Meliá se enfrenta a una temporada estival en la que prevé generar cifras de negocio positivas, pero ni el verano salvará el a Meliá. La subida de precios por la inflación parece ser el mayor de los problemas a los que se enfrenta la compañía hotelera, que pone en peligro sus márgenes. Una situación que puede complicar los resultados del segundo trimestre de 2022 que se publicarán el próximo 27 de julio. De hecho, algunas entidades esperan que las cuentas de resultados del próximo ejercicio también se vean resentidas y no logren el potencial previsto por la firma.
La opinión de los analistas de Bankinter respecto a los próximos meses es que la subida de precios de la hotelera no compensará todo el incremento de costes y sus márgenes se verán penalizados. Un contexto negativo por el que han decidido rebajar su recomendación desde comprar a neutral. «Meliá prevé una muy positiva temporada de verano, que en términos globales igualaría los ingresos de 2019, y particularmente se observa un incremento importante de tarifas diferenciado por zonas», señalan.
En este sentido, creen que para los hoteles urbanos, la previsión es un incremento del 5%, mientras que para los hoteles de islas y costas, el incremento medio sería del entorno del 15%, con Canarias a la cabeza. «Pese a ello reconocen que el alza de la energía, bebida, alimentos o salarios (la inflación ha escalado al 10,2% en junio) erosionarán una parte importante de los márgenes«, destacan los expertos del banco.
RECORTE AL PRECIO OBJETIVO
Ante las presiones inflacionarias a las que se enfrenta la cadena hotelera de la familia Escarrer, Bankinter augura un panorama negativo aunque consigan buenas cifras de ocupación. «A pesar de la fuerte subida de precios, la compañía reconoce que sus márgenes se verán erosionados por la fuerte inflación en costes. Esto hace prever de nuevo débiles resultados en el segundo trimestre de 2022, que se publicarán el próximo 27 de julio», indican.
Por todo ello, prevén un comportamiento «débil» del valor hasta la publicación de resultados y rebajan su recomendación situando su precio objetivo en los 7,76 euros por acción. Un precio que, pese a la recomendación, mantiene un potencial alcista del 30%. Pero Bankinter no es la única firma de análisis que ha valorado negativamente, al menos en parte, las previsiones de Meliá en un entorno económico marcado por la incertidumbre.
Deutsche Bank ha sido otro de los bancos que ha analizado la situación de la compañía recientemente. Sus analistas siguen recomendando comprar sus títulos, pero han recortado su potencial alcista para los próximos meses. De esta manera, han rebajado su precio objetivo desde los 8,5 euros por acción hasta los 8,1 euros. Aunque las previsiones del banco alemán son positivas para el resto del año, sí rebajan las estimaciones para 2023.
REDUCCIÓN DE EXPECTATIVAS PARA 2023 Y 2024
«Meliá ha sido una de las empresas más rentables del sector hotelero europeo desde principios de año. En cierto sentido, este buen comportamiento es lógico, teniendo en cuenta que el modelo de negocio de Meliá tiene cerca del 80% de los ingresos expuestos a la clientela de ocio, que se espera que continúe impulsando la recuperación», aseguran los analistas del banco alemán.
En este sentido, sus estimaciones indican unos ingresos de 1.630 millones de euros para finales del ejercicio, lo que supone una cifra bastante superior a la que estima el consenso de Bloomberg (1.450 millones de euros). Sin embargo, aunque aumentan sus expectativas para 2022, las reducen para los dos siguientes años. «Prevemos un entorno difícil, aunque nos mantenemos en la parte alta del rango de consenso. Mantenemos nuestra opinión de que Meliá debería registrar una de las recuperaciones más fuertes del sector hotelero europeo», destacan.
«Reducimos nuestra hipótesis para el ejercicio 2023/2024 debido a unos efectos de base menos favorables y un entorno más difícil (dentro de los riesgos de inflación y recesión, etc.), que se refleja en un menor crecimiento de los ingresos, pero con unos márgenes ligeramente superiores», añaden los analistas de Deutsche Bank.
En cualquier caso, el mayor problema para Meliá actualmente es la subida de costes provocada por la alta inflación que en el caso de España ya alcanza los dos dígitos. En opinión de algunos analistas, la situación repercutirá negativamente en los márgenes y hará más difícil la recuperación este año.