En una época donde el consumidor busca la calidad frente a las campañas de marketing, saber diferenciar un pan artesanal de uno que solo lo «insinúa» en su envoltura no es difícil pero hay que saber las claves. Y es que el pan sigue siendo el alimento más consumido en España, de consumo diario, pero ya hay otro perfil que busca, como en otros productos, volver a lo natural. Es el caso del pan, donde abundan cada vez más panaderías de masa madre, panes ecológicos, integrales, sin sal…
De cualquier forma, lo importante es en este caso, sea del tipo que sea, es distinguir un pan hecho a la antigua usanza, de manera artesanal, de uno realizado industrialmente.
TU DIGESTIÓN TE LO AGRADECERÁ
Extendámonos más en el ámbito nutricional, que va a depender fundamentalmente de la harina que le proporciona su origen, haciendo que sea muchísimo mejor que un pan de harina integral o de grano entero, que a diferencia de uno de harina refinada que es esencial evitar en la dieta tradicional.
Al ser un producto de naturaleza fermentada, el pan de masa madre puede influir positivamente en la microbiota intestinal, pero no contiene diferencias relevantes en el proceso de saciedad o el llamado metabolismo de glucosa, esto en relación al pan normal.
