domingo, 15 diciembre 2024

Endesa compromete su dividendo a medio plazo

IG Markets

El dividendo de Endesa es uno de los más atractivos del mercado español, pero la situación financiera de la empresa energética compromete la cantidad de la retribución a pagar en los próximos años. Las inversiones a realizar por la compañía que dirige José Bogas, entre ellas en el desarrollo de energía renovable, pueden suponer la reducción de este pago anual a los accionistas, tras varios años en los que la tendencia ha sido justo la contraria.

La rentabilidad del dividendo de Endesa es una de las más llamativas para los inversores que ponen el ojo en el mercado de valores nacional. La compañía repartirá el próximo 1 de julio una retribución de 930 millones de euros, a 0,937 euros por acción, lo que supone una rentabilidad en torno al 4,7% al precio actual de cotización. Pero la situación puede cambiar próximamente, debido a la inversión en capital de crecimiento que Endesa prevé realizar.

Así lo consideran los analistas de Bloomberg Intelligence en un reciente informe, donde explican que «los dividendos de Endesa se reducirán en 2022-24 a medida que el gasto en capital de crecimiento y la salud del balance se prioricen sobre la distribución a los accionistas». Los expertos consideran que, después de pagar el 100% del beneficio neto ordinario y de obtener un crecimiento anual del dividendo del 11% desde 2016 hasta 2020, «las previsiones a medio plazo prevén un techo moderado del 80% en 2021 y del 70% a partir de entonces».

LA REDUCCIÓN DE DIVIDENDO MEJORARÍA EL APALANCAMIENTO

«Esto significa que es probable que los pagos se ralenticen en línea con el crecimiento anual esperado de los beneficios de alrededor del 4% en 2022-24, lo que apoya la visibilidad y parece más sostenible en medio de la intensificación de las inversiones», añaden los expertos de la agencia de noticias. Además, creen que este factor debería ayudar a estabilizar el apalancamiento de Endesa y a generar efectivo para su matriz Enel.

El principal motivo tiene que ver con las inversiones que la eléctrica tiene previsto realizar durante el período mencionado. En este sentido, creen que el balance de Endesa parece «lo suficientemente resistente» como para soportar el aumento del gasto de capital que se espera hasta 2024 «impulsado por una mejora de las perspectivas de flujo de caja por el crecimiento de la capacidad renovable».

De este modo, la reducción del pago a los accionistas supone una decisión que contribuirá a la sostenibilidad financiera de la compañía energética «más allá de un repunte temporal relacionado con la volatilidad de los precios mayoristas de la energía», según los analistas. Mientras, el plan de dividendos de la compañía, que se basa únicamente en el efectivo, reduce la flexibilidad de financiación a corto plazo, «ya que los pagos de 2021 (sobre los beneficios de 2020) supondrán salidas de 2.130 millones de euros».

MÁS ENDEUDAMIENTO A CORTO PLAZO

En el informe, los analistas hacen hincapié en el sólido balance de la compañía, a pesar del apalancamiento. «El endeudamiento de Endesa a corto plazo podría aumentar a medida que las crecientes necesidades de capital circulante -derivadas de un contexto de precios elevados de la energía al contado- debiliten temporalmente el flujo de caja operativo».

Sin embargo, esperan que el apalancamiento de la cotizada se reduzca a medida que las condiciones del mercado se normalicen, dejando a la compañía en buena posición para mantener la deuda neta cerca de su objetivo de 2,3 veces el ebitda para 2024. Todo ello a medida que los beneficios y la deuda crezcan a la par y la moderación de los desembolsos de dividendos ayuden a compensar un aumento del gasto.

«La deuda de Endesa está denominada en un 98% en euros, con una vida media hasta el vencimiento de cuatro años y una proporción relativamente baja de préstamos a tipo fijo (40%) en el primer trimestre. Sin embargo, el porcentaje relativamente elevado de financiación sostenible (60%) de la compañía contribuye a mantener uno de los costes medios de la deuda más bajos entre sus homólogos europeos, con un 1% en el primer trimestre«, aseguran los expertos.


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