Wallbox se ha convertido en una agria inversión para Iberdrola desde su salida a Bolsa. Se esperaba que fuera el refugio en mitad de la tormenta que está cayendo en Wall Street, pero la realidad muestra una visión muy distinta. La compañía, uno de los unicornios españoles con mejor proyección de cara al futuro, pierde más de un 38% desde el inicio del año; y un 45% desde los máximos históricos, alcanzados a inicios de noviembre del pasado año. Desde su salida a Bolsa, las subidas son muy tímidas, de apenas un 2%, pero se espera más de la compañía dirigida por Enric Asunción. De hecho, la sesión ha ido de más a menos, según transcurría el tiempo. De subir más de un 3% a cerrar con justo dos puntos porcentuales por encima.
Su gráfico técnico es muy similar a un queso gruyère, con numerosos y grandes huecos en varias sesiones. Según la teoría, el precio de las acciones tiende a cerrar estos agujeros en las velas diarias. La subida desde principios de octubre hasta los máximos históricos de inicios de este año se ha realizado con saltos gigantescos que está cerrando el mercado. Los niveles actuales, pese a las alzas de la jornada de este jueves, apuntan a un rebote técnico desde los mínimos anuales. En el último mes, el precio de las acciones se ha derrumbado un 14%.
WALLBOX, UNA TENDENCIA BAJISTA INTACTA
Por ahora, mantiene la presión bajista intacta, según muestran los indicadores más utilizados de la Bolsa, como el cruce de medias. Tan sólo uno de ellos muestra una recomendación de compra, el RSI -índice de fuerza relativa– de las últimas catorce sesiones. Y es que, la tendencia, según el gráfico, es claramente negativa, con una sucesión de máximos y mínimos decrecientes.
Wallbox mantiene la presión bajista intacta, según muestran los indicadores más utilizados de la Bolsa
Wallbox tiene entre sus socios e inversores estratégicos a Iberdrola. La compañía eléctrica dirigida por Ignacio Sánchez Galán realizó la inversión a través de Perseo, su programa de inversión en startups. Pese a disponer de un gran centro de datos, la eléctrica española ha puesto a funcionar su radar para localizar empresas centradas en los centros de datos en fases iniciales de desarrollo. Este negocio es muy beneficioso para la compañía debido al consumo electrointensivo, pero de poco sirve si en un futuro no muy lejano estas firmas no logran objetivos.
ZONA DE MÍNIMOS ANUALES EN WALLBOX
La catalana es una de las firmas que utiliza una gran centro de datos para poder detectar los momentos con mayor o menor demanda y recargar o utilizar la batería del coche como fuente de alimentación.
El rebote de este jueves se produce desde una zona de mínimos casi históricos para la compañía. El valor ha rebotado con relativa fuerza desde los 9,3 a los 10,2 dólares por acción. Un 10% arriba desde los mínimos de mayo, pero sin conseguir una consolidación de niveles, según apuntan fuentes del mercado consultadas por INVERSIÓN.
Las alzas se deben a los nuevos planes de la compañía para tratar de conquistar Norteamérica, el principal objetivo fijado por Asunción y su equipo, mientras trata en paralelo de hacerse fuerte en Europa y China. Para ello, se ha asociado de nuevo con Uber en Canadá, donde los conductores tendrán acceso a los cargadores de la catalana, como ya hace en Estados Unidos, con importantes descuentos. El cargador ofertado es el Pulsar Plus, el más vendido en el mundo.
EL ACUERDO EN CANADÁ Y APERTURA DE ALMACENES EN EE UU, LA ESPERANZA DE WALLBOX
Además, ha llegado a un acuerdo con Best Buy, el líder del mercado minorista, para ofrecer a los clientes este mismo cargador para el hogar en sus modelos de 40 y 48 amperios. En esta expansión, Wallbox ha abierto un gran almacén en Mississaugua (Ontario). Esta instalación contará con servicios logísticos completos, incluidos servicios de almacenamiento, gestión de inventario y transporte.
Sin embargo, el anuncio más importante procede de sus planes en Estados Unidos. La empresa realizará un gran almacén de más de 12.000 metros cuadrados en la Costa Este de para apoyar a la fábrica de Arlington. Este almacén, situado en Carolina del Norte, se sumará a otros dos situados en California y Texas.
De esta forma, podrán abastecer de forma rápida a todo el país en menos de 72 horas desde que el cliente tramita el pedido. La fábrica de Texas tendrá una alto rendimiento, con capacidad para producir este mismo año cerca de 250.000 cargadores y más de 500.000 de cara a 2025. No obstante, la producción irá más lejos en la próxima década. La única incógnita es si Wallbox tendrá la suficiente demanda para mantener la rentabilidad de los productos.
PÉRDIDAS OPERATIVAS, PERO SE MANTIENEN OBJETIVOS
Y es que, en el primer trimestre del año la compañía ha presentado unas pérdidas operativas de 19 millones, mientras continúa quemando liquidez. En este periodo, la liquidez ha disminuido en 75 millones de euros, según consta en la información remitida a la SEC. La empresa dirigida por Asunción ha asegurado que mantendrá y cumplirá con los objetivos fijados para 2022 y el próximo trienio. Sin embargo, el precio de las acciones mostraba las serias dudas de los inversores. De nada sirvió triplicar los ingresos de cara a levantar la cotización.
Asimismo, el margen bruto ha superado las expectativas de la compañía al situarse en el 41,4% tras un recorte de los costes de producción por la mejora del diseño de sus cargadores eléctricos. Para este año, Wallbox prevé una facturación de entre 175 y 205 millones para el conjunto del año, según ha indicado Enric Asunción, fundador de la compañía que dio el salto a Wall Street en octubre del pasado año.
De hecho, el propio Asunción mantiene el objetivo de alcanzar los 1.000 millones de euros en ventas de cara al 2025. La empresa catalana Wallbox, especializada en la carga de vehículos eléctricos y gestión de energía, registró en 2021 unas pérdidas contables netas de 221,2 millones de euros.