Iberdrola cierra su peor mes bursátil del año marcado por las incertidumbres regulatorias y macroeconómicas. La compañía que dirige Ignacio Sánchez Galán pierde un 10,3% de su valor, en consonancia con el resto de firmas del sector. El principal motivo es el impuesto que graba las ganancias de las eléctricas que establecerá el Gobierno a partir de 2023. Todavía está por ver el alcance de la nueva tasa para este tipo de empresas, pero si en algo coinciden los expertos es en el impacto negativo para su cotización que genera la incertidumbre respecto a esta nueva medida.
El Gobierno de Pedro Sánchez prepara una proposición de ley para crear un nuevo impuesto sobre los beneficios extraordinarios o «beneficios caídos del cielo» de las empresas energéticas. Un impuesto que podría ir en línea con el impulsado por el Gobierno italiano de Mario Draghi, que añade un 10% más a estas ganancias obtenidas por las energéticas cuando sean superiores a los cinco millones de euros, situándolo en un total del 25%.
En el caso de España, aunque se implemente en 2023 podría tener carácter retroactivo a 2022. Un factor a tener muy en cuenta en el caso de que las compañías energéticas impugnen legalmente la medida del Ejecutivo. Sin embargo, algunos expertos consideran que la forma utilizada para implementar esta nueva tasa puede no ser tan perjudicial para el sector.
«La buena noticia es que no se ha adoptado ninguna decisión precipitada sobre impuestos adicionales de forma inmediata en el Decreto-Ley y que la aplicación a través de una propuesta de ley requerirá un período más largo de escrutinio en el Parlamento y posibles edulcorantes (lo que es importante, con una mayor influencia potencial de las presiones de la UE)», aseguran los analistas de JP Morgan en un reciente informe.
IBERDROLA: LIMITADA A CORTO PLAZO Y A LA ESPERA DE NOVEDADES
Aun así, los potenciales riesgos que se abren para Iberdrola y sus homólogas en España siguen impactando de manera negativa en su cotización. En este sentido, desde la firma norteamericana valoran de manera conservadora la situación para las cotizadas del Ibex 35, si bien es cierto que el peor escenario al que se pueden enfrentar no será a corto plazo.
«La mala noticia es que continúa la incertidumbre sobre el alcance del impuesto y que está previsto que sea retroactivo hasta 2022. Además, destacamos que un impuesto dirigido a los beneficios incrementales ligados a la subida de los precios de la energía descartaría el impacto en las actividades de red y podría tener poco impacto en 2022, dado el impulso a los beneficios de generación de 2021 por la recuperación del impuesto sobre la energía hidroeléctrica», destacan los analistas de JP Morgan.
«Esperaríamos una pequeña reacción positiva en las acciones de las empresas de servicios públicos españolas debido al alivio de que el peor escenario posible no se ha materializado, pero es probable que la incertidumbre limite las acciones a corto plazo hasta que se disponga de más detalles sobre el nuevo impuesto», añaden los expertos.
Según las estimaciones de la entidad sobre el impacto de utilizar el impuesto italiano como referencia para aplicar la tasa en España, las compañías como Iberdrola se verían afectadas de «un dígito bajo a medio» en el BPA (beneficio por acción). Aunque advierten que se trataría de una primera aproximación muy preliminar, «con muchos elementos inciertos aún por aclarar».
CREDIT SUISSE RECORTA PREVISIONES
También desde Credit Suisse han advertido de los riesgos a corto plazo a los que se enfrenta Iberdrola en un reciente informe sobre la compañía. La entidad suiza cree que las medidas regulatorias en el mercado español serán perjudiciales para los beneficios de la eléctrica en los próximos dos años y asegura que «los riesgos políticos siguen siendo un problema».
Es por ello que recorta las previsiones de ingresos netos en un 2% para este ejercicio y en un 5% en el período que comprende de 2023 a 2024. Credit Suisse también recorta sus estimaciones de ebitda para 2023 en un 2% y de beneficio neto declarado en un 5% para el mismo ejercicio. Aún así, el banco ve «sólidos fundamentos» y sigue manteniendo su recomendación de neutral sobre el valor, a un precio objetivo de 11,4 euros por acción, frente a los 9,9 euros actuales.
Entre otras cosas por lo positivo que resulta el hecho de que tenga un negocio tan diversificado en diferentes mercados. De la misma manera, consideran que el impulso en energías renovables que se espera en Europa con el plan REPower EU será un buen catalizador para la compañía dirigida por Ignacio Sánchez Galán.
“Los actuales niveles de precio pueden suponer un atractivo para comprar las acciones de un grupo muy diversificado tanto en negocio (con gran expansión en renovables), como geográficamente, que cuenta con gran visibilidad para sus resultados y con muchos nuevos proyectos en marcha”, explicaba recientemente Antonio Castelo, analista de iBroker, a Inversión.es.
¿MEJORA EN ESG?
El contexto regulatorio ha marcado la cotización de la compañía, pero no ha sido el único factor que ha podido condicionar su recorrido, sino que la reputación de la empresa se ha visto manchada por diversas causas judiciales. Si el archivo de la causa contra Ignacio Sánchez Galán en el ‘caso Villarejo’ por prescripción de los delitos ha supuesto un respiro para la eléctrica, la acusación de la Fiscalía a Iberdrola y a cuatro directivos de amañar el precio de la luz en 2013 vuelve a ponerla en la diana.
Se trata de causas que perjudican a Iberdrola en materia ESG, que hace referencia a factores de compromiso social, ambiental y de buen gobierno. Pero la buena noticia para el CEO de la firma respecto a su desimputación la hace mejorar en este aspecto, o así lo consideran desde algunas casas de análisis.
«Este caso contra el consejero delegado ha sido un revulsivo clave para los fondos de ESG en cuanto al atractivo de Iberdrola como promotor de renovables sin carbón. El hecho de que se hayan retirado los cargos podría atraer de nuevo a los fondos ESG. Además, esta decisión elimina cualquier posible oposición que los comisionados de Nuevo México pudieran haber tenido en el pasado contra Iberdrola y da margen a la adquisición de PNM Resources», señala Barclays.
En cualquier caso, la eléctrica todavía tiene diferentes frentes abiertos que pueden perjudicar su cotización y sus previsiones de ganancias. Los próximos meses serán cruciales, tanto para Iberdrola como para sus homólogas y resto de energéticas españolas y europeas.