sábado, 14 diciembre 2024

La Generalitat indulta la fotovoltaica de Solaria, pero hunde al resto

«Hemos pisado el acelerador y no hay marcha atrás«. Así lo aseguró la consejera de Acción Climática de Cataluña, Teresa Jordà, hace tan sólo un mes. Los datos de autoconsumo fotovoltaico en Cataluña le daban la razón, pero no así la instalación de los grandes parques. Éstos mantienen un fuerte retraso en el despliegue de las energías renovables y limpias, mientras la paciencia de inversores y promotores comienza a agotarse. La gota que está colmando el vaso es el nuevo decreto de la Generalitat, que ha limitado aún más a estas instalaciones.

La Generalitat prosigue así con su cerrada política contra los parques solares más grandes. Los proyectos fotovoltaicos se mantienen completamente parados pese a los numerosos decretos aprobados desde 2019. Los datos muestran un claro parón pese a los anuncios de los de Pere Aragonès.

Y es que, tan sólo se han autorizado 6,9 de un total de 2.163 hectáreas para la energía de fuentes renovables. Las permitidas albergan el 0,003% de la superficie pedida por inversores y promotores. Ninguno de estos proyectos es eólico terrestre debido a la presión de grupos de izquierda y ecologistas.

LA GENERALITAT ATA EN CORTO A LA FOTOVOLTAICA

Pese a ello, la Generalitat ha aprobado nuevas trabas contra los grandes parques fotovoltaicos y pone en riesgo la inversión en energía renovable. En un decreto recientemente aprobado, la Consejería de Jordà ha limitado la implantación de las grandes placas fotovoltaicas en suelo agrícola. «Se limita la ocupación de la totalidad de los proyectos aprobados a un máximo del 10% de la superficie agrícola de secano del término municipal», recoge el decreto. Asimismo, la superficie se reduce a sólo el 5% si el terreno es de regadío.

sector-fotovoltaico-boe-electricidad

El Govern ha dado luz verde a esta medida tras la aprobación del mayor parque fotovoltaico en Cataluña hasta ahora, ubicado en Alcarràs (Lleida). El proyecto es una inversión de Solaria e Ignis y se instalará en su mayoría dentro de unos terrenos del gigante cárnico Vall Companys. La producción es la equivalente para abastecer a unas 125.000 viviendas, unos 430 MW. Se trata de terrenos para depositar purines y un conjunto de nueve proyectos. La Generalitat exigió en enero soterrar toda la línea eléctrica en la zona para poder dar su visto bueno y al ser terreno no apto para la industria no ha habido problema alguno.

LOS GRANDES PARQUES FOTOVOLTAICOS, GENERADORES DE RIQUEZA

El proyecto fotovoltaico tiene una potencia similar a toda la superficie instalada en Cataluña, aunque ésta está mayoritariamente anclada en los tejados de viviendas. Sin embargo, Alcarràs muestra que estos grandes proyectos suponen una fuente importante de ingresos. En concreto, las arcas municipales se verían beneficiadas por las licencias, el Impuesto de Actividades Económicas y el Impuesto de Bienes Inmuebles.

Además, no sólo no destruye puestos de trabajo sino que crea empleo cualificado hasta el fin del servicio debido al mantenimiento. En concreto, este proyecto supondrá el 4,5% del total del Presupuesto del Ayuntamiento, según los cálculos preliminares del primer año.

HASTA DIEZ GRANDES PROYECTOS EN RIESGO

Este municipio, uno de los más afectados por las heladas y granizadas de abril, ha sido el único en aprobar un proyecto de estas características. Y es que, a raíz de esta inversión de Solaria, la Generalitat ha endurecido su ley, impidiendo la implantación de grandes parques en otros municipios. Según el visor de la Generalitat, la mayoría de estas inversiones se concentran en la denominada Cataluña interior, como Anglesola, Passanant i Belltall, Vallbona de les Monges, L’Espluga de Francolí, Cabra del Camp, el Pla de Santa Maria, Sant Martí de Tous, Jorba y Pujalt, todos ellos en la zona de Lleida colindante con Tarragona.

El Govern ha cambiado también las condiciones para los proyectos que pretenden instalarse en suelo no agrícola. Los establecidos en suelo forestal o en su franja de protección deben cumplir las medidas de prevención de los incendios, «salvo el requisito de disponer de una red de hidrantes homologados para el extinción de incendios que se puede sustituir por un punto de agua para incendios forestales». En este sentido, debe establecerse una distancia de seguridad o un cortafuegos eficaz para evitar la propagación de incendios.

Por otro lado, la Generalitat incurre en una incongruencia en el mismo decreto. Mientras ha aprobado estas trabas y palos en las ruedas a la fotovoltaica, el Goven ha dado luz verde a agilizar los procedimientos para las renovables, aunque sólo las inferiores a los 5MW, es decir, plantas energéticas pequeñas y destinadas exclusivamente al autoconsumo.

LA GENERALITAT SÓLO AGILIZA LAS PEQUEÑAS INSTALACIONES FOTOVOLTAICAS

«Se declaran de urgencia, por razones de interés público, los procedimientos de autorización de proyectos de generación mediante energías renovables de potencia igual o inferior a 5 MW», indica la Generalitat.

El mismo Govern ha asegurado que son proyectos que pueden disponer de una tramitación «más ágil» dada sus limitadas dimensiones y escasa complejidad. Además, suprime el criterio de la no afectación a ámbitos incluidos en proyectos de implantación de nuevos riegos o de transformación de los existentes promovidos por la Administración. Mientras, la limitación de la ocupación de la superficie agrícola afectará al área municipal y no de la comarca, como se había establecido en 2019. De esta forma, se autolimita la concentración de proyectos a la zona de Cataluña interior dado que en el resto de municipios no se dan suficientes condiciones para aprobar las grandes superficies fotovoltaicas.

LA GENERALITAT INCUMPLE LOS OBJETIVOS

Cabe destacar que Cataluña arrastra un déficit en renovables muy preocupante, más cuando la fecha límite para instalar la fotovoltaica se acerca cada vez más. En 2030, la Comunidad tendría que disponer de 1.000 MW eólicos marinos, mientras que para el 2050 las necesidades de esta fuente de energía en alta mar se cifran en 3.500 MW. Por ahora, hay un proyecto eólico marino que se pretende instalar en la costa de Cadaqués, pero la presión vecinal está haciendo efecto en el municipio, que no tendría competencia alguna para denegarlo.

La parálisis del Ejecutivo de ERC ha provocado un fuerte retraso en la instalación de este tipo de energía, que choca directamente con las líneas marcadas para conseguir una transición energética y dejar de depender de Aragón. Pero la Generalitat sólo tiene una apuesta por el autoconsumo, eliminando así la opción de las grandes instalaciones. En la última década no se ha apostado por esta forma de producción energética y perder este tren puede tener consecuencias de cara al futuro.


- Publicidad -