Medioambiente y salud son dos ámbitos indiscutiblemente ligados, tanto afortunada como desafortunadamente. Así, el cambio climático y la contaminación conllevan una mayor incidencia o agravamiento de determinadas enfermedades, sobre todo las crónicas, infecciosas, respiratorias y cardiovasculares; mientras que, por el contrario, todas las acciones que llevemos a cabo para revertir este proceso mejoran la salud de la población. Pero también es cierto que la huella climática que genera el sector de la salud equivale al 4,4 por ciento de las emisiones globales netas; un porcentaje que se mantiene similar tanto a nivel europeo como nacional, y que representa las emisiones anuales de 514 centrales eléctricas de carbón; o lo que es lo mismo: si el sector de la salud fuese un país, sería el quinto productor de huella de carbono del mundo.
La contribución del sector salud a las emisiones de gases de efecto invernadero se estima en un 71 por ciento, tanto por el consumo de la cadena de suministro, como por la producción, transporte y disposición de servicios como los productos farmacéuticos, los alimentos o los dispositivos médicos, correspondiendo un 17 por ciento del citado porcentaje a las emisiones directas de los hospitales.
Este es el escenario que llevó a la Fundación Jiménez Díaz, justo hace ahora un año, a adherirse a la declaración de emergencia climática para concienciar de la necesidad de poner en marcha un modelo sostenible y con amplia repercusión que ayude a disminuir la huella de carbono, y que concretó con su particular aportación: la puesta en marcha del programa MAS+, MedioAmbiente y Salud, dirigido a diseñar y desarrollar iniciativas en distintos ámbitos de la actividad del hospital para la reducir el impacto sobre el medioambiente generado por la asistencia sanitaria.
MAS+, MedioAmbiente y Salud
«Esta declaración por parte del hospital supone, por una parte, el reconocimiento de que el cambio climático afecta a la salud de la población y, por otra, un acto de responsabilidad, tanto de la institución como de su personal, para ser los primeros en abogar y contribuir a mejorar el cambio climático y así proteger la salud de nuestros pacientes», explica el Dr. Felipe Villar Álvarez, jefe asociado del Servicio de Neumología en el hospital madrileño y principal promotor de la iniciativa.
Por eso, el proyecto estableció tres áreas de trabajo en las que ha avanzado desde su presentación: la implementación de sistemas sostenibles de energía y mejoras en el uso de recursos energéticos; la promoción de iniciativas de concienciación y formación que han permitido confirmar la sensibilidad de los trabajadores del hospital para seguir contribuyendo de manera individual y colectiva en la mejora del medio ambiente; y el desarrollo de acciones como la mejora del uso de gases anestésicos e inhaladores, la aplicación de protocolos de reciclado, los esfuerzos en investigación, y la promoción de la digitalización de los procesos y de las acciones médicas no presenciales.
«Documento de recomendación de acciones médicas en la mejora del cambio climático»
Precisamente este último ámbito es en el que el proyecto MAS+ va a centrar su principal reto este segundo año de su implementación, para lo que sus miembros acaban de elaborar el «Documento de recomendación de acciones médicas en la mejora del cambio climático», dirigido a desarrollar iniciativas en distintos ámbitos de la actividad hospitalaria para la reducción de la huella de carbono generada por la práctica asistencial, tanto de personal médico como de Enfermería, en lo que se refiere a la sostenibilidad del centro y sus actos médicos que, además, se ha traducido en un «Decálogo de acciones médicas para hacer frente al cambio climático».
Concretamente, las acciones recogidas en el documento elaborado por los doctores Villar, María del Mar Fernández Nieto, especialista del Servicio de Alergología; Genoveva del Río Camacho, especialista del Servicio de Pediatría; Francisco Javier Bécares Martínez, jefe del Servicio de Farmacia Hospitalaria; y Laura Gómez González, especialista del Servicio de Medicina Preventiva, son:
- Concienciar y educar sobre el medio ambiente y la salud poblacional divulgando acciones sostenibles, promoviendo el uso de recursos sostenibles y ayudando en la educación y formación de formadores.
- Promocionar las prácticas médicas que reducen la huella de carbono: fomentar el uso de inhaladores con menor huella de carbono, optimizar la técnica de inhalación en cada revisión periódica para mejorar la administración del fármaco y su depósito pulmonar; favorecer en la hospitalización que el paciente traiga su propio inhalador cuando haya indicación de continuar con el mismo; reducir el uso de gases anestésicos como el óxido nitroso y los gases fluorados sevoflurano, isoflurano y desflurano, siempre que este indicado y haya alternativas igual o más eficientes; promover la prescripción sostenible de fármacos; y fomentar la realización de protocolos médicos de diagnóstico y tratamiento que eviten la realización de pruebas o consultas innecesarias el sobrediagnóstico o el sobretratamiento.
- Favorecer la digitalización y la innovación, usando dispositivos y sistemas digitales, fomentando la atención no presencial, siempre que sea posible, valorar el diagnóstico con la telemedicina y promover el uso del Portal de paciente.
- Formar e investigar en la reducción de la huella de carbono con la realización de cursos sobre medio ambiente y salud y uso inteligente de los sistemas energéticos, la concesión de becas de investigación en este ámbito y la formación al paciente.
- Promover el uso del reciclado o la reutilización, enseñando a los pacientes cómo reconocer correctamente cuándo los inhaladores están vacíos y fomentando un uso más amplio de contadores de dosis y dispositivos recargables, entre otras medidas, esterilizar las cámaras de inhalación, usar material biodegradable, evitar el uso del plástico y promover la recogida adecuada de los residuos.
- Mejorar los sistemas de energía y calefacción con refrigeración eficiente, optimización del almacenaje en frío y apagado de los dispositivos tras su uso.
- Facilitar el uso de videoconferencias y enlaces remotos, fomentar el transporte sostenible en los recorridos interhospitalarios, centros de especialidades y sistemas de hospitalización a domicilio, y facilitar el aparcamiento de medios de transporte sostenible, que el hospital acaba de concretar con la instalación de 18 puestos de aparcamiento para bicicletas.
- Favorecer el uso de la lectura digital, evitando la impresión en papel.
Para conocer, medir y valorar el grado del uso de estas acciones y, tras su análisis, llevar a cabo nuevas acciones de mejora, el documento identifica y propone, además, indicadores claves de medida que guiarán y ayudarán en la implementación de las citadas iniciativas.
Retos de futuro
En definitiva, se trata de concretar recomendaciones sobre actos médicos sostenibles que mejoren el medio ambiente y la asistencia a nuestros pacientes y que contribuyan a reducir la huella de carbono generada por el sector salud.
«Cada vez son más las instituciones, asociaciones y centros sanitarios que se unen a este reto, y es responsabilidad del sector salud reducir su propia huella», asevera el Dr. Villar. Para ello -continua-, «tanto individual como colectivamente, debemos hacer que la asistencia para el desarrollo de la salud sea climáticamente sostenible, apoyar la transición hacia las energías limpias y renovables, fomentar la prevención y el cuidado de la salud climáticamente inteligente e innovar e investigar en medidas que mejoren el medio ambiente y la salud de nuestra población».
«Además, debemos mejorar la cadena de suministro del sector de la salud, y para ello necesitaremos el apoyo de instituciones y empresas tanto públicas como privadas; con todo ello, y si pasamos a la acción, podremos acercarnos y cumplir al objetivo de 0 emisiones en 2050», concluye el promotor de MAS+.