «Los inversores deberían inclinarse por los segmentos del mercado con unas bajas tasas de desocupación o arrendamientos indexados a la inflación para beneficiarse plenamente de una inflación persistentemente elevada», indica Deutsche Bank.