El próximo lunes 4 de julio es la fecha final con la que los interesados en las acciones de Repsol podrán hacerse a los dividendos que la compañía ofrece, uno de los más altos del sector, equivalente a 0,33 euros brutos por acción por lo cual se desembolsará poco más de 479 millones de euros pagaderos el próximo jueves 7 de julio.
La cotización del petróleo ha mermado, incluso presenta probables movimientos bajistas mientras que la OPEP y la OPEP+ en su reunión de 2 días en esta semana, confirmaron que en agosto la oferta presentaría un aumento de bombeo hasta de 648.000 barriles diarios. Con lo que alcanzaría un total de 43,8 millones de barriles/día, cifra que de seguro será revisada el próximo 3 de agosto en la que se volverán a reunir de forma telemática. La idea de este incremento de oferta se da con el fin de retener los impactos inflacionarios en sectores de la energía con el “aliciente” de una oferta adicional proveniente de Venezuela, Irán y Libia quienes no están incluidos dentro de la OPEP+.
ANÁLISIS TÉCNICO
Nuevamente noticias que generan combustible al movimiento del precio de una acción que, para el caso de Repsol, se ha encontrado con un importante retroceso del -18% desde el pasado 8 de junio. Retroceso que teníamos previsto y compartimos con nuestros lectores a través del artículo publicado el pasado 9 de junio que de visitar los 14 euros por acción con confluencia entre un área de regularidad intermedia y el soporte de gráfico diario del 11 de abril en inmediaciones de 13,81 euros, comenzaríamos a comprar.
Este movimiento se ha cumplido a cabalidad pero de acuerdo a la ubicación del índice de fuerza relativa debemos estimar un probable movimiento de mayor retroceso del 8% adicional que ubique el índice en áreas de sobreventa y que ubique el precio en cercanías del siguiente soporte en inmediaciones de 12,2 euros para comprar. Área en la que confluyen la regularidad de todo el avance, el soporte semanal, la directriz interna alcista y el retesteo del nivel superior del canal bajista mensual que la acción desarrolló desde 2007 y que finalmente, después de 15 años, logró quebrar con solidez.
Con relación a las estimaciones de Bank of America, mantenemos un primer objetivo en los máximos de 2018 sobre los 17,5 euros y un segundo objetivo en los máximos de 2014 arriba de los 21 euros. Operación que representa más de un 60% de beneficio estimada al mediano y largo plazo.