La sangría de las grandes compañías tecnológicas en Wall Street se salda ya pérdidas de valor que van desde el 25% hasta el 70% entre las firmas con mayor renombre del sector. Gigantes como Meta (Facebook), Apple, Amazon, Alphabet (Google) y Netflix, han crecido a ritmo frenético en los últimos años y caen con fuerza en este 2022. Las elevadas valoraciones, las medidas que los bancos centrales están tomando por la elevada inflación y, como consecuencia, la desaceleración en el crecimiento económico ante una posible recesión están poniendo en jaque al sector, que arrastra consigo al resto de mercados.
No se trata de una situación que haya surgido de repente, sino que el caldo de cultivo para este mercado bajista se ha ido formando en los dos últimos años. Si hablamos de las Big Tech, o las denominadas FAANG, cada compañía en particular tiene sus propios problemas e idiosincrasias, pero hay factores comunes que están repercutiendo en la cotización de estos valores. Las cifras «artificiales» conseguidas en tiempos pandémicos las hicieron crecer más allá de sus posibilidades reales y ahora están experimentando un frenazo lógico sumado a las presiones inflacionistas a las que se enfrenta la economía mundial.
«Muchas compañías han incrementado su valor, las tecnológicas especialmente, con el auge artificial del momento covid«
Pero no es un factor exclusivo entre los grandes valores, sino que pequeñas empresas con rápido crecimiento en facturación, grandes valoraciones logradas a raíz de exagerados desembolsos de capital riesgo y poca rentabilidad han creado a su al rededor una especie de burbuja o globo que ahora vemos deshincharse. Algo que ha podido hacer de efecto arrastre también entre las grandes compañías que se desangran en el índice bursátil más importante de Nueva York.
DE LA BURBUJA AL EFECTO ARRASTRE DE LAS FAANG
«Lo que ha ocurrido es que ha habido muchos valores pequeños cotizados creciendo a múltiplos muy locos, compañías con poco beneficio o sin él. Estas compañías tenían previsión de crecer a ritmos del 300% o del 500% al año y lo que se ha visto es que de repente han frenado su crecimiento«, explica a Inversión.es Joshua Novick, fundador de la consultora especializada en fusiones y adquisiciones de compañías tecnológicas Bondo Advisor.
Las empresas que han protagonizado crecimientos elevados en plazos muy breves ahora se encuentran con que han llegado prácticamente a su tope, una burbuja que lleva un tiempo deshinchándose. Asimismo, con mucho capital disponible y los tipos a cero, el dinero se ha movido a la renta variable en vez de a la fija, algo que para el experto se ha visto especialmente en el sector tech.
Google o Faceboo son compañías más enfocadas en el marketing de resultados, no tanto en la marca. aunque haya recesión, seguirán recibiendo inversión
«Si un bono o una cuenta corriente no te retribuye, al final inviertes en materias primas o renta variable. Muchas compañías han incrementado su valor gracias a esto, las tecnológicas especialmente, con el auge artificial del momento covid, lo que ha provocado mayor demanda y mayor inversión».
«Esto ha arrastrado a las Google, Apple, Facebook o Netflix, que son compañías con muy buenos múltiplos. De hecho Netflix está a múltiplos de doce o trece veces el beneficio de este año. Son múltiplos de compañía muy tradicional que no crece, está a un múltiplo de haber tocado techo, aunque todavía le queda camino por recorrer», añade Novick, quien cree que ya no va a haber esos crecimientos tan «explosivos» que se han dado en los últimos años.
FRENAZO AL CRECIMIENTO Y POSIBLE RECESIÓN
El director ejecutivo de Bondo Advisors cree que parte de esta corrección que están viviendo las tecnológicas no tiene que ver con sus verdaderos fundamentales, sino que están siendo penalizadas en exceso. «Creo que parte de esta corrección no tiene que ver con su valor, mientras que muchas de las otras compañías que no son rentables sí han tenido una corrección lógica«, indica.
El experto destaca como una de las claves para explicar el contexto actual lo ocurrido durante los peores años de pandemia. «Esto se corresponde también con el final del covid. De alguna forma, lo que ha hecho ha sido elevar a las tecnológicas a un precio muy alto, no porque haya enlace directo, sino que, con el covid todas las compañías, especialmente de e-commerce y delivery, se aprovecharon de una situación en la que la gente no podía salir. Había una serie de servicios que se pusieron más de moda por la necesidad que había en ese momento».
«Hay compañías que ya están a precios invertibles. Aunque pueden bajar más, también pueden ser oportunidades»
Una tendencia que ha ido cayendo a medida que se ha ido recuperando la normalidad. Al auge de las reuniones por videollamada en pijama a través de Zoom y de los récord de usuarios en las plataformas de series en streaming para matar el tiempo en casa le ha seguido un duro golpe de realidad. Y es que el ritmo de crecimiento ha sido inviable. De ahí que esa «artificialidad» en las cifras registradas en los dos anteriores ejercicios ahora se esté traduciendo en un pio bursátil, empujado por las alarmas de recesión.
Pero eso no significa que las tecnológicas vayan a perderlo todo de la noche a la mañana. «Hay compañías donde tiene sentido estar invertido y otras en las que no, más allá de la situación actual. Hay que fijarse en el valor de la propia empresa y como se puede adaptar a la posible recesión. Google o Facebook por ejemplo son compañías más enfocadas en el marketing de resultados, no tanto en la marca. Aunque haya recesión, seguirán recibiendo inversión».
EL ORO NEGRO DA LA VUELTA A LAS TECNOLÓGICAS
Sin embargo, la tendencia en los mercados sí que refleja una amenaza para el reinado de las grandes compañías del sector. A medida que pierden valor, otras firmas dedicadas a negocios más lucrativos en esta crisis han ido ganando terreno y recuerdan a tiempos pasados en los que aún no se había producido la revolución tecnológica de Silicon Valley.
En este sentido, los niveles de inflación, empeorados por la invasión rusa de Ucrania y lo que ha supuesto en costes energéticos y problemas de la cadena de suministro, han sido más perjudiciales para las tecnológicas que en otros sectores. Mientras que industrias tradicionales como la minería o la petrolera han podido repercutir los costes, aumentando los márgenes de ganancias, el sector tech ha visto caer sus márgenes, provocando la pérdida de apoyo de los inversores más impacientes.
La situación ha cambiado hasta tal punto que ya no es una firma tech la que domina el podio de la más valiosa del mundo, sino que es la compañía saudita Aramco, una petrolera, la que desbancó a Apple el pasado mes de mayo. Petrobras, Gazprom, Total Energies o Shell son otros ejemplos que se han colado este año en el top 20 de empresas más valiosas del mundo, siendo un fiel reflejo de lo que el mercado está premiando a día de hoy.
¿QUÉ DICEN LOS ANALISTAS SOBRE LAS ACCIONES DE LAS FAANG?
En cuanto a lo que opinan los analistas de las grandes empresas del sector, los actuales precios de cotización hacen que el potencial de retorno de la mayoría de las cotizadas sea atractivo. De esta manera, el consenso de mercado recogido por Bloomberg otorga a todos los componentes de las FAANG, o GAFAM si se incluye Microsoft, un recorrido alcista que supera el 35% y en algunos casos se encuentra por encima del 60%.
Así, Apple cuenta con un respaldo del 75% de las firmas del consenso de mercado que recomiendan comprar sus acciones y del 22,9% que al menos consideran mantenerlas en cartera. Los expertos consideran que tiene un potencial alcista superior al 35%, pudiendo alcanzar los 184 dólares por acción.
Microsoft cuenta con mayor porcentaje de validación, siendo el 92,3% del consenso el que aconseja comprar sus títulos, con un potencial de retorno del 40,9% hasta los 356 dólares. Por su parte, Alphabet (Google) es la única que cuenta con pleno en consejos de compra, teniendo la confianza de todos los analistas que otorgan a la firma un potencial del 44% que confían que llegue casi a los 3.200 dólares.
En cuanto a Amazon, Meta (Facebook), y Netflix, los expertos les dan las mayores previsiones alcistas, debido también a que son las compañías cuya cotización más cae en el acumulado anual. La empresa de Jeff Bezos cuenta con el respaldo del 95% del consenso y un potencial de retorno del 60%, hasta los 176 dólares. La liderada por Marck Zuckerberg cuenta con más reticencias entre los analistas, pero aún así el 71% apuesta por adquirir sus acciones y cree que pueden llegar a los 280 dólares, lo que significa un potencial superior al 67%.
Netflix, la que más valor de mercado pierde desde enero, cuenta con un potencial similar. Según las estimaciones de los analistas, sus acciones pueden llegar a los 294 dólares, lo que supondría un recorrido alcista del 66%. Sin embargo las firmas de inversión que siguen su evolución en Bolsa se muestran mas cautelosos: el 30,8% recomienda comprar, mientras que el 55,8% se mantiene neutral y el 13,5% aconseja deshacerse del valor.
Se trata de potenciales atractivos que no hay que desligar del contexto actual, con un mercado bajista dominado por la volatilidad y el miedo a las amenazas macroeconómicas que pueden ejercer presión a las cotizadas y aumentar sus caídas. «Hay compañías que ya están a precios invertibles. Aunque pueden bajar más, también pueden ser oportunidades», sentencia Novick.