Iberdrola, Endesa y Naturgy aceleran el vaciado de los embalses ante el tope del gas

Iberdrola, Endesa y Naturgy utilizaron sus centrales hidroeléctricas para frenar posibles pérdidas en el estreno de la llamada excepción ibérica o tope del gas. Además, de forma indiscriminada. Para hacerse una idea, solo en las cinco más utilizadas –Belesar (Naturgy), Mequinenza (Endesa), Alcántara (Iberdrola), Azutan (Iberdrola) y Canelles (Endesa)- se vertieron cerca de 57 hectómetros cúbicos, una cantidad que supone unas 24.000 piscinas olímpicas. Con ello, lograron casar casi la mayoría de los precios horarios del día a través de la generación hidroeléctrica, mientras lograban aumentar la retribución a sus ciclos combinados.

LA GENERACIÓN

La firma que preside Ignacio Sánchez Galán fue la que más recurrió a este tipo de generación. En concreto, la compañía dio la orden para que su central instalada en el municipio extremeño de Alcántara, que recibe el nombre de José María de Oriol y es la segunda más grande España, liderase el volumen de agua tirado para generar electricidad, con cerca de 20,13 Hm3. Una cantidad que supone casi el 50% de la cantidad de agua tirada en los cinco pantanos con más movimiento de España. Una decisión que sigue dejando al embalse en una situación crítica, con un 48% de agua embalsada frente al 67% de hace un año, con todo el verano por delante.

Pero Iberdrola también recurrió a vaciar otros embalses que están a su cargo como el de Azutan y el de la Almendra. El primero se utilizó con más vigor a lo largo del día anterior con una reducción del agua embalsada de casi ocho Hm3 con lo que puedo obtener una producción energética importante. Aunque sería con la segunda, que tiene instalada la tercera mayor central hidroeléctrica del país, de la que más recurrente se ha servido. En concreto, el embalse ya había disminuido en cerca de 10 Hm3 a medio día de este pasado miércoles 15 de junio. La situación en la Almendra es incluso peor que en Alcántara, ya que apenas mantiene un 36% de su capacidad frente al 79% de hace un año.

LOS EMBALSES DE ENDESA, EN MEJORES CONDICIONES

Endesa, por su parte, también está utilizando todos sus re cursos disponibles. En el primer día de excepción ibérica, la firma que preside José Bogas utilizó con más intensidad su central situada en el embalse de Mequinenza, que es la décima más grande de España. Ubicada en el río Ebro a su paso por la localidad zaragozana que la da nombre está equipada con cuatro turbinas Francis que le dan una potencia de 324 MW. Se trata de una central de salto de agua, con una altura de 60 metros, que se ve obligada a verter agua sin poder después recuperar, ya que no es reversible como muchas otras.

La central de Endesa fue la segunda que más agua tiró en el primer día de excepción ibérica

Esa característica coloca siempre al embalse como uno de los que más movimientos a la baja suelen tener. En esta ocasión, la central de Endesa fue la segunda que más agua tiró en el primer día de excepción ibérica, con algo más de 14 Hm3. Por suerte, el volumen de agua embalsada en dicho embalse todavía está entre los mejores porcentajes de todas las presas de España, con una cifra cercana al 75%. Una situación que se ve favorecida por el entorno en el que está situada, ya que se encuentra en un río por lo general muy caudaloso y cerca de otros embalses también de generación eléctrica como el de Ribarroja.

EFECTOS DE LA PÉRDIDA

Aun así, Endesa no solo utilizó ese embalse para frenar los efectos de pérdida de dinero por el tope del gas, sino que se valió de sus otras grandes centrales. Dos de ellas son las plantas de Estany-Gento Sallente y Central de Tajo de la Encantada, que están entre las más grandes de España también. Aunque no dejan tanta huella como ocurre con Mequinenza, ya que la primera no está situada como tal en un embalse, sino en dos lagos que le dan el nombre a la central. Por su parte, la segunda es una planta reversible, una de las más grandes del país, lo que permite jugar más con el agua sin tener que vaciarla.

Otro de los embalses con más movimiento durante las primeras horas en que se puso en marcha ese tope del gas fue el de Belesar. En concreto, la presa ha estado soltando agua a lo largo de los últimos días para ofrecer también mejores márgenes a Naturgy, una de las más afectadas (o beneficiadas) por ese tope al gas. Así, durante ese tiempo se han vertido más de 8 Hm3 que han entrado al sistema para casar los precios. El embalse en propiedad de la firma gasística también empieza a registrar algunos problemas de tenencia de agua a las puertas del verano con un 44% de capacidad, lo que está lejos del 54% de hace un año.

EL MAL ARRANQUE DE LA EXCEPCIÓN IBÉRICA

A pesar de ese comienzo esperado, las eléctricas han sido capaces de no salir perdiendo. Mientras que el Gobierno volvió a salir señalado como el gran perdedor. Así, el precio mayorista se elevó muy notablemente en la jornada del 14 de junio hasta los 165,5 €/MWh, muy por encima de las previsiones que le situaban en los 125. Pero no quedó ahí el desastre y es que la compensación que recibirán las compañías se incrementó todavía más fuerte y alcanzó los 59,3 euros, lo que provocó un estreno agridulce en el que los consumidores pagaron el precio más caro del mes.

A pesar de ese comienzo esperado, las eléctricas han sido capaces de no salir perdiendo

Para el miércoles día 15 la situación no mejoró. Especialmente, porque la compensación se elevó muy notablemente hasta los 80 euros. Una compensación que viene detallada por la demanda, más alta en plena ola de calor, y la producción renovable, más baja por la falta de viento especialmente. En definitiva, que Iberdrola, Endesa y Naturgy han salido airosas en los primeros compases de la llamada excepción ibérica, ya que no solo han obtenido rendimientos importantes gracias a la compensación, sino también han limitado costes tirando con fuerza de su generación hidroeléctrica. De ahí, que la ministra que ha orquestado todo el proyecto, Teresa Ribera, esté tan preocupada o desquiciada.