domingo, 15 diciembre 2024

La nueva amenaza para Tesla y Elon Musk está en los impuestos a las criptomonedas

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Tesla cae en bolsa en torno a un 30% en lo que va de 2022, en línea con las grandes tecnológicas de Wall Street que hacen descender al Nasdaq y contagian a las bolsas mundiales. El contexto inflacionario y los peligros de una recesión se suman a una nueva amenaza para la compañía de vehículos eléctricos de Elon Musk: la regulación en el mundo de las criptomonedas y dobles tasas impositivas.

El buque insignia del magnate sudafricano está inmerso en la promoción de un nuevo prototipo de su Tesla Cybertruck, mientras que Musk sigue con su particular tira y afloja en el proceso de compra de la red social Twitter. Si bien es cierto que la compañía reportó unos resultados récord en el primer trimestre del año, con 3.000 millones de dólares de beneficio, y cuenta con buenas previsiones en cuanto a producción para el resto del ejercicio, la relación del empresario con el mundo criptográfico puede traerle problemas.

Las medidas en materia de regulación de los países de la OCDE no tardarán en llegar y los expertos avisan de nuevas tasas impositivas que pueden perjudicar las cuentas de multinacionales como Tesla, precisamente por poseer una cantidad importante de criptodivisas. Es de sobra conocida la predilección de Musk por la inversión en este tipo de activos digitales como el bitcoin o el dogecoin y sus numerosos comentarios en Twitter que influyen en sus cotizaciones. Una afición que ha trasladado al modelo de negocio de Tesla, convirtiéndola en una de las empresas que más bitcoin acumula.

AMENAZA PARA TESLA POR LA FISCALIDAD EN LAS CRIPTOMONEDAS

En su último informe anual el fabricante de coches eléctricos declaro tener casi 2.000 millones de dólares en bitcoin hasta finales de diciembre de 2021. Una cifra que la colocaba como la segunda mayor corporación por acumulación de este criptoactivo, lo que representaba al rededor del 10% de sus activos líquidos, incluidos el efectivo y los valores negociables. Con unos 43.200 bitcoins, Tesla se colocó como la segunda mayor empresa de Estados Unidos en este ránking, solo por detrás de la firma de análisis de datos MicroStrategy.

A pesar de la confianza que el multimillonario tiene depositada en el crecimiento de los activos digitales basados en la tecnología blockchain, los expertos avisan de la amenaza que está por llegar. «Tesla, Square, Coinbase y otras empresas con una cantidad significativa de criptodivisas en sus balances pronto podrían enfrentarse a una miríada de normas de cumplimiento fiscal en todos los países donde hacen negocios», señalan los analistas de Bloomberg Intelligence en un reciente informe.

Este contexto podría dar lugar al pago por duplicado de impuestos, ya que si los expertos creen que es muy probable que las criptomoneda se añadan pronto a un régimen internacional de intercambio de información, el Estándar Común de Información (SRC por sus siglas en inglés) desarrollado por la OCDE. «Si los países tienen acceso a la información sobre la propiedad de las criptomonedas de una empresa, existe un mayor potencial para que varias naciones busquen la propiedad de los impuestos, alimentando las reclamaciones superpuestas o la doble imposición«, añaden.

PROBLEMA DEL YUAN DIGITAL

La obligación de hacer una declaración de impuestos suele existir incluso si no se aplica un gravamen, por lo que la falta de declaración puede dar lugar a sanciones e intereses, incluso en las naciones donde la actividad con criptomonedas no está gravado. En este sentido, el informe destaca que la similitud entre las normas fiscales sobre criptodivisas en países en vías de desarrollo y las nuevas normas a nivel mundial podrían provocar una doble tasa impositiva.

Asimismo, los analistas señalan el riesgo de las empresas extranjeras que operan en China, al verse obligadas a usar el yuan digital, que no está reconocida como moneda oficial en Estados Unidos. Y es que, el país norteamericano considera el yuan digital como una propiedad, no una moneda de curso legal, por lo que las empresas estadounidenses no pueden acogerse a las normas fiscales sobre el cambio de divisas.

Es sin duda otro riesgo para Tesla, que posee una parte de su producción de vehículos en China, donde ha triplicado su producción en el mes de mayo. «Una válvula de escape puede ser que los tratados fiscales no se pronuncien sobre las criptomonedas, lo que presenta algunas opciones para los contribuyentes multinacionales», indican desde Bloomberg.

«Los clientes chinos de empresas estadounidenses que realicen compras con yuanes electrónicos estarán haciendo un trueque desde la perspectiva de Estados Unidos, no utilizando dinero en efectivo. Un yuan digital permitiría al gobierno modificarlo después de su emisión. China podría, por ejemplo, elegir que un tramo de e-yuan disminuyera su valor o perdiera totalmente su valor. Las empresas podrían tener que rastrear su e-yuan por tramos para proteger su utilidad. La cuestión es repentinamente relevante a medida que la economía china comienza a ralentizarse», añade el informe.


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