Imagina que compras con meses de antelación una entrada para ver la final de la Champions en París del Real Madrid y el Liverpool. Que ya tienes bajo control tanto la entrada como el viaje y el alojamiento. Y cuando ya estás allí, a horas de la final, te anulan la estancia de la vivienda que ya has pagado en su totalidad. ¿El motivo? Revenderla a otra persona que ofrece más dinero. De repente te ves sin un sitio donde dormir en París, una de las ciudades más caras y además en un momento en el que reúne una final de esa envergadura aparte de Roland Garrós. Y aunque Airbnb les ha dado soluciones económicas, el problema no se solventa porque no te ofrecen nuevo alojamiento.
Pues esto es lo que le ha pasado a varios aficionados del Real Madrid con los anfitriones con la plataforma online de hospedaje temporal. José Javier, madridista que acudió a la ciudad del amor con el alojamiento pagado con tiempo de antelación, lo ha relatado en Carrusel Deportivo, el programa de La Ser. Y aunque no es una crítica directa a Airbnb, ya que no tiene ningún control sobre la conducta de los anfitriones y se exime de toda responsabilidad a este respecto, si es un golpe directo contra su reputación.
ASÍ FUNCIONA AIRBNB
El funcionamiento de Airbnb es muy sencillo de entender. Se trata de una plataforma online que pone en contacto a personas que tienen una vivienda que ofrecer, con personas que necesitan un lugar en dónde quedarse de forma temporal. Es decir, si por ejemplo estás buscando un lugar para hospedarte durante tus vacaciones, en lugar de quedarte en un hotel, tienes la opción de quedarte en la casa, habitación o departamento de otra persona.
Airbnb se ha hecho muy popular en los últimos años porque contempla opciones para todos los gustos y presupuestos. Puedes desde rentar una habitación en la casa de otras personas, hasta una casa o un departamento completo para ti. De esta manera, puedes tener un catálogo enorme de posibilidades para elegir dependiendo de varios factores y de cual sea tu situación.
Airbnb ha tenido un crecimiento enorme durante los últimos años, gracias a este sistema sencillo para reservar hospedaje en cualquier parte del mundo.
Airbnb ha devuelto el dinero de forma íntegra y un bono del 20% para gastar más adelante en la aplicación, pero no otra estancia.
Sin embargo, lo acontecido este pasado fin de semana durante la final de la Champions League que enfrentaba al Real Madrid y al Liverpool, mancha su reputación.
CANCELACIONES A HORAS DE LA FINAL
Así lo ha relatado José Javier, quien viajó a París para asistir al partido con la entrada, el viaje y el alojamiento organizados con antelación sin saber lo que le esperaba al llegar. Viajó a Ginebra y de allí hasta la ciudad francesa en tren. Una vez allí, el anfitrión de la vivienda que tenía reservada le canceló la reserva, que ya estaba pagada en su totalidad. «Nunca me había pasado esto con Airbnb. Le ha pasado a más madridistas, que por ser muy confiantes alquilaron una estancia con tiempo», dice José María al programa de La Ser.
Y es que muchos pisos han sido cancelados por los anfitriones porque querían sacar más dinero. Varias personas habían reservado desde enero o febrero a un precio muy bajo. De hecho, no se sabía que la final iba a ser en París hasta la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso. «Los propietarios cogen y a lo mejor no te ofrecen su casa por 200 euros porque acaba de llegar un inglés que te paga 2.000 euros. La empresa te da soluciones económicas pero no te puede aportar nuevo alojamiento«, añade el aficionado.
Airbnb les ha devuelto el dinero de forma íntegra y además un bono de un 20% para gastar más adelante en la aplicación. Sin embargo, no les pudieron ofrecer un nuevo lugar en el que hospedarse. Al final, tuvieron que ayudarse entre madridistas, peñas que habían ido en grupo a ser testigos de la final, o amigos de conocidos, que compartieron y durmieron en peores condiciones que las que hubieran imaginado horas antes.
En cuanto a las medidas que toma la compañía, Airbnb dice en su página web que no tiene ningún control sobre la conducta de los anfitriones y se exime de toda responsabilidad a este respecto. En el caso de que estos no cumplan sus obligaciones, quedarán sujetos a la suspensión de su cuenta o a la expulsión de la plataforma de Airbnb. Algo que quizás, tendría que ir más allá, ya que de esta manera, los huéspedes que decidan coger un apartamento temporal no tienen ningún tipo de seguridad jurídica que les respalde. Aunque la compañía pueda dar compensaciones económicas o reembolsar todo el dinero, no tienen la confianza de que el host o propietario de la vivienda no les vaya a cancelar incluso habiendo pagado con suficiente antelación.